Twitter: la debacle que no cesa

Twitter nunca ha sido, en toda su historia, la red social más exitosa de Internet. Facebook o Instagram, por citar solo un par de ejemplos, siempre han estado muy por encima en número de usuarios y otras métricas relevantes en este sentido. Sin embargo, gracias a su inteligente planteamiento, que para algunas personas resultaba una limitación importante, pero para otras un divertido desafío que, en millones de ocasiones, se zanjó de manera exitosa para las mismas.

Con el tiempo, dicha limitación (hablo, claro, del máximo de 140 caracteres por mensaje) se fue aliviando, primero con la incorporación de elementos que no descontaban espacio para escribir, como las imágenes, los mensajes, los retweets, etcétera, y posteriormente con el salto de 140 a 280 caracteres. No obstante, aún con esos cambios, Twitter siguió manteniendo buena parte de su encanto, que era el que nos había seducido a muchos prácticamente desde sus orígenes.

Sus números, sin embargo, nunca han estado a la altura de la valoración que hacían los usuarios. La red social cerró muchos ejercicios con números rojos y, aunque se acometieron mil planes para intentar mejorar este aspecto, fueron muy pocos los ejercicios que dieron margen para la alegría. Y entonces sucedió lo que sucedió en 2022. Hablo, claro, del tortuoso proceso de compra de Twitter por parte de Elon Musk. Y tengo que reconocer que, como profesional que se gana la vida a partir de la información del sector, la gestión de Musk ha sido todo un regalo en ese sentido, pues no han faltado cosas que contar en estos más dos años.

La parte mala, claro, es que la inmensa mayoría de las informaciones han sido negativas, pues su gestión es mejorable en todos los aspectos, terriblemente mejorable en bastantes de ellos. Y a eso debemos sumar lo «particular» de su personalidad, que solo ha servido para echar mucha más leña al fuego. Así, arrancábamos el año sabiendo que el valor de Twitter había descendido un 70% desde su compra por Elon Musk, poco después también que la red había perdido al 25% de sus usuarios, y más recientemente que la opinión del sector del marketing, fundamental para Twitter pues depende del mismo por el tema de la publicidad, está por los suelos.

Todavía faltan unos meses para terminar el año, pero la estimación del valor se ha actualizado, y de nuevo no son buenas noticias para Musk. Y es que, como podemos leer en TechCrunch, el valor de Twitter ha descendido un 79% desde que fue adquirida por Elon Musk. Este dato lo proporciona Fidelity, un fondo de inversión que participó en la operación de compra con 19,66 millones de dólares. Una inversión que, debido a la devaluación que ha calculado, ahora cifra en 4,19 millones de dólares.

Peor aún se ve esta devaluación si vamos a los totales, y es que si Elon Musk (con ayuda de varias entidades, como Fidelity) pagó 44.000 millones de dólares (un precio que ya se dijo, en aquel momento, que estaba hinchado), extrapolando los datos Fidelity valora ahora Twitter en 9.400 millones de dólares, a lo que debemos sumar que seguimos hablando de un negocio que no es rentable, por lo que no parece que el ritmo de degradación del valor se pueda revertir, al menos a corto plazo.