A Fondo
Mentiras sobre PS5 que debemos superar de una vez
El lanzamiento de PS5 se produjo en noviembre de 2020. Esto quiere decir que han pasado casi cuatro años desde que Sony lanzó dicha consola, y durante todo ese tiempo hemos podido ver de qué era capaz realmente.
Las expectativas estaban por las nubes, y ya sabemos que esto nunca es bueno. Alrededor de PS5 se formaron numerosas mitos que poco a poco se fueron derrumbando, aunque curiosamente todavía hay algunas mentiras que se mantienen en mayor o menor medida, y que lamentablemente no terminan de ser superadas.
Eso es, en parte, culpa de los fanatismos de turno que tienden a enaltecer su consola favorita hasta un punto que roza lo absurdo, y acaba generando una serie de mentiras que al final no son buenas para nadie.
En este artículo voy a compartir con vosotros algunas de las mentiras más habituales que todavía escucho o leo sobre PS5, sobre todo entre gente con pocos conocimientos técnicos, y también entre usuarios que creen que el mundo solo gira alrededor de la consola de Sony.
Antes de nada quiero dejar claro algo, y es que no creo que PS5 sea una mala consola, simplemente no es la «joya» que Sony nos vendió, ni aquella maravilla capaz de mover juegos en 4K con trazado de rayos a 120 FPS que pintaban algunos fanáticos. Dicho esto poneos cómodos, que arranco.
1.- PS5 es una consola para jugar en 8K
Este mito se hizo viral porque en la caja de la consola ponía «8K», una referencia a que esta consola era capaz de alcanzar ese nivel de resolución, y fue una jugada maestra por parte de Sony. Al poner una referencia tan genérica el usuario medio no era capaz de deducir claramente a qué se refería Sony, y esto fue lo que permitió que algunos pensaran que PS5 podía mover juegos en resolución 8K.
Nada más lejos de la realidad. Con eso Sony se refería a que PS5 estaba preparada para reproducir contenidos multimedia en 8K, pero no juegos de la generación actual. Siendo justos hay que reconocer que existe un juego para esta consola que alcanza esa resolución, The Touryst, pero es un título tan sencillo a nivel técnico y gráfico que bien podría haber sido lanzado en una consola de dos generaciones atrás.
La propia Sony parece haberse dado cuenta de lo polémica que era esa referencia a resolución 8K en PS5, y decidió eliminarla de la caja de la consola. Qué puedo decir, solo ha tardado casi cuatro años en darse cuenta de que eso era un caso claro de mala praxis. A ver qué genialidad se le ocurre a la compañía con PS5 Pro.
2.- Equivale a un PC de gama alta
PS5 no fue equivalente a un PC de gama alta ni siquiera en el momento de su lanzamiento, así que mucho menos puede ser considerada como tal hoy en día. Una consola de 500 euros, en su lanzamiento, que ahora cuesta 549 euros, no puede ser como un PC de gama alta de 1.000 euros, esto es totalmente lógico, y por eso no es algo malo en sí mismo.
El problema surge cuando se promociona esa consola como algo que no es, y esto es precisamente lo que ha venido ocurriendo con PS5. Se han dicho auténticos disparates, como por ejemplo que su GPU equivalía a una GeForce RTX 2080 Ti o a una GeForce RTX 3070, cuando en realidad está muy por debajo de ambas.
PS5 es una consola que sobre el papel puede parecer más potente de lo que realmente es, pero cuando profundizamos en sus claves a nivel técnico nos damos cuenta de que, en realidad, equivale a un PC de gama media del año en el que se produjo su lanzamiento.
Su GPU está más o menos al nivel de una Radeon RX 6600 XT, pero carece de caché infinita y tiene una velocidad de trabajo inferior. Su CPU utiliza la arquitectura Zen 2, pero tiene recortes importantes en su unidad de coma flotante, solo cuenta con 8 MB de caché L3 y su velocidad apenas llega a los 3,5 GHz. Esto no es un PC de gama alta ni en broma.
3.- Está preparada para mover juegos con trazado de rayos
Otra de las grandes mentiras que nos vendieron en su momento, y la verdad es que afectó también a Xbox Series X. La GPU de PS5 cuenta con hardware para acelerar trazado de rayos, pero esto no quiere decir que esté capacitada para trabajar con esta tecnología de forma eficiente.
Solo tenemos que ver el enorme impacto que tiene el trazado de rayos en juegos para PS5 para darnos cuenta de que esta tecnología le queda grande. Por ejemplo, Dying Light 2 con trazado de rayos limitado a sombras y oclusión ambiental en PS5 obliga a bajar la resolución a 1080p y la tasa de FPS a 30. Un PC con una GeForce RTX 2060 ya es capaz de mover mejor este juego con esa configuración que una PS5.
Los juegos que utilizan trazado de rayos en PS5 reducen mucho la resolución, utilizan resolución dinámica o reescalado en casi todos los casos, no superan los 30 fotogramas por segundo y además aplican un trazado de rayos muy limitado y de baja calidad que, en general, es muy inferior al que llevamos años disfrutando en PC.
Os podría poner muchos más ejemplos, pero sin duda uno de los mejores es la reedición especial de Devil May Cry 5, que fue exclusiva de consolas y que incorporó un trazado de rayos tan malo que activarlo no tenía ningún tipo de sentido.
4.- Todavía no ha mostrado su máximo potencial
Hay quien dice que PS5 todavía tiene mucha potencia por liberar, que no lo ha dado todo y que la optimización hará nuevos milagros. La optimización y el grado de aprovechamiento que se puede conseguir con un kit de desarrollo tan bueno como el que tiene la consola de Sony es importante, eso es algo que no puedo discutir, pero lo de los milagros, «mejor a Lourdes».
Con esto quiero decir que no hay milagros cuando hablamos de consolas con un hardware cerrado, solo optimización y sacrificios. Ya lo hemos visto en más de una ocasión a través de los análisis de medios tan fiables como Digital Foundry e incluso en boca de desarrolladores como el fundador de Alderon Games, que los juegos de la generación actual funciona en calidad media en PS5, o un poco por encima en sus modos a 30 FPS.
Pero esto no es todo, el agotamiento que está mostrando desde hace tiempo PS5 con juegos actuales de verdad, es decir no con las versiones o adaptaciones de juegos de PS4 o con otros motores gráficos de la generación anterior, es enorme. Los juegos desarrollados bajo el Unreal Engine 5 se le atragantan mucho a esta consola, y obligan a renderizar a niveles muy bajos.
La realidad es que PS5 está agotada, tanto que incluso la resolución 1080p le queda grande con juegos desarrollados bajo el Unreal Engine 5. Para poder mantener 60 FPS esta consola tiene que renderizar Remnant II a 720p y reescala luego a 1440p, mientras que en Lords of The Fallen la cosa era mucho peor, porque caía a una resolución de 648p.
Si después de leer esto crees que todavía no ha mostrado su máximo potencial dime qué es lo que me estoy perdiendo, que estaré encantado de leerte en los comentarios.
5.- Mueve sus juegos en calidad máxima
Esto es mentira, de hecho hay juegos de la generación anterior que funciona en una mezcla de ajustes equivalentes a calidad media-baja. Uno de los mejores ejemplos sería Control, que se renderiza en 1440p, es decir ni siquiera llega a 4K, y a pesar de todo está configurado con calidad media-baja para mantener 60 FPS.
Seguro que alguno está pensando que Control no fue desarrollado de forma nativa para PS5, así que voy a poner otro ejemplo más actual que es exclusivo de la generación actual de consolas, Alan Wake 2. Este juego tiene dos modos en PS5, «rendimiento» y «calidad». El primero puede alcanzar 60 fotogramas por segundo, y el segundo va a 30 fotogramas por segundo.
En modo rendimiento Alan Wake 2 funciona con una mezcla de ajustes en calidad baja-media, y alcanza resolución 1440p con FSR 2 en modo equilibrado, lo que significa que renderiza a 847p. No utiliza trazado de rayos, porque simplemente no tiene la potencia necesaria para ello.
En modo calidad hay una mejora en los ajustes en general, con algunas cosas en alto, una en ultra, otras en medio y otras en bajo. La resolución sube a 1270p y reescala a 2160p utilizando FSR 2 en modo equilibrado, todo ello manteniendo una tasa de 30 fotogramas por segundo.
6.- Tiene tecnologías exclusivas que no están en PC
Cuando se anunció PS5 Sony hizo un excelente trabajo con el marketing. La compañía japonesa hace las cosas tan bien en este sentido que la considero como «la Apple de las consolas». Nada de lo que presentaron con dicha consola contaba con tecnologías que no existieran de una forma u otra en PC, y sus arquitecturas no eran ni mucho menos revolucionarias.
Sí que es cierto que comparando a PS5 con PS4 podíamos ver un gran salto generacional, especialmente a nivel de CPU, GPU y unidad de almacenamiento, pero en PC ya teníamos tecnologías, arquitecturas y alternativas a todo lo que traía dicha consola. Por ejemplo, su CPU Zen 2 llegó cuando en PC ya teníamos a Zen 3, y su GPU utilizaba una arquitectura inferior a Ampere de NVIDIA.
Ampere, utilizada en las GeForce RTX 30, tiene una potencia muy superior en trazado de rayos y cuenta con hardware especializado en IA, algo que no está presente en la GPU de PS5. El sonido 3D lleva años presente en PC, y la unidad de almacenamiento con una controladora dedicada tampoco fue algo tan revolucionario, porque en PC ya se había presentado tanto DirectStorage como NVIDIA RTX I/O.
PS5 tuvo una ventaja, y es que los desarrolladores aprovecharon desde el principio tecnologías que en PC todavía tienen un grado de utilización relativamente bajo. Esto es lo bueno que suelen tener las consolas, y también que al contar con un hardware cerrado y kits de desarrollo pulidos al máximo los desarrolladores lo tienen mucho más fácil.
7.- Es la consola más potente de esta generación
Esto es mentira, y además es una mentira bastante gorda, porque Xbox Series X es claramente superior. Hay juegos que funcionan mejor en PS5, pero no porque esta sea más potente, sino porque fueron desarrollados para funcionar mejor con una GPU que alcanza un pico de frecuencia más alta, aunque cuente con menos unidades de computación.
Los juegos que suelen funcionar mejor en PS5 son los de transición intergeneracional, es decir, los que están disponibles también para PS4 y Xbox One. Sin embargo, los juegos exclusivos de la generación actual suelen funcionar mejor en Xbox Series X porque aprovechan mejor la mayor cantidad de unidades de computación que tiene su GPU.
También hay juegos que directamente no se optimizan como deben para aprovechar la mayor potencia de Xbox Series X porque es una consola menos popular. Esto es injusto, pero no es nuevo, es algo que ya ocurrió en generaciones anteriores. El caso más flagrante lo viví con la Xbox original, una consola que arrollaba a PS2 en potencia, y que sin embargo recibió muchos ports directos de esta.
PS5 tiene una CPU Zen 2 de 8 núcleos a 3,5 GHz dinámicos, una GPU Radeon de AMD con 2.304 shaders a 2,29 GHz de frecuencia dinámica y utiliza un SSD a un máximo de 5,5 GB/s. Su GPU tiene una potencia de 10,29 TFLOPs en FP32. Xbox Series X tiene una CPU Zen 2 con 8 núcleos a 3,8 GHz de frecuencia fija, una GPU Radeon con 3.328 shaders a 1.825 MHz de frecuencia fija y un SSD a 2,4 GB/s. Su potencia en FP32 es de 12,15 TFLOPs.
8.- Sus juegos funcionan siempre en 4K
No es verdad, de hecho PS5 no es una consola 4K. Ni siquiera juegos de lanzamiento que fueron desarrollados con mucho mimo y adaptados al máximo para funcionar de forma óptima en su hardware podían funcionar en 4K nativo a 60 FPS, y Demon´s Souls Remake es uno de los mejores ejemplos. Dicho juego funciona en 1440p para mantener 60 FPS.
No podemos decir que PS5 tenga una resolución óptima de trabajo porque esta dependerá de cada juego en concreto. Por ejemplo, algunos juegos de la generación anterior, que tienen un nivel de exigencia mucho más bajo y utilizan motores gráficos que fueron desarrollados con las limitaciones de PS4 en mente, sí pueden llegar a 4K nativo.
Sin embargo, si hablamos de juegos más exigentes o de títulos desarrollados con motores gráficos nuevos la cosa cambia, y mucho. Ya os he contado que el Unreal Engine 5 le queda tan grande a PS5 que, para llegar a 60 FPS, tiene tirar de reescalado y parte de resoluciones muy bajas que, en ocasiones, caen incluso por debajo de 720p.
Esto no es todo, esta consola tampoco suele utilizar en juegos algunas de las funciones más avanzadas de dicho motor gráfico, como Nanite o Lumen, y cuando lo hace las aplica de una manera más limitada o se ve obligada a sacrificar resolución o fluidez. Alan Wake 2 es también otro buen ejemplo, porque la consola de Sony no solo reduce resolución en modo rendimiento, sino también ajustes gráficos, especialmente los más exigentes, y uno de ellos es comparable a Lumen.
Imagen de portada generada con IA.
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