Análisis
Razer Huntsman V3 X Tenkeyless, análisis: precisión al toque
Razer Huntsman V3 X Tenkeyless es lo último del gigante del gaming, un nuevo teclado de su serie para esports en formato compacto, pero con el que no hace falta renunciar a todas las teclas necesarias y hacer malabarismos en plena partida, o simplemente escribiendo. Salió a la venta el pasado 14 de mayo y desde entonces lo estoy probando para contarte en este análisis todos los detalles.
Lo principal, sin embargo, te lo resumo en unas pocas líneas: Razer Huntsman V3 X Tenkeyless es un teclado óptico-mecánico por cable en formato tenkeyless, o lo que es lo mismo, con diez teclas menos… con respecto al formato de teclado tradicional, cabe añadir. Como puedes ver en las imágenes que acompañan el artículo, el tenkeyless se traduce en la ausencia del panel numérico, conservando el bloque de funciones (teclas de función) y el bloque especial (teclas de dirección, de edición, etc).
Dentro de los formatos de teclado más conocidos y de la propia serie Huntsman de Razer, este V3 X Tenkeyless sería el inmediatamente inferior al completo, aunque la reducción de espacio es muy considerable. A modo de muestra, por debajo suyo -en cuestión de tamaño- hay modelos como el Razer BlackWidow V4 75% y el Razer Huntsman Mini, entre otros (lo cierto es que existen más formatos y Razer los incluye en su catálogo, pero los más comunes son estos).
El Razer Huntsman V3 X Tenkeyless viene a ser la versión económica del Razer Huntsman V3 Pro Tenkeyless, aunque lo único que echarás en falta son los controles analógicos; por lo demás, son prácticamente idénticos, lo cual se resume en un gran diseño, una gran calidad de construcción y un menor coste, con una novedad añadida: los nuevos switches ópticos Box, toda una característica de este dispositivo la que hablaré más adelante.
Razer Huntsman V3 X Tenkeyless
Como su nombre indica y ya he comentado, el Razer Huntsman V3 X Tenkeyless es un teclado tenkeyless o TKL, si bien cabe matizar, ya que bajo esta denominación se incluye actualmente todo lo que esté por debajo de los teclados completos. El Huntsman V3 X se encuentra en la parte alta de la tabla, con una disposición del 75%, esto es, con un 25% de teclas más o menos con respecto a un teclado completo. No hay ningún misterio en este aspecto.
La diferencia del modelo que nos ocupa para con un 75% como el BlackWidow V4 75% señalado más arriba es, reposamuñecas aparte, que el V3 X no compacta todas las teclas en un único bloque, sino que respeta la disposición tradicional. Lo bueno es que la comodidad de uso es mayor; lo malo, que el tamaño también lo es, aunque en este caso el margen es más contenido. Para que te hagas una idea, la diferencia en cm es de 32 frente a 36, u 82 teclas frente a 88 respectivamente.
Más allá del formato, el Huntsman V3 X Tenkeyless destaca por su diseño y calidad de construcción, un todo en uno a decir verdad. Los dos elementos clave aquí son, en primer lugar, la placa superior de aluminio pulido «de calidad aeronáutica», diseñada según apunta Razer para ofrecer una gran durabilidad y resistencia a las deformaciones; aunque si no entiendes del tema te quedarás con su elegancia y calidez al tacto.
En segundo lugar están las teclas de ABS con inyección texturizada, fabricadas «para soportar el desgaste del intenso juego competitivo, cuentan con inscripciones indelebles y un tacto texturizado que ofrece un nivel de durabilidad superior». Con todo, el material empleado no es el óptimo, aun cuando el tratamiento recibido mejora su resistencia. Lo que sí te llegará es la sensación al tacto, ligeramente rugosa en contraste con la suavidad de la placa.
El resto del teclado está construido en plástico, con hasta un 75% de PCR (plástico reciclado), perceptible en la parte inferior de la carcasa.
Especificaciones
Formato | TKL de doble panel con disposición en español |
Tecnología | Óptico-mecánico |
Interruptores | Switches ópticos Box con sonido de clic Razer |
Teclas | ABS con inyección texturizada |
Tasa de sondeo | 1.000 herzios |
Conectividad | Cable USB 2.0 |
Dimensiones | 36 cm de ancho, 13,5 cm de profundidad y 4 cm de alto an su parte más gruesa (en plano, sin abrir patillas) |
Precio | 139 euros |
Box Razer, los switches ópticos que marcan la diferencia
De los elementos característicos que definen el Huntsman V3 X Tenkeyless, los dos más elementales son que este es un teclado con una única interfaz de conexión mediante cable USB, lo que puede no gustar a todo el mundo, gamer o no, pese a que este aspecto asegura una mejor respuesta por lo general; y su condición de teclado óptico basado en los nuevos switches ópticos Box de Razer, lo que de también apunta al rendimiento.
En efecto, el Razer Huntsman V3 X Tenkeyless no es un teclado mecánico, sino óptico, aunque si no eres un experto no lo dirías a simple vista, pues no presenta grandes diferencias a nivel estético y práctico. Al igual que un teclado mecánico, el óptico funciona a base de switches independientes para cada tecla, pero estos no se accionan sobre el circuito de manera física, sino que se sirven de una luz infrarroja, encargada de activar el sensor y ejecutar la tecla.
En comparación con los teclados mecánicos, el mecanismo de los ópticos mejora el tiempo de respuesta, ya que no requiere de contacto físico, reduciendo así el desgaste y alargando la vida útil de los switches: hasta 80 millones de pulsaciones en el caso de los Razer Box. Por supuesto, cuentan con antighosting para la prevención de bloqueos al pulsar muchas teclas a la vez y también permiten el cambio de switches de diferentes colores con diferentes prestaciones, aunque son menos personalizables que los mecánico clásicos por estar menos extendidos.
Los switches ópticos Razer Box son, de hecho, el elemento definitorio de este V3 X Tenkeyless, puesto que se trata del primer modelo de la marca en hacer uso de los mismos. En concreto, el teclado que tengo bajo mis dedos (todo el análisis está escrito con él, como no podía ser de otra manera) utiliza los switches ópticos Box con sonido de clic Razer (de color morado), aunque también está la variante «lineal» (de color rojo), algo más rápida y silenciosa.
Estos nuevos switches ópticos de Razer son un pequeño mundo en sí mismos, por lo que te recomiendo echar un vistazo en el anterior enlace para ampliar la información con todo detalle, dado que lo único que puedo aportar yo al respecto es mi opinión, basada en mi experiencia de uso, además replicar la información oficial. Esta indica que los switches Razer Box ofrecen «una sensación más ligera que los switches mecánicos tradicionales, con una tasa de sondeo de hasta 1.000 Hz para una latencia de entrada más baja».
Entre sus características destacadas está el vástago en cruz con armazón Box, lo que mejora la estabilidad y rigidez de la tecla, facilitando una pulsación más equilibrada al aplicar siempre la misma fuerza de accionamiento, más rápida y sin la desactivación de rebote propia de los teclados mecánicos. Personalmente se me escapa tanta filigrana, pero acostumbrado como estoy a los switches rojos clásicos (Cherry, Otemu…), eso sí, en mecánicos puros, no me dio la impresión de que hubiese apenas diferencias… Hasta que tras varios días volví a usar el teclado con el que llevo el último año y pico.
El tema de la presión, la fuerza de accionamiento y demás desvaríos técnicos a mí, que disto mucho de ser un profesional de los juegos, me suena excesivo. Pero al César lo que es del César y si el Huntsman V3 X Tenkeyless me ha sorprendido con algo, ha sido con la precisión en el tecleo, la estabilidad y rigidez de la tecla mencionadas. Este aspecto es, junto con la calidad del construcción del periférico, lo más destacable del mismo y, como es obvio, el mérito es de los switches, que de hecho son los de Razer con una pequeña modificación.
Estos nuevos switches se distinguen entre sí por el color, por la fuerza y punto de accionamiento y por el sonido. Mientras que los rojos requieren de menor presión (38 g vs 55 g) y, por ende, ofrecen un punto más alto (38 g vs 55 g), creo que solo los jugadores más experimentados podrían notar la diferencia. Ahora bien, donde se nota a la legua, y no hace falta compararlos entre sí, vale con cualquier mecánico, es en el sonido.
El nombre lo dice todo: switches ópticos Box con sonido de clic Razer; sonido que califican de «un sonido satisfactorio«… Y yo tengo sensaciones encontradas, porque conforme comencé a usar el teclado percibí una musicalidad muy agradable que ha desaparecido… ¿O a la que ya me he acostumbrado? No lo tengo muy claro, pero tampoco es esa su finalidad, sino el que uno se percate al instante de que ha pulsado la tecla.
Por último, cabe destacar el armazón translúcido (principal diferencia entre los switches ópticos que ya montaba Razer en sus teclados y los Box que estrena este modelo) sobre el que se engastan los switches con el objetivo de proporcionar la mejor iluminación RGB con Razer Chroma, el sistema propio de Razer para sus dispositivos y uno de los más completos que hay. Aun así, tengo que destacar en este punto dos de los aspectos que menos me han gustado del Huntsman V3 X, con matices, pues dependerá muchos del tipo de usuario el que comparta mi opinión. Lo voy explicando poco a poco.
El armazón y la separación de teclas, por su parte, ayuda con la extracción de las teclas, solo con los dedos, sin pinza.
Iluminación RGB
Razer es una marca de referencia en en sector gaming y, por lo tanto, la iluminación RGB está a la orden del día en la mayoría de sus productos. Este aspecto lo desarrollan principalmente con Chroma, el software de la casa, disponible solo para Windows como parte de la suite Razer Synapse. Y aunque uso Windows, sobre todo uso Linux, para trabajar y para jugar (sí, también se puede jugar en Linux, amigos de Razer). En consecuencia, cuando estoy en el sistema del pingüino me quedo sin una herramienta muy potente para la personalización de luces, colores y efectos.
Dicho lo cual, no es este un impedimento para usar el hardware de Razer en Linux, donde hay diversas herramientas que funcionan con bastante bien. En problema con el dispositivo que nos ocupa es que acaba de salir y todavía no ha recibido soporte, pero no suele demorarse mucho. Además, es posible cambiar entre los modos predeterminados de iluminación, color, efectos, intensidad, etc, con el mismo teclado. Todo correcto en este sentido.
Las posibilidades en Windows, sin embargo, están a otro nivel, gracias en primer lugar a la integración con la iluminación dinámica de Windows 11. Esta integración tiene diferentes facultades, según dónde y cómo se aplique y con qué efectos de Razer Chroma se conjugue, aunque solo con ella ya funciona bien. Ahora, quienes buscan sintonía con el entorno, por ejemplo, encontrarán en la «Conciencia del entorno» su mejor aliado.
Pero no existe solo esta integración en Windows: también está la de Razer Chroma con dispositivos y aplicaciones, más asequible al común de los usuarios y muy resultona. Déjame ponerte un ejemplo que a mí, nada amante del empacho de colorines al que se expone el gamer de nueva generación, me ha convencido: la integración con Razer Chroma disponible en navegadores como Opera GX o Vivaldi, con la que el teclado se ilumina en consonancia con el color base del sitio web que estás visitando. Mola mucho.
Con todo, no vamos a entrar ahora a desgranar todo lo que ofrece Chroma, ni mucho menos Synapse, porque esto se extendería más de lo razonable. Digamos que se trata en términos generales de una suite muy potente para quienes utilizan dispositivos Razer, aun cuando puede resultar abrumadora para el recién llegado y prescindible para el que no quiera más de lo que se consigue solo con el aparato correspondiente. No obstante, para jugar, que de eso va la historia, es un aliciente a tener en cuenta.
Otro ejemplo: con esta aplicación es posible configurar las teclas que se iluminan, pudiendo además crear diferentes perfiles. Imagina que te prepararas para una sesión y te sumerges en la «oscuridad» de tu habitación, con la única iluminación de la pantalla y los periféricos de turno: aplicas el perfil de juego que hayas preconfigurado y en el teclado solo se iluminarán las teclas que necesitas… Mola, para qué negarlo. Pues bien: como sucede con el resto de ejemplos de este apartado, solo puedes hacerlo con Razer Chroma.
Ocurre lo mismo con la programación de teclas y los macros: con el teclado te puedes apañar para asignar macros al vuelo, pero si lo que quieres es una personalización específica y bien hilada, Razer Synapse es lo suyo. Al menos, si estás utilizando un teclado de la marca…. o más de uno, ya que permite sincronizar las preferencias entre dispositivos. y el Huntsman V3 X no dispone de memoria interna, por lo que es esto o las opciones integradas.
No obstante, todo tiene un coste y Razer Chroma no es el software mejor optimizado del mercado, cabe agregar, aunque la experiencia «sensorial» mejora de manera considerable con su uso. Pero, repito, no es imprescindible. En particular, cuando haces más cosas además de jugar, pero sobre todo cuando jugar no es tu principal actividad (yo, pese a ello, he caído por la integración con el navegador, me tiene atrapado).
Experiencia de uso y conclusiones
Vamos ya con el meollo de la cuestión, aunque todo lo que he adelantado deja -o debería- poco pie a la imaginación, habida cuenta de que no hablamos de un teclado tope de gama, pero sí de uno con factura de gama alta, a pesar de que, supongo que con el propósito de abaratar el producto, se echan en falta características que lo elevarían aún más en cualquier valoración objetiva. Sin embargo, no hay nada que me afecte especialmente, con una excepción. Recapitulemos…:
- El tema del cable, por ejemplo. Habrá quien sostenga que por lo que cuesta el Razer Huntsman V3 X Tenkeyless, qué menos que incluir también conexión por Bluetooth; o quien se queje porque el cable no se puede desconectar y eso puede dar problemas. Mi opinión es otra: lo prefiero con cable (la conexión siempre es mejor) y como no soy un aventurero de los esports y no planeo llevármelo a ningún sitio, no me preocupa que se termine rompiendo por ahí, algo que no me ha pasado con ningún teclado a lo largo de mi vida, ni siquiera con cacharros de diez euros.
- El tema de la configuración, esto es, la conveniencia de usar Razer Synapse para paliar falta de algún tipo de memoria interna en la que guardar las personalizaciones. Tampoco es algo muy reseñable, a sabiendas de que prácticamente la totalidad de potenciales compradores lo van a usar siempre en sistemas Windows. Aun así, me quedo con la duda de su configuración en Linux.
- ¿Las teclas en ABS? Lo cierto es que están muy conseguidas. Ninguna queja por mi parte, y estoy seguro que solo los muy sibaritas pondrían algún pero al asunto, únicamente porque hay una opción mejor. Pero no es algo que me merezca apenas consideración.
- ¿Y qué hay de los switches ópticos Box con sonido de clic Razer y su «sonido satisfactorio»? Esta característica me ha dejado disconforme: por un lado suenan bien, pero por el otro suenan mucho y a ciertas horas se nota más de lo deseable. Y no es que suenen mucho más que ún mecánico al uso, pero sabiendo que existe una versión más silenciosa, la elegiría antes que esta sin pensarlo ni un segundo.
El punto negativo del Huntsman V3 X Tenkeyless, o al menos lo que menos me ha gustado del teclado, tiene que ver con la iluminación RGB, y es que lo que para jugar ha sido diseñado con toda la atención puesta en el detalle, para escribir tiene sus pegas. Me refiero a la iluminación de los caracteres secundarios, deficiente en ambientes oscuros. Las letras se iluminan estupendamente, pero los símbolos no se ven del todo bien y aunque se puede retocar personalización mediante, no queda perfecto.
Es un teclado gamer, sí de ahí esos 1.000 Hz de sondeo (el número de comunicaciones por segundo entre el dispositivo y el sistema), irrelevantes en un ámbito de oficina, pero todo un must have en los esports más competitivos. Pero si uno además de jugar escribe mucho, de día y de noche, este detalle puede resultar molesto. Una pena, pese a no tratarse de un fallo crucial, porque es un exceltente teclado para escribir.
Luego están los gustos personales: los teclados TKL son mis preferidos, pero en formato compacto. Con el panel independiente ya no es lo ideal… Pero para gustos colores y se trata de un detalle que, a la luz del resto de bondades del dispositivo, se puede pasar por alto sin más.
A todo esto… sí, lo he probado jugando también. Es verdad que me ha pillado en un momento en el que le he estado dando a juegos con mando, pero me he obligado un poco a echarle unos ratos a algunos de mis shooters favoritos y la experiencia es de primera, como cabía esperar. A destacar lo obvio: la precisión y la respuesta, pero también la iluminación personalizada, de lo mejor que he probado nunca (lo de la tecla de función es un puntazo).
En conclusión, el Razer Huntsman V3 X Tenkeyless es un teclado de diez… al que hay que restarle algo de nota de acuerdo a factores objetivos, sin olvidar que debido a ello resulta más económico que otros modelos similares. Luego, como acabo de decir, están los gustos personales… y las necesidades, que esa es otra. Eso ya queda a la consideración de cada cual. El teclado está disponible está disponible en GAME y en otros minoristas por un precio de 139 euros. Te dejamos un resumen del análisis, puntuaciones y varias opciones de compra.
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