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Diez mitos sobre el PC que tenemos que superar
El mundo del PC sigue estando lleno de mitos que, por una razón u otra, se niegan a desaparecer. Una parte de esos mitos se mantienen porque son los propios usuarios los que los van «transmitiendo» a otros usuarios, un boca a boca que ha hecho posible incluso que se transfieran de generación a generación.
Otras veces esos mitos asociados al mundo del PC se mantiene por el propio desconocimiento, o por interpretaciones erróneas o interesadas de usuarios o incluso de medios «especializados», que cometen errores de manual, y con ellos no hacen más que contribuir a mantener mitos que en ciertos casos han llegado a estigmatizarse.
No es la primera vez que toco este tema, pero hoy quiero hacerlo con una perspectiva más amplia para abarcar un total de diez mitos sobre el mundo del PC que son, sin duda, los más peligrosos y los más perjudiciales para el usuario. Con este artículo espero ayudaros no solo a superar esos mitos, sino a daros la perspectiva correcta para afrontar la realidad que hay detrás de cada uno de ellos.
Como siempre, si al terminar de leer este artículo tenéis alguna duda la podéis dejar en los comentarios y os ayudaremos a resolverla. Os invito a poneros cómodos, que tenemos muchas cosas por leer.
Diez mitos importantes sobre el PC
1.-Un PC no es seguro y da problemas
Es todo un clásico dentro de los grandes mitos que rodean al PC, y lo venimos arrastrando desde hace muchos años, pero la realidad es que no tiene sentido. La seguridad en el mundo del PC ha mejorado muchísimo y lo mismo ocurre con los problemas, fallos y errores que se pueden producir en este tipo de equipos, siempre que hagamos un uso sensato de los mismos.
Ya no vivimos en aquellos tiempos en los que algo tan simple como ejecutar un juego podía darte un error aleatorio y tumbar Windows de forma irreversible. Me acuerdo que, en mi PC con Pentium a 133 MHz y Windows 95, esto era un clásico, tenía problemas que ni yo mismo entendía y reinstalé dicho sistema operativo más veces en un año que Windows 10 en mis últimos dos PCs durante ocho años.
También es cierto que tuve muchos problemas con virus y amenazas de seguridad en la era de Windows XP, y en menor medida en la época de Windows 7, pero esto también mejoró muchísimo a partir de Windows 10, un sistema operativo que, como Windows 11, viene con un buen antivirus preinstalado. Con Windows 10 no tuve el más mínimo problema de seguridad, y solo tuve que reinstalarlo una vez por una actualización que Microsoft lanzó en mal estado, y que hizo desaparecer mis unidades SSD.
Desde 2015 hasta ahora, todos los PCs que he tenido han funcionado sin ningún problema grave, salvando lo que os he comentado, y solo he tenido que reinstalar Windows 10 una vez en ocho años por un problema que fue culpa de la propia Microsoft. Ahora mismo utilizo Windows 11, y todo va perfecto de momento.
Conclusión: un PC bien configurado no dará problemas si se utiliza de forma sensata.
2.-Necesitas mucho dinero para montar un buen PC
Sin duda otro de los mitos más importantes que podemos encontrarnos a día de hoy. Mucha gente cree que para montar un buen PC es imprescindible hacer un gran desembolso, pero en realidad podemos acceder a configuraciones equilibradas y bastante potentes incluso con presupuestos muy reducidos.
Obvia decir que al final todo dependerá de nuestras necesidades, pero gracias a la gran variedad de componentes que hay en el mercado hoy en día podemos tenemos muchísimas posibilidades, solo tenemos que saber elegir los componentes adecuados, y si encima lo hacemos en el mejor momento posible el ahorro que podemos conseguir es enorme.
Os pongo un ejemplo, hace unos meses un amigo se decidió por fin a montar un PC nuevo. No quería gastar más de 300-350 euros, aunque me dijo que cuanto más cerca de los 300 euros mejor, y su objetivo era poder jugar a títulos sencillos, como World of Tanks. Le dije que esperase a las ofertas de PcComponentes, que estaban al caer por ser casi final de año, y al final pude montarle un equipo perfecto por 325 euros.
Entre los componentes de ese PC elegí un Ryzen 5 5600G, que pude conseguir en oferta por 117 euros, 16 GB de memoria DDR4 a 3.200 MHz por unos 48 euros y un SSD PCIe Gen4 x4 de 1 TB a 3.500 MB/s por 48 euros. Lleva meses usándolo, y está muy contento porque le ofrece todo el rendimiento que necesita para trabajar y jugar a sus títulos favoritos. Más adelante podrá ponerle una tarjeta gráfica dedicada si lo necesita.
Por entre 500 y 600 euros ya es posible montar un PC con una tarjeta gráfica dedicada que será capaz de ofrecer una experiencia óptima en 1080p, con la llegada de tarjetas gráficas como la Radeon RX 7900 GRE podríamos dar forma a un PC para jugar en 4K desde solo 1.200 euros. Esos precios son aproximados, porque al final con la gran cantidad de ofertas que tenemos al cabo del año las cifras finales pueden cambiar.
Conclusión: no necesitas gastar miles de euros para montar un buen PC. A partir de 300-350 euros ya puedes hacerte con algo potente y equilibrado.
3.-El PC se queda obsoleto muy rápido
Este mito fue cierto durante bastante tiempo, de hecho viví en varias ocasiones este problema con algunos de mis PCs, pero dejó de ser verdad hace ya unos años. Hubo un tiempo en el que los avances que se producían en el mundo de la informática eran tan grandes con respecto a las generaciones anteriores que, en general, un equipo tope de gama montado hace dos años podía quedar casi totalmente obsoleto.
Por ejemplo, mi Pentium a 133 MHz con 16 MB de RAM se empezó a quedar obsoleto al año y medio de comprarlo, tras la llegada de los Pentium con tecnología MMX y las aceleradoras gráficas 3D. Tres años después de comprarlo ya no podría acceder prácticamente a casi nada actual, y las pequeñas ampliaciones de hardware que pude hacer solo me ayudaron un poco a disfrutar de algunos juegos menos exigentes.
Otro PC que tuve, equipado con un Pentium 4 a 2,8 GHz, 1 GB de RAM y una GeForce FX 5200 Ultra con 128 MB, también se quedó obsoleto muy pronto. En este caso pude salir del paso saltando a una GeForce 6600 GT, que me dio muchas alegrías, y tanto el procesador como la configuración de RAM aguantaron mucho más tiempo comparados con generaciones anteriores.
Esa tendencia a aguantar más tiempo ha sido una constante en el mundo del PC. Otro ordenador que tuve, configurado con un Intel Core 2 Duo E8200, 4 GB de RAM y una GeForce 9600 GT me duró casi 5 años, una auténtica pasada, porque nunca había tenido un equipo tan longevo, y de no ser porque el soporte de DirectX 11 se hizo imprescindible igual lo habría aguantado durante más tiempo.
Hoy en día es fácil montar un PC de gama media o gama alta y que este equipo nos dure entre 5 y 10 años, dependiendo de su configuración y de lo exigentes que seamos. Os pongo un ejemplo, un PC montado en 2016 y equipado con un Intel Core i7-6700, una GeForce GTX 1070 y 16 GB de RAM, lo que sería un modelo de gama alta de la época con un precio aproximado de 1.200 euros, todavía es capaz de mover cualquier juego actual en 1080p con calidades medias o altas, dependiendo de la exigencia de cada título. No está nada mal para un equipo de casi ocho años de antigüedad.
Conclusión: hace años un PC de 1.200 o 1.500 euros (al cambio de pesetas a euros) podría tener una vida útil de entre dos y tres años. Hoy un PC equivalente puede durar fácilmente 10 años.
4.-El consumo de un PC siempre es muy alto
Esta es otra mentira que sin embargo no carece de fundamento. Es verdad que hay componentes en el mundo del PC que tienen un consumo muy elevado, pero también es cierto que hay otros que ofrecen un funcionamiento muy eficiente y que son capaces de mantener un alto nivel de rendimiento. Al final, el consumo de un PC viene determinado por los componentes que escojamos, sin más.
Vamos a verlo con dos ejemplos. Un PC configurado con un Intel Core i9-14900K, una Radeon RX 7900 XTX, 32 GB de DDR5 y un conjunto de componentes a su altura puede consumir hasta 750 vatios a plena carga, un consumo que, efectivamente, es muy alto. Sin embargo, también podríamos cambiar esa configuración a un Ryzen 7 7800X3D y una GeForce RTX 4080 SUPER y tendríamos mayor rendimiento en juegos pero habríamos bajado el consumo a 564 vatios.
Si quisiéramos montar un PC con un consumo muy bajo pero capaz de ofrecer un buen rendimiento también lo tendríamos muy fácil. Por ejemplo, un equipo para ofimática con un Ryzen 5 8500G, 32 GB de DDR5, un SSD PCIe y tres ventiladores en el chasis tendría un consumo de solo 153 vatios a plena carga.
En caso de que quisiéramos montar una configuración para jugar pero con un consumo mínimo podríamos optar, por ejemplo, por un Ryzen 5 5600 y una GeForce RTX 4060 y el consumo, junto a 32 GB de DDR4, un SSD PCIe y tres ventiladores en el chasis, sería de 273 vatios a plena carga. Con este consumo tan bajo tendríamos un PC capaz de mover cualquier cosa en 1080p y calidad máxima sin problemas, y gracias a las tecnologías integradas en NVIDIA DLSS 3.5 podríamos activar incluso el trazado de rayos.
Conclusión: no es necesario asumir un consumo muy alto para montar un PC muy potente, es un mito que no tiene sentido porque hoy en día podemos encontrar componentes capaces de ofrecer un buen rendimiento manteniendo un consumo muy equilibrado.
5.-Jugar en PC es muy caro
El mito de que jugar en PC es caro parte de una idea que, a priori, tiene sentido, pero que poco a poco va perdiendo fuerza hasta queda totalmente diluida. Es cierto que en relación coste-potencia una consola ofrece un valor muy bueno, y que en los primeros años de vida de esta suele ser imposible montar un PC con la misma potencia por el mismo dinero.
Sin embargo, esto no quiere decir que jugar en PC sea más caro que hacerlo en consola, de hecho ocurre todo lo contrario, al final acaba siendo más barato, y os voy a explicar por qué:
- Tenemos tecnologías exclusivas que mejoran el rendimiento y que pueden marcar una diferencia enorme en fluidez y calidad de imagen, como AMD FSR 3 y NVIDIA DLSS 3.5. Una GeForce RTX 4060 con DLSS 3.5 activado deja en ridículo a una PS5, y se trata de una tarjeta gráfica de 309 euros.
- No tenemos que pagar una cuota para poder jugar en línea. Una suscripción anual de PS Plus en su nivel más básico tiene un precio de 72 euros al año. Si pagamos esta suscripción durante la vida útil de una consola, que suelen ser 8 años, habremos gastado 576 euros, suficiente para comprar un PC nuevo.
- Los juegos en PC son más baratos, podemos conseguir juegos gratis (tanto títulos triple A como indies) y también tenemos la posibilidad de acceder al Game Pass, que ofrece una gran cantidad de juegos por una pequeña cuota mensual. La diferencia de precio entre un juego de PC y uno de PS5 puede ser de hasta el 50%, y las ofertas de Steam y de otras plataformas, como la Epic Games Store, hacen que al final ahorremos mucho dinero en juegos.
Conclusión: jugar en PC es más barato que jugar en consola, de hecho siempre lo ha sido. En los años noventa un juego para Super Nintendo podía costar 20.000 pesetas o incluso más (120 euros o más), mientras que en PC salían ofertas muy buenas y los precios eran mucho más bajos. Esto no ha cambiado, y además tampoco tenemos que pagar por servicios básicos, como el juego online.
6.-Mantener un PC es muy complicado
Entiendo que las consolas siguen teniendo cierta ventaja como plataforma especializada en juegos, pero no debemos olvidar que estas han ido perdiendo con el paso del tiempo parte de su esencia, y que hoy en día más bien deberíamos hablar de PCs consolizados, porque utilizan componentes de PC personalizados, vienen con un sistema operativo que permite hacer más cosas además de jugar, necesitan instalar los juegos y además tienen que actualizarse cada cierto tiempo.
En muchos aspectos el mantenimiento básico de una consola actual es parecido al de un PC. Ambas plataformas tienen que actualizarse, y es buena idea hacer limpiezas internas cada cierto tiempo para evitar que el polvo se acumule y que tengamos problemas de exceso de temperatura. Con un PC tendremos que hacer algunas cosas que no haríamos con una consola, como actualizar los drivers de la tarjeta gráfica, pero este proceso es muy sencillo y totalmente seguro.
Mantener un PC no es complicado. Si hacemos un buen uso del mismo puede que no tengamos que reinstalar el sistema operativo en años, y si realizamos limpiezas con cierta frecuencia y mantenemos los drivers actualizados lo normal es que funcione a la perfección durante toda su vida útil. Solo existe un mantenimiento que puede parecer complicado para aquellos con poca experiencia, cambiar la pasta térmica, pero esto es algo que también se le puede hacer a una consola, y es mucho más fácil cambiar la pasta térmica a un PC que hacérselo a una consola.
No debemos olvidar, además, que hoy en día Windows ha automatizado el tema de las actualizaciones más importantes a nivel de sistema operativo, que las configuraciones básicas se realizan por defecto y que tenemos preinstaladas todas las aplicaciones que necesitaremos para utilizar el PC sin problema. Plataformas como Steam, Epic Games Store y Good Old Games también han simplificado mucho la instalación y gestión de bibliotecas de juegos, así que incluso en el caso de usuarios con un nivel muy básico hoy en día mantener en buen estado un PC es muy sencillo.
Conclusión: mantener un PC no dista mucho del mantenimiento básico de una consola. Casi todo está automatizado, las interfaces son muy visuales e intuitivas, y con un poco de sentido común podemos mantener nuestro PC en buen estado durante muchos años.
7.-El PC no tiene interés como plataforma para jugar
Es verdad que los desarrollos de juegos parten de la base de las consolas de la generación actual, pero gracias a la incorporación del trazado de rayos y de su versión más avanzada, el trazado de trayectorias, hoy en día podemos disfrutar en PC de tecnologías exclusivas que no están disponibles en consola, y acceder a niveles de calidad gráfica, resolución de pantalla y fluidez que son imposibles en una PS5 o en una Xbox Series X.
Por ejemplo, un PC con una GeForce RTX 4060 puede mover sin problema juegos como Cyberpunk 2077 con calidad máxima y trazado de trayectorias en 1080p gracias al DLSS 3.5 en modo calidad, y el resultado es espectacular, tanto por calidad gráfica como por rendimiento, puesto que de media nos moveremos muy cerca de los 60 FPS.
Esto sería imposible en una PS5, que de hecho apenas puede con juegos como Dying Light 2 en 1080p con trazado de rayos limitado a sombras y oclusión ambiental, ya que se mueve a 30 FPS con esa configuración. La GeForce RTX 4060 puede mover ese juego en 1080p con DLSS 3 en modo calidad a 72 FPS de media utilizando trazado de rayos aplicado a sombras, oclusión ambiental, iluminación global y reflejos.
La diferencia es enorme, y eso que hablamos de una GeForce RTX 4060, que es una tarjeta gráfica de gama media económica. Con un PC podemos jugar a otro nivel, y disfrutaremos de una experiencia que sería imposible en una consola. Para ello no tendremos que gastar mucho dinero, como ya os he dicho anteriormente.
También debemos tener en cuenta que el hardware de un PC envejece mejor que el de una consola, y suele mantener mayor valor de reventa en el mercado de segunda mano. Gracias al mercado de segunda mano podemos también vender piezas que no necesitamos y sacar dinero para actualizar nuestro PC. Esto, en algunos casos, nos permitirá dar un salto tan grande que podremos llegar incluso al nivel de una generación superior de consolas.
Conclusión: el PC sigue siendo la plataforma de referencia para jugar, tanto por tecnologías como por rendimiento y posibilidades de ampliación, y esto nunca va a cambiar.
8.-Es necesario reinstalar el sistema operativo con frecuencia
Hace muchos años esto no habría sido un mito en el sector PC, porque como os he contado anteriormente hubo una época en la que Windows podía «morir» con un simple error aleatorio producido por la instalación o ejecución de un juego, pero hoy en día no tiene ningún sentido, y se ha convertido en un auténtico mito.
Si hacemos un uso sensato del PC y no descargamos contenidos de fuentes dudosas ni entramos en webs peligrosas no deberíamos tener ningún problema a nivel de sistema operativo. La misma cautela deberíamos aplicar a la instalación de drivers y de actualizaciones, siempre debemos evitar ser los primeros en descargar o instalar nuevas versiones, y es mejor esperar a ver cómo se comportan estas para no convertiros en «probadores de betas».
Cumpliendo esos requisitos tan básicos es fácil que una instalación de Windows se mantenga fresca y funcionando bien durante muchos años. Ya os he dicho que, en mi caso, tuve que reinstalar más veces Windows entre los años noventa y la primera década del año 2000 que en los últimos ocho años. Esto se debe a las mejoras que ha ido incorporando Windows, pero también a mi madurez como usuario.
Conclusión: utilizar mal o de forma inadecuada y temeraria cualquier dispositivo puede darnos problemas, no solo en PC, también en consolas, smartphones y demás. Si haces un uso sensato de tu ordenador no tendrás que reinstalar el sistema operativo con frecuencia, porque Windows ha madurado y mejorado mucho en este sentido.
9.-Más siempre es mejor en el mundo del PC
Uno de los mitos que más veces he tenido que desmentir y que se ha enquistado de una manera terrible en el mundillo. Más de algo no siempre es mejor, y cuando hablamos de un PC puede ser hasta un error, porque puede llevarnos a gastar grandes cantidades de dinero en cosas que realmente no vamos a utilizar nunca.
Por ejemplo, todavía hay gente que cree que tener una CPU de 8 núcleos y 16 hilos es mejor que tener una de 6 núcleos y 12 hilos, o que contar con 64 GB de memoria RAM le dará mucho más rendimiento que tener 16 GB de memoria RAM, o que necesitan una tarjeta gráfica con 16 GB de memoria gráfica para jugar en 1080p.
Es cierto que una CPU con más núcleos y más hilos puede ser mejor que una con menos núcleos e hilos, pero dependerá de para qué se vaya a utilizar, y también de otras características del procesador, como el IPC, la frecuencia de trabajo y la cantidad de memoria caché L3. Por ejemplo, un Ryzen 7 7800X3D solo tiene 8 núcleos y 16 hilos a 5 GHz en modo turbo, pero gracias a su alto IPC y a sus 96 MB de caché L3 rinde mejor en juegos que un Intel Core i9-14900K, que tiene 24 núcleos y 32 hilos.
Tener más RAM es otro de los grandes mitos, tampoco nos dará más rendimiento si no utilizamos aplicaciones que necesiten mucha cantidad de memoria. Vamos con otro ejemplo, los juegos actuales no suelen consumir más de 12 GB de memoria RAM, salvo en casos muy concretos, así que contar con 16 GB sigue siendo suficiente. Por contra, si trabajamos haciendo tareas de edición o con aplicaciones que consuman mucha RAM tener 32 GB o más sí podría marcar una diferencia.
Con la memoria gráfica ocurre lo mismo, a día de hoy contar con 8 GB es suficiente incluso en 1440p en la mayoría de los casos, y es mucho más importante la potencia de la GPU y las tecnologías que esta soporta que tener 16 GB de memoria gráfica. Para que esa cantidad marque una diferencia realmente importante debemos jugar en 2160p, y dependerá de cada juego en concreto.
Conclusión: hay niveles mínimos de los que no debemos bajar para asegurar una buena experiencia, pero no debemos caer en el error de pensar que más siempre será mejor, porque no es así. Gastar dinero en más memoria RAM, o en comprar una versión mucho más rápida, o en una CPU con más núcleos para exceder el nivel recomendado en cada caso y escenario de uso será un gasto tonto de dinero.
10.-Un PC con AMD siempre será peor que uno con Intel o NVIDIA
Otro de los eternos mitos del mundo del PC, aunque como en casos anteriores hace unos años habría sido cierto. Por ejemplo, AMD tuvo una época negra con los procesadores FX basados en Bulldozer y sus derivados, como Piledriver, pero a día de hoy los procesadores Ryzen 7000 ofrecen un rendimiento excelente y tienen consumos muy contenidos si los comparamos con las alternativas de Intel.
Un PC con una CPU AMD puede ser mucho mejor, y más barato y eficiente que otro equipado con un procesador Intel. Ya no tiene ningún sentido pensar que Intel es mejor porque es Intel, y tampoco debemos pensar que una tarjeta gráfica Radeon de AMD es mala porque es de AMD ni que debamos evitar comprar este tipo de componentes.
Es cierto que, en la generación actual, NVIDIA lleva la delantera en eficiencia, en rendimiento en trazado de rayos y en tecnologías avanzadas, pero AMD ha mejorado mucho tanto en rasterización como en trazado de rayos, se está esforzando por crecer con tecnologías como FSR 3 Fluid Motion Frames, y tiene modelos con una relación precio-rendimiento muy interesante.
Precisamente esto último es lo mejor de las tarjetas gráficas de AMD a día de hoy, la relación precio-rendimiento. Si lo que nos preocupa es la potencia bruta y el precio de venta hay opciones interesantes dentro de la serie Radeon RX 6000 y 7000, como las Radeon RX 6700 XT reacondicionadas por menos de 300 euros y las Radeon RX 7900 GRE por unos 600 euros.
Conclusión: tanto Intel como AMD tienen soluciones muy interesantes, potentes y atractivas en el sector CPU, y no tiene sentido penar que una es mejor que otra solo por el concepto de marca. Lo mismo ocurre, con los matices que he hecho anteriormente, en el caso de las tarjetas gráficas NVIDIA y AMD.
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