Análisis
GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360, análisis: potencia y estilo sin complicaciones
El mercado de las refrigeraciones líquidas AIO tiene un nuevo jugador, la GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360, un kit todo en uno que quiere marcar la diferencia apostando por una sólida calidad de construcción, un diseño muy cuidado, una estética gaming muy marcada donde destacan su iluminación LED RGB y su proceso de instalación simplificado que nos hará la vida más fácil.
La instalación y configuración de los kits de refrigeración líquida llevaba tiempo siendo una de las grandes cuentas pendientes de las marcas más importantes, y poco a poco hemos ido viendo que estas se animaban, por fin, a buscar nuevas maneras de hacer que tanto ese proceso de montaje y de configuración, como la posterior gestión del cableado, resulten más sencillos incluso para aquellos usuarios conocimientos muy básicos.
En este sentido la GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 representa un importante paso adelante. Al ver que estamos ante un kit con tres ventiladores e iluminación LED RGB es fácil pensar que nos vamos a encontrar con un proceso de montaje tedioso y con mucho cableado, pero por suerte la realidad es totalmente distinta, ya que GIGABYTE ha reducido enormemente el cableado necesario gracias a un sistema de conexión en cadena de los ventiladores que resulta muy inteligente, y que representa un claro valor añadido.
Con esta carta de presentación está claro que la GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 se perfila como una solución muy interesante, ¿pero estará a la altura a nivel de refrigeración y de nivel de ruido? Este tema, y otros como el soporte y la integración a nivel de software, los veremos al detalle en este análisis. Poneos cómodos que empezamos.
GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360: análisis externo
Estamos ante un kit de refrigeración líquida de alto rendimiento que utiliza un radiador de aluminio de 394 mm, donde podemos instalar un total de tres ventiladores de 120 mm cada uno. El radiador va conectado a la bomba a través de dos tubos de 400 mm de longitud que están protegidos por un mallado de nailon. Las tomas de ambos lados de los tubos tienen una gran solidez y la calidad de construcción en general es sobresaliente.
En esta toma podemos ver mejor el nivel de calidad de los tubos y de las tomas que van al radiador. Están fabricadas también en aluminio. También se aprecia el tapón que cierra la apertura que nos facilitará la realización de tareas de mantenimiento del líquido refrigerante si algún día son necesarias, pero ya os puedo adelantar que tendrán que parar muchos años para que esto ocurra, y que puede que para entonces ya hayáis cambiado de equipo.
La bomba tiene un acabado de tipo espejo en la parte superior, donde podemos ver el logo AORUS. Esto hace que el efecto de la iluminación LED RGB que integra sea realmente bonito, y podemos rotarla hasta en 330 grados, un detalle muy importante que nos hará la vida más fácil, ya que implica que no tendremos que preocuparnos por la orientación durante el montaje para evitar que quede posicionada al revés, algo que estéticamente quedaría horrible. Si esto ocurre podremos rotarla, sin más.
En la parte inferior nos encontramos con una base de cobre que acelera la transferencia de calor y mejora la disipación. Para evitar problemas de corrosión y maximizar la vida útil del producto la bomba está fabricada en plástico. Justo encima de la base de contacto tenemos la zona en la que debemos insertar el sistema de anclaje que vayamos a utilizar. Este queda sujeto por presión, así que es muy sencillo y no necesitaremos herramientas.
El kit GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 viene con una jeringa de pasta térmica que tiene suficiente cantidad para realizar cuatro o cinco aplicaciones, dependiendo de la cantidad que utilicemos. Esa pasta térmica ha sido la que he utilizado en el análisis, ya que quería comprobar la calidad de la misma.
Pasamos ahora a hablar de los ventiladores. El kit AIO GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 trae un total de tres unidades de 120 mm que con iluminación LED RGB personalizable. Estos ventiladores utilizan un sistema de interconexión en cadena que reduce enormemente la cantidad de cableado, y son muy fáciles de montar. Tened en cuenta que, en condiciones normales, un ventilador de este tipo suele utilizar dos cables, lo que nos dejaría un total de seis cables, y que gracias a ese método de interconexión ninguno de los ventiladores trae cableado.
Los conectores vienen correctamente protegidos, y como podemos ver en la imagen los ventiladores utilizan aspas con una línea curvada y un grosor que va de menos a más partiendo del eje de rotación. Tendremos que conectar solamente un cable a uno de los ventiladores para que estos reciban energía, ya que gracias a ese sistema de interconexión se irán pasando tanto la señal como la alimentación.
Estos ventiladores utilizan rodamientos HDB (hidrodinámicos), tienen un remate gomoso en las esquinas para reducir las vibraciones y pueden funcionar a entre 800 y 2.300 revoluciones por minuto. Esa velocidad les permite generar un flujo de aire de hasta 64,95 CFM con una presión estática de 2,93 mm-H20, y tienen un nivel de ruido que oscila entre los 12,8 y los 36,9 dBA. Por su parte, la bomba puede trabajar a entre 1.600 y 3.400 RPM, y ya os adelanto que es muy silenciosa.
El kit GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 viene con todos los cables y accesorios que necesitaremos para su montaje e instalación. En el manual de instrucciones vienen perfectamente identificados, y también se explica de forma clara todo el proceso de montaje, que como vamos a ver a continuación resulta muy sencillo. Para hacernos la vida un poco más fácil viene también con un cable concentrador de 3 pines ARGB, que actúa también como extensor.
Especificaciones del kit AIO GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360
- Kit de refrigeración líquida todo en uno de gama alta de 360 mm.
- Radiador fabricado en aluminio con capacidad para tres ventiladores de 120 mm cada uno.
- Medidas del radiador: 394 mm x 119 mm x 27 mm.
- Tres ventiladores ARGB de 120 mm con interconexión en cadena (Daisy Chain) que facilita la transmisión de la alimentación y de la señal, lo que ayuda a reducir el cableado necesario.
- Los ventiladores tienen iluminación LED RGB personalizada y utilizan aspas serradas con un perfil de grosor que va de menos a más conforme se alejan del centro, lo que ayuda a reducir el ruido y la vibración, y mejora la eficiencia y el flujo de aire.
- Cada ventilador puede trabajar a un ritmo de entre 800 y 2.300 revoluciones por minuto, utiliza rodamientos HDB (hidrodinámicos) y puede generar un flujo de aire de hasta 64,95 CFM con una presión estática de 2,93 mm-H20. Su nivel de ruido oscila entre los 12,8 y los 36,9 dBA.
- Bomba de alto rendimiento construida en plástico. Trabaja a un máximo de 3.400 RPM, incluye un sistema de iluminación LED RGB personalizable y puede rotar hasta en 330 grados.
- Base de contacto de cobre para acelerar la transferencia de calor. Incluye una jeringa de pasta térmica.
- Tubos mallados con una longitud de 400 mm y refuerzos metálicos en las zonas de unión de los tubos con la bomba y el radiador.
- Integración total con el software GIGABYTE RGB Fusion.
- Garantía de 5 años.
- Incluye toda la tornillería, cables y anclajes necesarios para su instalación.
- Precio: desde 250 euros.
Sockets compatibles
- Intel 1700 (Intel Core Gen 12, Core Gen 13 y Core Gen 14).
- Intel 1200 (Intel Core Gen 11 y Core Gen 10).
- Intel 115x (1150, 1151, 1155, 1156).
- AMD AM5 (Ryzen 7000).
- AMD AM4 (Ryzen 1000, Ryzen 2000, Ryzen 3000, Ryzen 4000 y Ryzen 5000).
GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360: montaje y configuración
En este análisis he utilizado una placa base GIGABYTE Z790 AORUS ELITE X WIFI7, un procesador Intel Core i9-13900K y un kit de memoria DDR5 Corsair Vengeance RGB de 32 GB (2 x 16 GB) a 6.000 MHz CL40, así que he tenido que utilizar el sistema de anclaje y retención para socket Intel LGA1700, que es el que podéis ver en la imagen adjunta.
Lo primero que tenemos que hacer es colocar el sistema de anclaje en la parte trasera de la placa base, abriendo al máximo las guías para que encaje en los agujeros sin problema. Una vez hecho esto nos toca poner los tornillos elevadores alrededor del socket hasta dejarlos tal y como vemos en la imagen adjunta.
El siguiente paso es unir e instalar los ventiladores en el radiador. No tiene misterio, ya que el sistema Daisy Chain que utilizan es muy sencillo, basta con hacer un poco de presión para que los pines entren sin problema en las tomas hembra de cada ventilador. Colocad la guía principal y haced un poco de fuerza hacia arriba, es muy fácil.
Una vez que tengáis los tres ventiladores unidos es necesario conectar el cable de seis pines con doble salida a 3 pines y 4 pines, que normalmente irá en el lateral del primer ventilador. Cuando terminemos este paso pasaremos a atornillar los ventiladores al radiador. Para ello debéis utilizar los tornillos largos y las arandelas incluidas, y colocar cuatro de ellos en cada ventilador. Es muy fácil, aunque os recomiendo una máquina de atornillar o un atornillador eléctrico para que os resulte más rápido y cómodo.
Ya queda menos, ahora insertamos el anclaje para socket LGA1700 en la bomba haciendo un poco de presión y estamos listos para un paso importante, aplicar la pasta térmica. Con una bolita en el centro del tamaño de un guisante pequeño es suficiente, ya que esta se expandirá y cubrirá el IHS de forma óptima, sin derramarse.
Ahora vamos a pasar a instalar la bomba. Situamos las aperturas de los extremos del anclaje en los tornillos elevadores y vamos apretando poco a poco, y de forma gradual y repartida, los cuatro tornillos de retención que irán sobre los de elevación. No hagáis una presión excesiva, ya que esto puede acabar siendo contraproducente.
Para el montaje en un chasis donde ya tengamos montada la placa base es mejor atornillar primero el radiador y dejar el anclaje de la bomba al socket para después. En mi caso, como lo he hecho en un chasis abierto específico para pruebas de rendimiento, he montado primero la bomba, ya que no tengo que preocuparme por el espacio ni por las distancias o la gestión del cableado.
Con la bomba anclada solo nos queda terminar de conectar el cableado. En total tenemos dos conectores de cuatro pines que deben ir a la placa base en tomas «CPU_FAN» o «CPU_PUMP», y también dos conectores ARG de tres pines que podemos conectar al concentrador incluido. Este debe ir conectado a una toma ARGB de 3 pines de nuestra placa base.
Ya está, hemos terminado. Ahora podemos encender el equipo y empezar a disfrutar del kit AIO GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360. Una vez que lleguemos al sistema operativo, que en nuestro caso has sido Windows 11 Pro, deberíamos descargar el software GIGABYTE RGB Fusion 2.0, que nos permitirá personalizar los efectos de iluminación RGB.
Prueba de rendimiento y ruido
El kit GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 está diseñado para refrigerar sin problemas procesadores de alto rendimiento, así que decidí utilizar un Intel Core i9-13900K para llevar la al límite. Este procesador tiene picos de consumo de más de 280 vatios cuando se utiliza a plena carga con la configuración de stock, y en cuanto desactivamos los límites de alimentación y utilizamos el modo mejorado a nivel de BIOS su consumo puede superar los 320 vatios.
Como podemos ver en la gráfica adjunta el kit AIO puede «domar» al Intel Core i9-13900K. Tenemos unos valores de temperatura muy buenos tanto en reposo como en monohilo y en juegos, y razonables en la prueba de estrés multihilo de Cinebench R23. Tened en cuenta que el Intel Core i9-13900K es un procesador que tiene un modo turbo muy agresivo, y que por tanto tiende a escalar la frecuencia para conseguir el máximo rendimiento posible siempre que tenga margen térmico y de alimentación.
Por ello, ese pico máximo de temperatura de 98 grados es perfectamente normal, y no es la temperatura media que mantiene dicho procesador. La media más baja fue de 88 grados C, y la más alta de 91 grados C, números que son totalmente seguros. No obstante, siempre me gusta compartir con vosotros los valores máximos para que tengáis claro lo que puede ocurrir en el peor escenario posible, y para daros así una visión más realista.
Para que no os quede ningún tipo de duda en este sentido voy a compartir con vosotros los resultados que he obtenido en Cinebench R23. Los datos de rendimiento son totalmente óptimos, y confirman que el kit AIO GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 puede acompañar sin problemas a procesadores de alto rendimiento como este.
Por lo que respecta al ruido, el kit AIO GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 es bastante silencioso en modo reposo, pero viene con un perfil bastante agresivo que ofrece un gran rendimiento a costa de tener que aguantar un nivel de ruido elevado. La bomba tiene un nivel de ruido muy bajo, aunque estas siempre quedan «tapadas» por el ruido de los ventiladores.
Notas finales: una opción a tener en cuenta
La competencia en el mercado de los kits de refrigeración líquida AIO es feroz, tanto que incluso los grandes jugadores lo tienen cada vez más difícil para diferenciarse, pero GIGABYTE ha sabido jugar bien sus cartas con la AORUS WATERFORCE II 360, tanto por rendimiento como estética y calidad de construcción.
A nivel de diseño es un kit de refrigeración líquida muy cuidado que tiene detalles preciosistas, como por ejemplo el acabado de tipo espejo en la bomba, que genera un contraste muy atractivo con la iluminación LED RGB. La calidad de construcción se deja notar en todos los elementos del kit, y el proceso de montaje y de instalación se ha simplificado en gran medida gracias, sobre todo, a la eliminación del cableado independiente en cada uno de los ventiladores.
La calidad de la iluminación LED RGB también raya a un gran nivel, tanto en la bomba como en los ventiladores, y podemos personalizarla a través del software dedicado de GIGABYTE. Con todo, este software tiene margen de mejora, y creo que es uno de los puntos que más debería tocar el gigante taiwanés en futuras actualizaciones.
El kit GIGABYTE AORUS WATERFORCE II 360 funciona sin problemas en cualquier socket LGA115X, LGA1200, LGA1700, AM4 y AM5, lo que significa que ofrece un soporte excelente y que podemos utilizarlo con cualquier procesador de consumo general lanzado en los últimos 15 años.
En términos de rendimiento ha cumplido con mis expectativas, ya que es capaz de mantener bajo control un Intel Core i9-13900K, lo que significa que podemos utilizar este kit con cualquier procesador de gama alta actual sin ningún tipo de problema, ni de estabilidad ni de rendimiento. Como hemos visto el nivel de disipación que alcanza no se limita a ser aceptable, sino que es más que suficiente para que dicha CPU pueda desarrollar todo su potencial.
No es el kit más silencioso que he probado, y ya os he comentado que el software de personalización tiene que mejorar, pero compensa su nivel de ruido con una buena refrigeración, y tiene una estética y una calidad de construcción sobresalientes. Una opción interesante, sobre todo si vas a montar un procesador de alto rendimiento.
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