A Fondo
Las mejores versiones de Windows que ha lanzado Microsoft
Hace unas semanas publicamos un artículo especial donde repasamos las que han sido, sin duda, las peores versiones de Windows que ha lanzado Microsoft. Dicho artículo tuvo una buena acogida, así que hoy hemos decidido publicar otro que lo complementa a la perfección, donde descubriremos cuáles han sido las mejores versiones de Windows que ha lanzado el gigante de Redmond.
No voy a adoptar ningún tipo de jerarquía, así que el listado que vais a ver a continuación se limita a seguir un orden cronológico, es decir, hemos ordenado las mejores versiones de Windows de más antigua a más nueva, sin más. La selección se basa tanto en mi propia experiencia con dicho sistema operativo como en las valoraciones de expertos y grupos de usuarios a lo largo de los años, así que no parte de una base meramente subjetiva.
Todas las versiones de Windows que hemos elegido son consideradas, de forma «universal», como buenas, eso no admite discusión, y al final del artículo os diré cuál es para mí la mejor que existe hoy en día. Como siempre, os invito a que nos dejéis vuestra opinión en los comentarios, y a que nos contéis cuál ha sido para vosotros la mejor versión de Windows. Sin más preámbulos, poneos cómodos que empezamos.
Mejores versiones de Windows
Windows 3
Fue la mejor versión, y la más importante, antes de la consagración de Microsoft con Windows 95, un sistema operativo que representó un salto enorme, pero que al final hizo demasiados méritos para estar incluido en la lista de las peores versiones de Windows, acompañando precisamente a Windows 1.
Con Windows 3 en Microsoft llevaron a cabo una importante unificación de su familia de productos anteriores, y dieron forma a una versión que tenía un soporte y una escalabilidad fantástica, tanto que de hecho podía funcionar tanto con equipos basados en un modesto 8088 como en otros más modernos basados en procesadores 286 y 386.
Microsoft mejoró enormemente la interfaz gráfica, introdujo nuevos iconos diseñados por Susan Kare, así como nuevas funciones de gran importancia que marcarían el futuro de Windows, como por ejemplo la de pinchar, arrastrar y soltar, el sistema de fuentes TrueType, nuevas opciones de personalización, mejoras a nivel de multimedia y sorprendió con la inclusión de juegos tan populares como el solitario y el buscaminas.
Es cierto que Windows 3 seguía siendo una capa que dependía de MS-DOS, pero trajo mejoras enormes que perfilaron la base de las futuras versiones de Windows, y muchas de ellas todavía se mantienen. Por otro lado, fue también continuó mejorando con las actualizaciones que lanzó Microsoft, y que elevaron su versión a Windows 3.11.
Windows 98
Esta fue una versión que partió de la base de Windows 95, y que demostró que en Microsoft sabían aprender de sus errores. Es considerada como una de las versiones más populares y que mayor grado de adopción logró teniendo en cuenta el momento histórico, y la situación a nivel global, cuando se produjo su lanzamiento, y pude utilizarla en mi primer PC tras actualizarlo a 32 MB de RAM.
Con Windows 98, Microsoft mejoró la interfaz y mantuvo el soporte de aplicaciones de 16 bits basadas en MS-DOS. Logró perfilarlo como el mejor sistema operativo para gaming, gracias al empuje de DirectX y a ese soporte de juegos «legado» de 16 bits, y con la llegada de la actualización SE (segunda edición) introdujo todavía más mejoras que terminaron de madurar este sistema operativo.
La segunda edición de Windows 98 resolvió varios problemas de menor calado que estaban presentes en la primera versión, mejoró el soporte de unidades USB, sustituyó a Internet Explorer 4 por Internet Explorer 5, que era uno de los grandes pilares de la navegación web en aquella época, y también marcó la llegada de otras funciones importantes, como la conexión compartida a Internet, Microsoft NetMeeting 3.0 y el soporte de unidades ópticas de DVD.
Como nota negativa hay que decir que Windows 98 SE no fue una actualización gratuita, y que por tanto tenemos que elegir entre esta y Windows 98. Obviamente nos quedamos con la segunda, porque supuso una evolución importante frente a Windows 95, tanto a nivel de estabilidad y de fiabilidad como de soporte y de funciones avanzadas. Entre ellas podemos destacar el soporte mejorado de FAT32 y del estándar AGP y de USB, el soporte de conectividad FireWire y de ACPI, y también fue el primero en soportar Windows Driver Model (WDM).
Windows XP
Creo que este sistema operativo no necesita presentación. No solo es una de las mejores versiones de Windows, sino que además es uno de los sistemas operativos más queridos y mejor valorados de todos los tiempos. Su éxito fue tan enorme que, como recordarán muchos de nuestros lectores, incluso el fantástico Windows 7 lo tuvo difícil para desplazarlo.
La transición de Windows XP a Windows 7 fue tan lenta que incluso con Windows 10 ya en el mercado la cuota del primero tenía todavía una presencia significativa. En este sentido, hay que destacar que también influyó considerablemente el fiasco que fue Windows Vista, un sistema operativo que sucedió a Windows XP y que sin embargo tuvo una aceptación mínima, lo que significa que apenas redujo la cuota de mercado de este.
Con Windows XP se produjo un salto importante a nivel de requisitos frente a las versiones anteriores, pero esto era comprensible ya que al final fue el primer sistema operativo de Microsoft para consumo general (Windows 2000 iba dirigido a empresas) que utilizó el núcleo NT 5.1, y que abandonó, por tanto, el núcleo MS-DOS. Para moverlo necesitábamos un equipo mucho más potente que para mover Windows ME, un sistema operativo este último que, como ya os contamos en su momento, es probablemente el peor que ha lanzado Microsoft.
Sin embargo, esas exigencias a nivel de hardware se veían recompensadas con una interfaz mejorada que había recibido un profundo lavado de cara, y que daba al sistema operativo una apariencia mucho más atractiva. También contó con una enorme lista de mejoras y nuevas funciones, y fue la plataforma de despegue de Internet y de aplicaciones tan importantes como MSN Messenger, que marcó a toda una generación, y de otras como Kazaa y eDonkey.
Windows Movie Maker y Windows Media Player también representaron una mejora enorme de las capacidades multimedia de Windows XP, y con este sistema operativo el gaming en PC vivió una auténtica revolución, ya que recibió dos de las versiones de DirectX que definieron la base de algunos de los juegos más importantes de toda la historia. Estoy hablando de DirectX 8 y de DirectX 9, así como de sus actualizaciones posteriores. Por si alguien no termina asimilarlo os recuerdo que Half-Life 2, DOOM III, Resident Evil 6, Crysis 1 y 2 GTA San Andreas, entre muchos otros, utilizan DirectX 9.
Windows 7
Tras el fiasco de Windows Vista en Microsoft eran conscientes de que no podían permitirse un nuevo patinazo. Recuerdo que, en la etapa anterior al lanzamiento de Windows 7, las expectativas eran muy bajas. Había bastante inseguridad sobre lo que iba a hacer el gigante de Redmond, y algunos rumores decían que iba a ser un sistema operativo aún peor que Windows Vista. La negatividad alrededor de este sistema operativo era muy grande, pero por suerte al final esa malas predicciones no se cumplieron.
Windows 7 es una de las mejores versiones de Windows, una de las más importantes de la historia, y un claro ejemplo de que, de nuevo, es posible aprender de los errores cometido, en este caso con Windows Vista. La nueva interfaz gráfica que introdujo Microsoft y sus cambios de diseño fueron muy acertados y gustaron a casi todos los usuarios, pero sin duda lo más importante fue que Microsoft logró corregir los problemas de estabilidad y de rendimiento que mostraba Windows Vista.
En líneas generales, Windows 7 funcionaba mejor y ofrecía una estabilidad superior que Windows Vista sobre el mismo hardware, tenía una interfaz mucho más atractiva, mantuvo una retrocompatibilidad soberbia, mejoró funciones y características «antiguas» que seguían siendo importantes, e introdujo mejoras en todos los niveles que lo convirtieron en una auténtica maravilla capaz de cubrir las necesidades de cualquier perfil de usuario.
También hay que recordar que este Windows fue el responsable de otra gran revolución en el mundo del gaming en PC, y es que fue el único compatible con DirectX 11, una API que llegó en 2009 y que todavía hoy tiene una enorme presencia en el mundo de los videojuegos, tanto que muchos de los títulos actuales se siguen desarrollando con soporte de esta, y algunos rinden mejor con ella que con DirectX 12, una API más moderna y superior.
Este sistema operativo mantuvo, además, todas las cosas que Microsoft hizo bien con Windows Vista, entre las que podemos destacar los cambios en el botón de inicio, y mejoró de forma notable a lo largo de su vida útil gracias a las actualizaciones que recibió en forma de «Service Packs». Su ciclo de vida terminó en 2020, pero todavía es utilizado por muchas personas a lo largo y ancho del globo.
Windows 10
Después de Windows 7 llegó Windows 8, un sistema operativo que utilicé en un portátil Lenovo de nueva generación (en su época), y que francamente no me gustó nada por los cambios que introdujo a nivel de interfaz y por ese forzado toque táctil que adoptó Microsoft, saturando de «live tiles» la pantalla y haciéndonos sentir como si la experiencia PC hubiese caducado.
Por suerte Windows 10 demostró que Microsoft no había perdido la cabeza por la «era táctil». En sus inicios este sistema operativo fue ampliamente criticado, pero lo cierto es que es la mejor versión de Windows que he probado, y es la que sigo utilizando en mi ordenador personal. También ha sido la única versión de Windows que he podido utilizar durante cinco años sin tener problemas graves, y sin verme obligado a reinstalar debido a pérdidas de rendimiento.
Los cambios a nivel de interfaz fueron totalmente acertados, el rendimiento que ofrece Windows 10, incluso en equipos modestos, es excelente, no es exigente a nivel de hardware y a día de hoy es un sistema operativo maduro, estable y verdaderamente fiable. Es cierto que Microsoft hizo cosas mal con este sistema operativo, pero la mayoría se limitan al tema de las actualizaciones, y no debemos dejar que esto empañe el valor real que ofrece este sistema operativo.
Por otro lado, la criticada política de ofrecer Windows 10 como actualización gratis para mí fue todo un acierto, porque me permitió pasar de Windows 7 Pro a Windows 10 Pro sin gastar un céntimo, y también pude actualizar ese portátil Lenovo con Windows 8 del que os he hablado de forma totalmente gratuita.
Tanto por rendimiento como por seguridad, estabilidad, soporte de funciones avanzadas, interfaz, madurez y estabilidad creo que Windows 10 sigue siendo, en general, la mejor versión de Windows que existe a día de hoy, incluso por encima de Windows 11, un sistema operativo que tengo instalado en un portátil y en el banco de pruebas, y que todavía no ha terminado de convencerme.
Hay dos cosas que me frenan a la hora de actualizar a dicho sistema operativo, y que quiero compartir con vosotros antes de terminar este artículo. La primera son ciertos cambios de interfaz que no hacen más que «ralentizarme» cuando utilizo Windows 11, y que me resultan profundamente molestos, como por ejemplo el nuevo clic derecho, que oculta bajo un segundo clic acciones básicas. En segundo lugar están los problemas con las actualizaciones y las pérdidas de rendimiento.
No daré el salto a Windows 11 hasta que esas dos cuestiones se resuelvan, y hasta entonces no consideraré a este como un sistema operativo superior a Windows 10. Tampoco es algo que necesite ni que me corra prisa, ya que Windows 10 cumple de sobra con mis necesidades, y tendrá soporte hasta 2025.
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