Twitter 1 – Elon Musk 0

Seguramente recordarás que la semana pasada te contamos que Twitter y Elon Musk tendrían su primer encuentro, dentro de la demanda interpuesta por la red social contra el multimillonario, esta misma semana, más concretamente hoy, el 19 de julio. Se trataba, como ya te contamos, de una audiencia en la que la jueza Kathaleen McCormick escucharía las peticiones de ambas partes en lo referido tanto a la fecha como a la duración del proceso. Dicha vista ya se ha producido, y podemos afirmar con rotundidad que Elon Musk empieza con mal pie.

Las peticiones de ambas partes a estos respectos diferían sustancialmente, Twitter quería que el juicio tuviera lugar el próximo mes de septiembre y que la duración del mismo fuera de cuatro días, frente a la petición de Musk, que pedía que el juicio se celebrara en febrero del año que viene y que tuviera una duración de diez días. En resumen, Twitter quiere un juicio rápido y lo antes posible, Elon Musk quiere más tiempo, en ambos sentidos.

Twitter ha alegado, para que el juicio tenga lugar lo antes posible, que su actual situación como empresa cotizada es tremendamente inestable. Los movimientos por parte de Elon Musk habrían ocasionado una sustancial pérdida de valor de sus acciones, y la junta de la red social considera que alargar esta situación durante varios meses puede ser tremendamente dañino para la compañía. Y, con respecto a la duración del mismo, todo apunta a que pretenden hacer valer los términos del acuerdo suscrito entre ambas partes, sin que se tengan en cuenta consideraciones adicionales, como las aducidas por Musk para echarse atrás en la compra.

“Millones de acciones de Twitter se negocian diariamente bajo una nube de duda creada por Musk”, afirma Twitter en la documentación presentada. “Ninguna empresa pública de este tamaño ha tenido que soportar estas incertidumbres”.

También podemos leer lo siguiente en la misma: “En su comunicado de prensa anunciando el acuerdo el 25 de abril de 2022, Musk hizo un llamado de atención para ‘acabar con los bots’. Pero cuando el mercado declinó y el acuerdo de precio fijo se volvió menos atractivo, Musk cambió su narrativa, de repente exigió una ‘verificación’ de que el correo no deseado no era un problema grave en la plataforma de Twitter y alegó una necesidad imperiosa de llevar a cabo una ‘diligencia’ a la que había renunciado expresamente”.

Por su parte, la defensa de la posición de Elon Musk afirma necesitar más tiempo para recopilar la información necesaria para, según ellos, poder probar que los números facilitados por Twitter sobre el número de bots presentes en la plataforma es superior al indicado por la red social en el momento de firmar la operación de compra. Algo que también explica que sus deseos pasaran por un juicio de mayor duración, para poder exponer todas las pruebas que esperaban haber recopilado a principios del año que viene.

La defensa de Musk también ha argumentado que no tiene sentido pensar que el multimillonario pretende provocar la bajada del precio de las acciones, toda vez que actualmente es el segundo mayor accionista de la compañía. Sin embargo, juega en contra de este argumento el hecho de que ha utilizado públicamente su cuenta de Twitter para instar a la SEC a investigar a la empresa.

La jueza no ha optado por los planteamientos de ninguna de las partes, si bien su decisión al respecto se encuentra mucho más cerca del postulado de Twitter que del de Elon Musk, ya el juicio finalmente tendrá lugar en octubre y su duración será de cinco días. Todo un revés para Musk, pues no contará con el plazo que consideraba necesario para completar su investigación y, lo que es peor aún, da una señal de que, al menos en este punto, la jueza se alinea más con las tesis de Twitter que con las suyas.

Octubre será, por lo tanto, un mes muy intenso tanto para Twitter como para Elon Musk, que pese a haber empezado con mal pie todavía tiene margen para zafarse del contrato de compra sin que esto le suponga un enorme varapalo económico. No mucho margen, eso sí, tanto las leyes del estado de Delaware como el historial de la jueza, sumados a la decisión tomada hoy por la misma, deberían empujar al multimillonario a prepararse, por si acaso, para lo peor.

Con información de TechCrunch