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¿Por qué no debes apresurarte a comprar juegos en el lanzamiento?

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comprar juegos en el lanzamiento

[OPINIÓN] Si llevas disfrutando de juegos el tiempo que llevo yo, quizá hayas llegado a hacer cola a la puerta de una tienda para recoger uno de esos videojuegos que no querías perderte de ninguna manera. Eran otros tiempos, cuando mandaba el soporte físico, disquetes para más señas, y ni se soñaba con eso de los juegos digitales. Hoy, comprar juegos en el lanzamiento se ha convertido en un ejercicio de alto riesgo. Reservarlos aún peor.

Más allá de que no termine de gustarte el propio juego y ahí hay poco que reclamar, lo que sí hay que exigir es que lleguen en condiciones técnicas razonables. Hay más juegos que nunca y el segmento seguirá creciendo, solo hay que ver la cantidad de efectivo que pagará Microsoft por Activision Blizzard y King, 68.000 millones de dólares (que se dice pronto) y los movimientos de absorción y concentración que va a conllevar esta operación en otros grandes como Sony.

No es general, afortunadamente, y llegan al mercado juegos en perfectas condiciones técnicas, pero otros confirman que algún desarrollador faltó a la clase de «optimización» que nos enseñaban en la asignatura de lenguajes de programación. O las productoras aprietan tanto con los plazos que hay que sacarlos de cualquier manera. O prima el trabajo para consolas y los port de PCs (más trabajosos) quedan en un segundo plano. O se intenta abarcar demasiado. O se promete lo que no se cumple. O se perjudica la experiencia con el fatídico DRM. En definitiva: no se respeta al jugador.

Algunas razones para no comprar juegos en el lanzamiento

Hay que decir que algunos estudios/productoras/distribuidoras tienen por sana norma lanzar sus juegos de manera perfecta. Pero hay otros grandes ejemplos de fiascos y en los últimos tiempos podemos citar dos títulos triple-A que por saga, estudio y expectación merecían haber llegado en perfectas condiciones y no en el estado lamentable que se lanzaron: Cyberpunk 2077 y Battlefield 2042.

Parches y más parches van logrando mejorarlos, pero son una muestra de que en la situación actual es mejor no apresurarse. Mejor esperar un poco y revisar los análisis. Y no solo los de los medios, no siempre tan objetivos como deberían (y nos metemos nosotros), también los comentarios de los usuarios que algunas veces detectan problemas más allá de los medios. Aunque hay juegos que -por lo que sea mandará – reservaremos y compraremos «lleguen como lleguen», hay razones para mantenerse al margen inicialmente.

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Los juegos digitales tienen suministro ilimitado

Reservar juegos tenía sentido en un momento donde el número de copias físicas eran limitadas y podías quedarte sin ellas hasta que la productora analizara los datos de lanzamiento y enviara más. Hoy en día con las grandes plataformas digitales de videojuegos y el crecimiento del sector este problema está solucionado. Aunque se agoten las copias físicas, siempre podrás obtener una copia digital.

Los precios bajan rápidamente

El precio medio de los videojuegos ha subido apreciablemente los últimos años. Especialmente las versiones en PC que hoy llegan a costar lo mismo que las de consolas (60 euros) cuando siempre habían estado por debajo de manera general.

Una vez lanzado un juego, la inmensa mayoría de costes (desarrollo, distribución, marketing…) ya están cubiertos y todos los clientes que puedas agregar a partir de ahí suponen aumentar el rendimiento casi neto. Especialmente los que no necesitan aumentar mucho el soporte multijugador que sí tiene más costes. Es por ello que el precio de los juegos baja tan rápido. Algo que puede aprovechar el jugador solo con esperar unas semanas.

Juegos 1.0: peor calidad y más precio

Hace tiempo que la industria del videojuego superó los ingresos combinados del cine y la música y si sumamos lo que indirecta o directamente llega del hardware (consolas, PCs, periféricos, accesorios…) alcanzamos una cifra colosal. El lanzamiento de un juego triple-A es crítico cuando se han invertido centenares de millones de dólares. Cuando una distribuidora fija una fecha de lanzamiento, hay que cumplirla sí o sí independientemente de su estado, ya que los retrasos suelen penalizar las ventas.

Así nos encontramos no ya con juegos malos, sino que simplemente no están terminados. ¿Es bueno el juego? ¿Gustará al usuario que lo compre? ¿Funcionará bien? Muchas preguntas sin respuesta como para entregar 60 euros antes incluso que el juego haya sido lanzado y sea una mera promesa. Si lo piensas (de manera general porque hay honrosas excepciones) comprar juegos en el lanzamiento significa obtener la peor versión del juego al precio más caro. Por bueno que sea el videojuego necesitará mejoras y en pocas semanas estará más pulido y será más barato.

‘FOMO’ no es una buena razón para reservar juegos

El «FOMO» se describe en inglés como acrónimo del «miedo a perderse algo». La ansiedad de perder oportunidades, lo que sumado a la idea de que otros se aprovechen de ellas vuelve loca a más de una cabeza. La industria del videojuego es una experta en generar entusiasmo, a veces artificialmente y con títulos que no lo merecen. Deberíamos valorar más racionalmente en los juegos que invertimos. 

Ofertas

Relacionado con la rápida bajada de precio que por lo general tienen los videojuegos, todas las plataformas de distribución digital ofrecen ofertas masivas en campañas que se reproducen a lo largo del año y que rebajan la tarifa de juegos con grandes descuentos, en distintos packs o en títulos nuevos o viejos. Aunque sin tanto descuento, no faltan tampoco las ofertas diarias o semanales. Es un buen momento para adquirir aquellos juegos que tengamos en la lista de deseos.

Concluyendo. Hay razones para no comprar juegos en el lanzamiento (y mucho menos reservarlos sin saber como van a llegar al mercado), pero como en muchas situaciones de la vida el corazón suele ganar a la cabeza y, bueno, todos tenemos nuestras debilidades y no es inusual que más de un juego termine siendo una gran decepción.

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