El Senado de EE.UU. confirma la interferencia rusa para hacer presidente a Donald Trump

La interferencia rusa para hacer presidente a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos fue tan real como todo el mundo sospechaba, según confirma un informe del Senado del país, relevante teniendo en cuenta que se trata de la investigación oficial sobre el caso, que ha sido realizado por una comisión bipartidista y que los republicanos tienen la mayoría en la cámara.

La interferencia rusa para hacer presidente a Donald Trump o para ser más precisos, para ayudar a conseguirlo ya que el ciudadano es el que decide con su voto, fue clave. La mayor parte del informe, el volumen 2 de la investigación del Comité de Inteligencia sobre la interferencia rusa (la primera llegó en julio), se centra en los detalles del uso de redes sociales, foros y otros canales en línea para dirigir las elecciones.

La claridad de las conclusiones de la interferencia rusa con las que arranca el informe asusta: «Esta campaña buscó polarizar a los estadounidenses sobre la base de diferencias sociales, ideológicas y raciales, provocó eventos reales y fue parte del apoyo encubierto de un gobierno extranjero al candidato favorito de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos». 

Más importante aún, oficialmente confirma que «el candidato favorito de Rusia» era Trump desde el principio y que las operaciones se llevaron a cabo específicamente para lograr que él y nadie más fueran elegidos. Las tácticas utilizadas fueron «abierta y casi invariablemente de apoyo» de su campaña, incluso en detrimento de otros republicanos. 

Otro punto que señala el informe es que los estadounidenses negros fueron de particular interés para los ciberagentes rusos. «Ningún grupo de estadounidenses fue el blanco de los agentes de información rusos más que los afroamericanos. Con mucho, la raza y los problemas relacionados fueron el objetivo preferido de la campaña de guerra de información diseñada para dividir el país en 2016», destaca la investigación. Como habían señalado otros informes oficiosos antes, las cuestiones raciales siempre son una prioridad para muchos en Estados Unidos y la inteligencia rusa claramente lo percibió como una oportunidad.

Dejando cristalino que la interferencia rusa para hacer presidente a Donald Trump fue clave para su elección y las redes sociales uno de los medios principales para conseguirlo, la investigación también se centra en recomendaciones para que este bochornoso caso no se repita en 2020:

• Examinar los enfoques legislativos para aprobar una normativa específica que garantice que los estadounidenses conocen las fuentes de los anuncios políticos en línea. Quien está detrás y quien los paga.
• El Congreso debería continuar investigando la gama completa de problemas relacionados con las redes sociales.
• Reforzar el peligro real de intento de interferencia extranjera en las elecciones presidenciales de 2020.
• Desarrollar la alfabetización mediática desde una edad temprana ayudaría a construir una resistencia a largo plazo a la manipulación extranjera.
• Poner en marcha un grupo de trabajo entre agencias para monitorear y evaluar continuamente el uso de las plataformas de redes sociales por parte de países extranjeros para la interferencia democrática.
• Desarrollar un plan claro para notificar a los candidatos, partidos u otro personal relacionado con las elecciones cuando esas personas o grupos hayan sido víctimas en redes sociales por parte de un país extranjero para interferir en una elección.

Teniendo en cuenta que las campañas de desinformación o directamente noticias falsas en redes sociales o medios en línea es constante, pero el que termina votando es el ciudadano, destacamos el desarrollo de una de las recomendaciones que seguramente sea la clave de todo el asunto:

«La desinformación deberá ser abordada por una población de ciudadanos informada y exigente que esté alerta a la amenaza y que cuente con las habilidades de pensamiento crítico necesarias para protegerse contra la influencia maliciosa. Una iniciativa pública impulsada por fondos federales, pero liderada en gran parte por instituciones educativas locales y estatales centrada en la construcción de la alfabetización mediática desde una edad temprana ayudaría a construir una capacidad de recuperación a largo plazo a la manipulación extranjera de nuestra democracia».

Volumen 2 del Informe sobre interferencia rusa en elecciones | Scribd