Análisis
Nikoderiko, un Donkey Kong Country de marca blanca para pasar el mono
No me entiendas mal: si eres un apasionado del género, Nikoderiko: The Magical World te va a gustar. Y no poco. El problema es que los puntos fuertes de este título de plataformas, lanzado esta semana en consolas, se apoyan todos en la misma base, y lo que por un lado atrae, por el otro no es que provoque rechazo, pero pesa. Dicho lo cual, te invito a leer el análisis al completo, porque en un mero titular casi nunca cabe todo.
Editado por Knights Peak y desarrollado por el estudio indie VERA Games, Nikoderiko: The Magical World es, en efecto, un Donkey Kong Country de marca blanca con el que pasar el mono mientras la veterana franquicia de Nintendo regresa con nueva entrega, algo que no se sabe bien cuándo sucederá, pero no será pronto. Es por ello que aun presentándose como un producto de lo menos original, Nikoderiko atraerá la atención de muchos.
Un apunte a este respecto: si tienes una Nintendo Switch, tienes a tu disposición la trilogía original de Donkey Kong Country para Super Nintendo a través de Nintendo Switch Online. Además, el catálogo de la consola acoge desde hace tiempo al maravilloso Donkey Kong Country: Tropical Freeze, culmen de la saga y uno de los mejores juegos de plataformas de la historia. Para rematar, el próximo enero se publicará Donkey Kong Country Returns HD, al igual que el anterior y como su propio título indica, remasterizado en alta definición.
En resumen, si te gustan los plataformas 2D pero no has llegado a disfrutar del gran Donkey, comienza por ahí, porque tienes el disfrute garantizado. Sin embargo, si has entrado a leer este artículo precisamente porque el género y la franquicia te encantan y te gustaría encontrar algo que llene el hueco, Nikoderiko es ese algo… y un poquito más, según descubrirás si le das la oportunidad.
Nota: este anális incluye capturas ofiales y otras propias hechas en Nintendo Switch, con una notable pérdida de calidad. ¡Tenlo en cuenta!
Nikoderiko: ni bandicut, ni monico
Disponible para PlayStation 5, Xbox Series S|X y Nintendo Switch, consola donde lo he jugado, Nikoderiko: The Magical World es un título de plataformas de la vieja escuela, de esos en los que la historia importa poco, porque todo está dispuesto en favor de la acción más directa, del avance ágil, de la consecución de los retos que se van presentando y, en último término, de la consumación de los muchos elementos ocultos que atesora cada fase.
Según cuenta la historia, Niko y Luna son dos aventureros que llegan a una isla y, justo antes de conseguir el ansiado tesoro, un malvado se interpone en su camino. Así las cosas, Niko y Luna tendrán que darle su merecido, conseguir el tesoro y, de paso, liberar a la isla de estos seres abyectos. Una vez más, la lucha del bien contra el mal, de unas malvadas serpientes contra unos intrépidos… ¿leones? Pues no: son mangostas, aunque como te dé por buscar imágenes de estas criaturas, te vas a quedar un poco con cara de meh.
Pero sí, son mangostas. Ni leones, ni monos… ni tampoco bandicuts. De hecho, cuando califico a Nikoderiko de Donkey Kong Country de marca blanca, y no de clon, es porque no solo de las aventuras del gran mono se nutre el juego: si el 80% de Nikoderiko es Donkey Kong Country, el otro 20% es Crash Bandicoot. Tal cual. Repito: tal cual.
Es momento de entrar de lleno en este asunto, porque ni miento, ni exagero, ni mucho menos menosprecio el trabajo de nadie. Pero esa fue mi primera impresión conforme vi el tráiler del juego hace unas semanas, y es la que me queda después de haberlo jugado. En este sentido, Nikoderiko no engaña. De ahí que esté insistiendo tanto en ello, porque no estamos ante una obra de un subgéro muy concreto, o «inspirada en».
¿Hasta qué punto se parece Nikoderiko a Donkey Kong Country? Al punto de que si cambiases a Niko por Donkey y retocases cuatro cosas, bien podríamos estar hablando de una nueva entrega del simio encorbatado. Todo lo que recuerdes de Donkey Kong Country se aplica edn Nikoderiko: género, diseño artístico, mecánicas de juego… Que dicho así puede sonar extraño, dado que un juego de plataformas en 2D tiene sus convenciones bien asentadas, pero esto va mucho, mucho más allá.
El diseño general de Nikoderiko no es similar a Donkey Kong Country, es calcado: la composición del mundo, por zonas con fases, los elementos que sustentan cada una de ellas, el tipo de plataformas, la jugabilidad y el modo en que se interactúa con todo… Que sí, que todo suena muy genérico expuesto así, pero es abrumador: no recoges plátanos, pero si ún ítem similar; en lugar de las letras e KONG tienes que reunir las de NIKO; a las zonas de bonus ocultas accedes a través de cañones, al final de de cada fase aporrearás una especie de piñata…
Lo mismo con los movimientos de los personajes: no ruedas hacia adelante, pero te deslizas; no aporreas el suelo, pero puedes saltar y caer con fuerza causando el mismo efecto; Didi no te ayuda a planear, pero puedes hacerlo con una suerte de manta-paracaídas; en las fases acuáticas harás tirabuzones para ir más rápido y atacar a los enemigos… Y, a falta de rinocenorente, puedes montar una rana gigante, un dinosaurio y un jabalí, cada uno con sus propias habilidades.
Al principio resulta sonrojante, pero es lo que es: un auténtico calco del juego de Nintendo, excepto en aquellas pantallas en las que las 2D dan paso a las 3D, un cambio que le viene muy bien al desarrollo, pero que tiene otro péndulo cerniéndose sobre sí, como es el de Crash Bandicoot, también apreciable en la mayoría de jefes.
Nikoderiko: un arriesgado ejercicio de equilibrismo
¿Ya tienes claro lo que esperar de Nikoderiko: The Magical World? Aunque vez sería más acertado denominarlo como un Donkey Bandicoot Country de marca blanca, también es una rara avis en los tiempos que corren y sirve igual para un roto que para un descosido: es un plataformas indie, pero con un nivel de producción superior a la media, con una jugabilidad bastante cuidada, apto para todos los públicos se hayan pulido los referentes del título mil y una veces o los desconozcan…
En su apartado artístico Nikoderiko brilla a buen nivel, pese a que también adolece de falta de personalidad: los personajes son simpáticos y muy cuquis, pero también muy estándar; los coloridos escenarios están repletos de detalles, pero te sonarán de haberlos visto antes… Por sonar, te sonará hasta la música, y no va con segundas: a cargo de la banda sonora del juego está el mismísimo David Wise, compositor de Donkey Kong Country… Y el resultado es muy bueno. Incluso reconfortante.
Con respecto al apartado técnico, se notan problemas determinados que los últimos parches recibidos (el último, ayer mismo) no han conseguido erradicar: hay glitches gráficos menores aquí y allá, las animaciones de los personajes son mejorables, especialmente en los momentos en los que hay diálogos… Lo peor de lejos, sin embargo, es la duración de las pantallas de carga: ¿40, 50 segundos…? Esto es inadmisible. Nikoderiko necesita optimización, al menos en Nintendo Switch. Lo bueno es que son fallos que no afectan al juego y cuando arranca la partida todo va fluido.
Siguiendo con la jugabilidad, término un tanto subjetivo, está igualmente conseguida y los personajes responden bien, algo que no siempre sucede en los juegos de este tipo; las las mecánicas están bien diseñadas… Si acaso, la curva de dificultad puede jugar malas pasadas, porque lo que por lo general resulta sencillo, en ocasiones se complica de manera exponencial, cuando no debería. Ojo a esto: pasarse Nikoderiko es asequible para cualquiera que se conforme con llegar al final del juego. Hacérselo al cien por cien es otro cantar, tal y como ocurre con el mismo Donkey Kong Country.
En este punto cabe destacar dos de los acierto del juego: los modos fácil y normal, bien conjugados para que jugadores novelesy veteranos puedan disfrutar por igual, y el el modo de dos jugadores, realmente conveniente porque está ahí cuando se quiera: pueden comenzar los dos a la vez, se puede pausar la partida y sumarse en ese momento, uno lo deja y sigue el otro solo… Este tema les ha quedado redondo. Discusión diferente es cómo se gestionan los dos jugadores en pantalla, pero no entraremos ahora.
Por último, un detalle para los usuarios más exigentes, dado que el verdadero reto de un Donkey Kong Country no es terminarlo, sino completarlo. Con Nikoderiko pasa lo mismo: el reto no es pasárselo, sino cerrar el juego con el porcentaje más alto posible, muestra de haber exprimido la experiencia. ¿No todo el mundo es tan cafetero? Por supuesto. Sin embargo, quienes sí lo somos sabemos del disfrute adicional que supone lograr los objetivos más difíciles.
En este sentido, Nikoderiko tiene un añadido tan estimulante como estresante: a las letras, el diamante y las llaves que tienes que recoger en cada fase para hacértela al cien por cien, han puesto una calavera que suma las veces que has muerto… Y, créeme, vas a morir muchas veces. Personalmente se me antoja una locura que alguien lo complete todo sin siquiera morir, pero es un detalle que me ha gustado.
Para terminar… ¿He dicho ya que calca en su mayor parte a Donkey Kong Country y también a Crash Bandicoot? Lo retomo para el cierre porque la decisión de hacer algo así es delicada tienes una base clara, puedes atraer a amantes del género y de los juegos a los que «rindes tributo»… Pero, al mismo tiempo, te enfrentas a referentes que nunca han sido batidos. La cuestión, por lo tanto, no es si el alumno supera al maestro, porque eso no ha ocurrido: solo por la factura final, cualquier Donkey Kong Country es mejor juego que Nikoderiko.
Y, sin embargo, Nikoderiko es un señor juego: es un juego completo, cuya culminación te costará entre 8-10 horas dependiendo de tu habilidad y objetivos (unas 15-30 horas para llegar a porcentajes de más del 90% diría yo, salvo casos muy aislados); la variedad de las fases y lo repletas de contenidos que están es de nota, la banda sonora es fantástica… ¿Es esto un juego independeiente, o se están postulando para el próximo Donkey, ahora que Retro Studios está liada con Metroid?
En definitiva, si eres fan de Donkey Kong Country primero y de Crash Bandicoot después, Nikoderiko: The Magical World te gustará sí o sí, aunque en un principio te descoloque un poco por todo lo comentado, ya que la combinación funciona muy bien. Y sí, Nikoderiko no juega en su misma liga, pero sí en la de otros honrosos títulos de plataformas de más reciente hornada, como New Super Lucky’s Tale, A Hat in Time o Yooka-Laylee, y como son juegos que no abundan…
Además, Nikoderiko: The Magical World sale a un precio de 29,99€. Lo puedes encontrar ya en Nintendo eShop, PlayStation Store y Xbox Store. A principios de 2025 llegará a PC.
El modo de dos jugadores es todo un acierto
Un género que no se prodiga, hay que aprovecharlo
La banda sonora es evocadora
Hay que optimizar mejor el juego, al menos en Nintendo Switch
La curva de dificultad es irregular
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