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El fin de Manifest V2 llega a Google Chrome Canary

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El fin de Manifest V2 llega a Google Chrome Canary

El fin del ciclo de vida de Manifest V2 es algo sabido desde hace ya bastantes años. La migración a V3, y más concretamente sus efectos en los bloqueadores de publicidad, es algo de lo que ya te hablábamos hace más de cinco años. Es cierto, sí, que este cambio se ha ido retrasando en sucesivas ocasiones, pero también han ido surgiendo novedades en este tiempo, que han complicado aún más la persistencia de los bloqueadores de publicidad en la web, al menos tal y como los conocemos en la actualidad.

Estábamos a la espera de que ocurriera y, según podemos leer en este tweet, ya se ha dado un paso más en este sentido, y es que Google Chrome Canary ya no permite habilitar las extensiones basadas en Manifest V2. Esto, que ahora se circunscribe únicamente a la versión de desarrollo del navegador de Google, nos confirma que V2 ya tiene, definitivamente, los días contados, pues salvo sorpresas o cambios de última hora (que parecen poco probables), lo que acaba de debutar en Canary debería terminar de dar el salto a la versión estable en entre 12 y, como mucho, 16 semanas.

La transición de Manifest V2 a V3 ha sido una cuestión muy controvertida, especialmente para quienes dependen de extensiones como los bloqueadores de anuncios. Mientras que Google asegura que Manifest V3 mejora la seguridad y el rendimiento del navegador, muchos desarrolladores y usuarios consideran que estas modificaciones también limitan la eficacia de ciertas herramientas. Manifest V3 impone restricciones al uso de la API webRequest, que era fundamental para que los bloqueadores interceptaran y bloquearan contenido no deseado de manera dinámica. Ahora, con declarativeNetRequest, los desarrolladores deben definir reglas estáticas, lo cual restringe la capacidad de reaccionar en tiempo real a los anuncios y amenazas emergentes.

Estas restricciones no solo afectan la funcionalidad de los bloqueadores de anuncios, sino que también generan preocupación en torno a la privacidad y el control del usuario sobre su experiencia en la web. La capacidad de personalizar y ajustar el comportamiento de los bloqueadores para satisfacer necesidades individuales se ve afectada negativamente. Aunque Google argumenta que estas restricciones ayudan a proteger a los usuarios de extensiones potencialmente maliciosas, algunos críticos interpretan este movimiento como una forma de proteger su modelo de negocio basado en la publicidad. Es innegable que, con un bloqueo menos eficiente de anuncios, el ecosistema publicitario del que Google es un pilar clave se beneficiará. El cambio en Chrome Canary marca el inicio del fin definitivo para las extensiones basadas en Manifest V2, y el cronograma de Google deja poco margen para maniobras.

Para los usuarios, esto podría significar un cambio considerable en su experiencia de navegación. Los bloqueadores de anuncios y otras extensiones que dependían de la API de webRequest para ofrecer un control granular sobre los elementos cargados en una página web tendrán que adaptarse a las limitaciones de V3, que reduce su efectividad. La comunidad de usuarios deberá buscar alternativas y posiblemente combinar distintas herramientas para mantener un nivel similar de protección y personalización. El paso de Chrome Canary a una versión estable no solo cierra un capítulo para Manifest V2, sino que también obliga a repensar cómo navegamos y cómo protegemos nuestra privacidad en la web actual.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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