Intel actualiza X86S y da otro paso más hacia el abandono de los 32 bits
El gigante del chip ha actualizado las especificaciones de su arquitectura X86S a la versión 1.2, un movimiento importante porque indica que Intel no solo está comprometida con esta arquitectura, sino que además va muy en serio con todo lo que ella implica tanto a nivel de rendimiento como de soporte de aplicaciones de legado.
La arquitectura X86 es la base de la computación moderna desde hace casi 50 años. Fue creada en los años 70 con el lanzamiento del procesador Intel 8086, uno de los chips más míticos del gigante de Santa Clara que supuso la entrada en la era de los 16 bits.
Esta arquitectura se mantuvo con el salto a los 32 bits, y lo mismo ocurrió con la llegada de los procesadores X86-64, que nos llevaron a la era de los 64 bits, pero manteniendo un soporte pleno con los 16 bits y los 32 bits.
Según Intel, buena parte del conjunto de instrucciones y de características que utiliza la arquitectura X86 han quedado obsoletas y se han convertido en un lastre, pero son necesarias para mantener esa compatibilidad con aplicaciones de 16 bits y de 32 bits. Ahí es donde entra en juego Intel X86S, una arquitectura que busca eliminar por completo dicha compatibilidad.
Intel X86S: todo o nada por los 64 bits
Ese es el objetivo de Intel con esta última actualización de dicha arquitectura, liberarla del lastre que suponen todas las instrucciones y características de legado necesarias para mantener la compatibilidad con 16 bits y 32 bits. Sin embargo, el gigante del chip es consciente de que las aplicaciones de 32 bits todavía tienen un peso importante, y por ello ha decidido no darles la espalda por completo.
La actualización a la versión 1.2 introduce un modo de compatibilidad con aplicaciones de 32 bits. No concreta exactamente cómo funciona dicho modo, pero está claro que ya no equivale a un soporte completo, y que es otro paso más que nos acabará llevando tarde o temprano al final del soporte de aplicaciones de 32 bits.
Creo que es un movimiento lógico, pero también pienso que es algo muy complicado por varias razones. La primera, y la más importante, es que uno de los valores más importantes de la arquitectura X86 ha sido siempre su compatibilidad con aplicaciones de legado, ese amplio soporte que se extiende varias décadas atrás, y que permite que software muy antiguo pueda correr en hardware actual sin problemas.
Este cambio tendría sus ventajas, ya que permitiría modernizar y liberar de una importante carga a esta arquitectura, pero podría reducir el valor de la misma. También podría dar problemas a muchos usuarios tanto particulares como profesionales que todavía utilicen aplicaciones de 32 bits, y genera incertidumbre sobre el futuro del ecosistema x86-64, un estándar en el que AMD jugó un papel fundamental, ya que fue la primera en lanzar un procesador de 64 bits de consumo general.