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Se acabó la espera, Lunar Lake ya está aquí

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Se acabó la espera, Lunar Lake ya está aquí

A principios del mes de junio, como ya te contamos aquí, Intel presentó la esperada generación Lunar Lake, una nueva iteración de la veterana saga Core (renombrada, eso sí, como ya sabrás). No obstante, en aquel momento la tecnológica nos estaba adelantando lo que estaba por venir, de modo que el siguiente y esperado paso era, claro, su llegada al mercado en los primeros sistemas que hayan sido motorizados con estos nuevos integrados. Sistemas que, eso sí son portátiles, pues es esta la plataforma a la que están dirigidos, al igual que ya ocurriera el año pasado con Meteor Lake.

Antes de seguir con los integrados Lunar Lake, que como ya sabrás se encuadran en la familia Core Ultra 200, recordar que hablamos en concreto de los 200V, pues las familias dirigidas a los sistemas de sobremesa está prevista (aunque no anunciada oficialmente) hasta principios de octubre, y que Intel ha decidido ser más conservadora, tras los problemas experimentados por las generaciones decimotercera y decimocuarta, que han puesto a la tecnológica en una situación comprometida.

Por lo tanto, y como indicaba al principio, al hablar de esta primera llegada al mercado de la generación Lunar Lake, nos estamos refiriendo a los integrados para sistemas portátiles, los 200V, pues el resto de versiones de Core Ultra 200 todavía se harán esperar un mínimo de un mes. Y, como también vimos ya en la anterior generación, Intel está marcando más diferencias entre los modelos destinados a ordenadores de sobremesa y los dirigidos al mercado portátil.

Se acabó la espera, Lunar Lake ya está aquí

Como ocurre con cada generación, Intel ha afirmado que Lunar Lake supone una excepcional evolución con respecto a sus predecesoras, pero en honor a la verdad hay que reconocer que sí que nos encontramos, al menos sobre el papel, frente a una más que interesante renovación de la plataforma, que toma la arquitectura basada en tiles que ya vimos en Meteor Lake, pero con mejoras que llegan a muchos de sus aspectos clave, proporcionando de este modo una experiencia de uso bastante mejorada.

En este sentido, la evolución más destacable (pues es mejora sobre la generación anterior, no novedad) es la inclusión de una NPU de cuarta generación, que cuadruplica el rendimiento de la que encontramos en Meteor Lake. Este incremento en el rendimiento no solo responde a la mayor demanda de capacidad de cómputo de tareas de inteligencia artificial. Como seguramente ya habrás deducido, pues es un movimiento más que predecible dado el estado actual del mercado, ya que responde a los requisitos de la especificación Copilot+ PC, presentada en mayo por Microsoft, y que exige una capacidad mínima de cómputo para IA basada en una NPU.

Otra de las grandes mejoras viene por la vía de la eficiencia, un punto crítico siempre en sistemas portátiles, pero que crece exponencialmente cuando hablamos de sistemas que ofrecen, como gran valor añadido, la capacidad de ejecutar en local cargas de trabajo de inteligencia artificial. Y es que un denominador común de los sistemas que hemos visto identificados como Copìlot+ PC es que no son grandes estaciones de trabajo portables, en las que el foco se pone en el rendimiento. No, su principal foco se encuentra en que son equipos muy eficientes, y que por lo tanto pueden proporcionar grandes autonomías en multitud de escenarios de uso.

Se acabó la espera, Lunar Lake ya está aquí

Estas mejoras en la eficiencia se sostienen en varias novedades importantes. Por ejemplo, Intel ha renovado la microarquitectura de los núcleos de la CPU. Los núcleos de alto rendimiento Lion Cove y de alta eficiencia Skymont han sido optimizados para maximizar el rendimiento por vatio, gracias tanto a una utilización más inteligente de la energía, como a una distribución más inteligente de las cargas de trabajo entre los núcleos.

Otro avance importante en este sentido llega gracias al sistema de integración de los diferentes elementos, distribuidos en tiles, que conforman el conjunto del chip (que, en puridad, es un conjunto de los mismos). Y es que esto permite la integración de elementos producidos en diferentes escalas, e incluso de distintos proveedores. En este caso, al analizar en detalle un integrado Lunar Lake, vemos que hay elementos de 6 nanómetros producidos por la propia Intel, junto con otros salidos del nodo de tres nanómetros de TSMC. Todo ello, eso sí, ensamblado por Intel empleando su tecnología Foveros.

Hay otra novedad, también muy importante y que afecta positivamente a la eficiencia, pero que tiene como contrapartida una menor flexibilidad para el usuario, y es que ahora la memoria RAM se integra directamente en el empaquetado de Lunar Lake. Esto proporciona una menor latencia y también un menor consumo energético, aunque claro, impide al usuario ampliar la memoria del equipo, que con este nuevo sistema solo podrá optar por 16 o 32 gigabytes de LPDDR 5X-8500.

Se acabó la espera, Lunar Lake ya está aquí

Así, según Intel, todo este amplio conjunto de mejoras se traduce en un ahorro de hasta un 40% de energía en comparación con Meteor Lake. Y algunos datos son aún más sorprendentes, como el rendimiento por vatio de esta revisión de sus núcleos, que puede llegar a ser hasta un 80% superior al de sus predecesores.

Ahora bien, aunque como ya hemos contado anteriormente, la eficiencia es muy importante, Intel también saca el pecho al hablar de rendimiento en Lunar Lake. Y a este respecto, la tecnológica cifra el incremento en el rendimiento de los núcleos Skymont de hasta un 50% con respecto a Meteor Lake. Y a esto, claro, debemos sumarle la mejora en el rendimiento fruto de la disminución de la latencia de la memoria RAM que, como te contábamos antes, ahora se integra en el SoC.

Y aún queda otra mejora muy relevante que llega con Lunar Lake, la GPU Xe2, que según Intel marca una muy marcada evolución con respecto a su generación predecesora. Concretamente, nos cuentan que es 1,5 veces más rápida que la GPU Xe de anterior generación, presente en Meteor Lake, y que además logra esta mejora sin que esto se traduzca en un impacto negativo en su eficiencia. Será muy interesante, desde luego, comprobar hasta qué punto esta iteración de su propuesta de gráficos integrados supone un salto tan destacable.

Además, al hablar de su GPU hay otro aspecto importante que debemos tener en cuenta, y es que la GPU Xe2 es capaz de proporcionar rendimiento máximo de hasta 67 TOPS, superior por lo tanto incluso al de la NPU de la plataforma. Y a este respecto, la suma de CPU, GPU y NPU, se sitúa alrededor de los 120 TOPS, por lo que cualquier herramienta que permita su uso combinado para tareas basadas en IA se encontrará con un rendimiento, específico para este tipo de tareas, más que destacable.

 

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Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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