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Seis componentes por menos de 100 euros que mejorarán mucho tu PC

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Una de las cosas que más me suelen preguntar tanto amigos cercanos como familiares es cómo pueden mejorar su PC, qué componentes deberían elegir y qué pueden hacer si tienen un presupuesto muy ajustado.

Muchos creen que no tienen posibilidades de mejora real, y que al final necesitarán mucho dinero para conseguir una mejora notable, o que incluso no tendrán más remedio que comprar un equipo nuevo, pero  la verdad es que ocurre todo lo contrario.

Cualquier PC que haya sido configurado en los últimos diez años puede mejorar muchísimo con una inversión muy modesta, solo debemos saber qué componentes tenemos que comprar para mejorar nuestro ordenador en función del presupuesto que tengamos.

Obviamente hay muchas variables que dependerán también de la configuración base que tenga nuestro equipo, y de nuestros objetivos, pero al final son dos problemas menores que podemos superar de una manera sencilla si partimos del enfoque adecuado.

Eso es precisamente lo que he hecho para dar forma a una guía muy especial que quiero compartir con todos vosotros, en la que os voy a explicar de forma general cómo podéis mejorar vuestro PC con solo 100 euros eligiendo seis componentes que marcarán una gran diferencia.

Cada uno de esos componentes no superará esos 100 euros, y os explico en cada uno de ellos qué mejoras conseguiréis y cuándo debéis priorizarlos. Si tenéis cualquier duda podéis dejarla en los comentarios y os ayudaré a resolverla. Dicho esto, empezamos.

Componentes para mejorar tu PC por poco dinero

1.- Nuevo procesador

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Cambiar el procesador de tu PC te permitirá mejorar mucho el rendimiento del equipo, y no necesitas hacer un gasto enorme para conseguirlo. El procesador se ocupa de las operaciones y cálculos básicos del equipo, y es responsable del rendimiento en general del mismo.

Su peso es tan grande que con un cambio de procesador podemos dar una segunda vida a un PC que parecía haber quedado obsoleto, y puede que este nos permita disfrutar de aplicaciones, juegos y sistemas operativos que antes no funcionaban en nuestro equipo.

La elección de un nuevo procesador dependerá de muchos factores, pero os puedo dejar una serie de recomendaciones generales que os ayudarán a tomar esta importante decisión, manteniendo ese presupuesto máximo de 100 euros:

  • Si tienes un PC con una placa base AM4 con un Ryzen 1000 saltar a un Ryzen 5 3600 o a un Ryzen 5 5500 será un buen salto en términos de rendimiento. Cumplirás el requisito recomendado en juegos actuales, y tendrás un procesador compatible con Windows 11. El Ryzen 5 5500 cuesta unos 97 euros.
  • En caso de que tengas un PC Intel tienes muchas opciones interesantes, sobre todo en el mercado de segunda mano. Un equipo con socket LGA 1151 podrá tener una segunda vida si pasamos de un Core i5 6000 a un Intel Core i7-6700, y si tenemos un equipo con socket LGA1200 pasar de un Core i3 Gen10 a un Core i5-11400F nos dará un enorme salto de rendimiento. Su precio es de 99,99 euros.

Tened en cuenta que el procesador puede afectar al rendimiento de otros componentes, como la tarjeta gráfica, y que siempre es importante buscar un cierto equilibrio en este componente. Si tienes dudas echa un vistazo a este artículo, donde encontrarás un resumen detallado de qué procesador necesitas para cada tarjeta gráfica.

2.- Kit de memoria RAM

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La memoria RAM es otro de los componentes más importantes a la hora de determinar el rendimiento y las capacidades de un PC, y suele ser una de las especificaciones que más limita y que más impacto tiene en la obsolescencia de un ordenador. Por suerte también es uno de los más fáciles y de los más baratos de actualizar.

Es importante que sepas cuánta memoria RAM tiene tu PC y de qué tipo es. Esta información te ayudará a determinar qué tipo de actualización es la que necesitas.

Ampliar la memoria RAM en capacidad te permitirá ejecutar aplicaciones, programas, juegos e incluso sistemas operativos a los que antes no tenías acceso, y también puede mejorar el rendimiento en casos concretos.

Si vas a actualizar un PC comprado entre 2015 y 2022 lo más probable es que necesites memoria DDR4. Estos kits están disponibles a muy buen precio, y ya parten de velocidades que podemos considerar como óptimas (3.200 MT/s). Con todo, asegúrate comprobando la compatibilidad de la RAM con tu placa base.

En líneas generales si tienes menos de 16 GB de memoria RAM lo ideal es que compres un kit nuevo con esta capacidad en dos módulos, ya que esto te permitirá activar el doble canal. Hay opciones muy económicas (38 euros), así que no vale la pena recurrir al mercado de segunda mano, salvo en casos muy concretos.

Si utilizas aplicaciones profesionales que consumen mucha RAM tendría sentido montar 32 GB de memoria RAM. En este caso hay kits con precios desde 68 euros, una cifra muy económica, sobre todo teniendo en cuenta que estos kits ya parten de velocidades.

3.- Dar el salto a una unidad SSD

Muchos PCs que tienen más de cuatro años de antigüedad utilizan unidades HDD. Este tipo de unidades tienen partes mecánicas y dependen de un cabezal magnético para realizar operaciones de lectura y de escritura, así que son muy lentos. Su velocidad de lectura y escritura secuencial suele rondar entre los 100 MB/s y los 200 MB/s.

En términos de rendimiento y de latencia están muy lejos de lo que podemos conseguir incluso con el SSD más lento y más barato que existe a día de hoy. Por ejemplo, un SSD SATA III económico rondará sin problema los 500 MB/s en lectura y escritura secuencial, y al no tener partes mecánicas su latencia y sus tiempos de acceso son mucho más bajos.

Una unidad SSD NVMe económica puede superar sin problemas los 3.000 MB/s en velocidades de lectura y escritura secuencial. Como vemos hay una diferencia enorme, y lo mejor es que este tipo de unidades de almacenamiento han bajado mucho de precio, ahora son mucho más asequibles.

Comprar un SSD de este tipo con 1 TB de capacidad nos puede costar unos 65 euros aproximadamente, y nos dará una mejora de rendimiento tan grande que será como pasar de la noche al día, de hecho es una de las actualizaciones más recomendables para cualquier PC que tenga todavía un disco duro.

Si tenemos un SSD nuestro equipo arrancará y se apagará más rápido, las aplicaciones y archivos básicos se abrirán al instante, notaremos que el sistema operativo responde con mucha mayor fluidez, y también mejorarán los tiempos de carga y las operaciones de streaming en aplicaciones y juegos.

4.- Una nueva tarjeta gráfica

Si tu objetivo es poder seguir disfrutando de juegos actuales esta debería ser una de tus prioridades. Lamentablemente no es posible encontrar una buena tarjeta gráfica para jugar por 100 euros o menos en el mercado de primera mano, pero por suerte hay soluciones muy interesantes en el mercado de segunda mano.

Los juegos dependen principalmente de la tarjeta gráfica para funcionar, por eso este componente es el más importante para este tipo de aplicaciones, pero ten en cuenta que también deberás tener un procesador que cumpla con los requisitos, y disponer de 16 GB de memoria RAM y de un SSD es muy recomendable.

Ahora mismo la mejor tarjeta gráfica que podemos comprar por 100 euros en el mercado de segunda mano es la GeForce GTX 1660 SUPER. Tiene 6 GB de memoria gráfica, utiliza la arquitectura Turing y tiene unos requisitos de alimentación muy bajos, lo que la convierte en una opción ideal para equipos con fuentes poco potentes, ya que no tendremos que cambiar dicho componente.

Esta tarjeta gráfica representa una mejora importante frente a tarjetas gráficas como la GeForce GTX 1060, la Radeon RX 580 y modelos anteriores. Si tenéis una GeForce GTX 1070, Radeon RX Vega 56 o superior no vale la pena saltar a una GeForce GTX 1660 SUPER, tendréis que gastar más dinero para comprar algo que realmente os ofrezca una buena mejora de rendimiento.

5.- Un nuevo sistema de refrigeración

Muchos procesadores de gama media económica y de gama baja vienen con sistemas de refrigeración de referencia que ofrecen un rendimiento aceptable, pero pueden ser bastante ruidosos, y en algunos casos puede que no terminen de mantener el procesador en un margen de temperaturas óptimo, lo que acabará afectando a su rendimiento.

Cambiar el sistema de refrigeración del procesador puede marcar una gran diferencia en esos casos, y no necesitamos hacer una gran inversión para disfrutar de esta mejora, ya que hoy en día podemos comprar ventiladores de alto rendimiento por menos de 60 euros, y también tenemos kits de refrigeración líquida todo en uno por menos de 100 euros.

Tenemos muchas opciones, pero la verdad es que una de las más interesantes son los kits de refrigeración líquida todo en uno, porque han bajado mucho de precio, ofrecen un buen equilibrio entre rendimiento y nivel de ruido y suelen ser compatibles con casi todos los sockets que existen, así que no tendrás que preocuparte por el tema de la compatibilidad.

Ahora mismo por valor precio-rendimiento uno de los kits de refrigeración líquida todo en uno más interesantes que podemos comprar es la Tempest 360 RGB, que viene con un radiador de 395 mm y tiene tres ventiladores de 120 mm. Es bastante silenciosa y muy efectiva, y se puede comprar por menos de 80 euros. Puede refrigerar de forma óptima cualquier procesador actual, así que podrás seguir utilizándola en futuras ampliaciones de tu equipo.

6.- Nueva fuente de alimentación

Lo he dejado para el final no porque sea el menos importante, nada más lejos de la realidad, sino porque es uno de los componentes a los que menos caso solemos hacerle, y al dejarlo en último lugar tendrá una mayor visibilidad en esta guía.

Uno de los problemas que suelen tener los PCs más antiguos a la hora de actualizarlos es precisamente su fuente de alimentación, porque esta puede quedarse corta en potencia y limitar mucho el abanico de componentes al que podremos acceder.

Imagina, por ejemplo, que quieres montar la GeForce GTX 1660 SUPER que he recomendado en este artículo, pero tienes una fuente de alimentación de baja calidad con solo 300 vatios de potencia. Deberías cambiar antes la fuente de alimentación para poder mover de forma segura esa tarjeta gráfica.

Comprar una nueva fuente de alimentación supondrá una gran actualización en tu PC porque te permitirá acceder a nuevos componentes, más potentes y eficientes. En muchos casos es fundamental para poder dar una segunda vida a un ordenador, sobre todo si vamos a cambiar la tarjeta gráfica, ya que este suele ser el componente que más consumo tiene.

El precio de las fuentes de alimentación ha bajado mucho en los últimos años, y hoy en día podemos encontrar modelos con un buen nivel de potencia y certificación 80 Plus Gold por menos de 100 euros. Por ejemplo, la Corsair RM650 de 650 vatios está disponible por 84,91 euros.

Con esto no quiero decir que vayamos a necesitar siempre una fuente de alimentación de ese nivel. Esto dependerá de lo que vayamos a montar y de nuestras aspiraciones, pero debemos pensar en este componente como una inversión muy a largo plazo, y es que comprar una fuente de alimentación de calidad que exceda un poco nuestras necesidades nos permitirá seguir utilizándola en futuras ampliaciones.

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