La próxima generación de Xbox no será híbrida
La incertidumbre rodea, desde hace ya algún tiempo, al futuro de Xbox, y dado que este es el nombre empleado por Microsoft para referirse a prácticamente todo su negocio en relación con los juegos, aclaro (aunque probablemente ya lo hayas imaginado) a su consola que, paradójicamente, es la que ha terminado dando nombre a todo el ecosistema, pues este nombre fue empleado por primera vez para denominar al debut de los de Redmond en el mercado de las consolas, muy a principios de este siglo.
Si no sabes de qué estoy hablando, me refiero a la complicada situación que experimenta la actual generación de la consola, un problema que viene de largo y que, como te contábamos hace unos días, tiene a Microsoft al borde de tirar la toalla, y eso pese a que, desde el punto de vista de sus especificaciones y prestaciones, la Xbox Series X no tiene nada que envidiar a PlayStation 5. Sin embargo, como ya hemos recordado en más de una ocasión, el cúmulo de malas decisiones tomadas con Xbox One, sigue pasando factura a día de hoy a su sucesora.
Eso sí, cuando hablamos de que Microsoft se plantea rendirse, nos referimos específicamente a la actual generación, puesto que a principios de este año, tuvimos la confirmación oficial de que habrá Xbox next-gen, e incluso pudimos hacer una proyección de lo que cabe esperar de esa futura generación. Y, como sabrás, hace ya años que hay rumores sobre una Xbox portátil, pero estos se han incrementado sustancialmente de un tiempo a esta parte.
Este cúmulo de rumores sobre ambos dispositivos, junto con el indiscutible éxito de Nintendo Switch, han sido el caldo de cultivo perfecto para que la hipótesis de que la next-gen de Microsoft adopte también ese formato. Sin embargo, según leemos en Wccftech, la Xbox next-gen no será híbrida, y la portátil se complementará con ella. Además, también pone el punto en otro aspecto importante y que ya hemos escuchado anteriormente, y es que Microsoft intentaría adelantarse a Sony llevándola al mercado en 2026.
Tiene todo el sentido, si el plan es hacer una Xbox muy superior tecnológicamente a la futura PlayStation, que Microsoft descarte la opción híbrida, y se concentre en crear una máquina como la que planteaba en el artículo que enlace algo más arriba. Y también me parece un movimiento inteligente el intentar adelantar a Sony en el tiempo, pues no debemos olvidar que ese fue uno de los factores (aunque no el único, claro) del éxito de Xbox 360 con respecto a PlayStation 3.