Servicios de música en streaming: crecimiento decreciente
Los servicios de música en streaming se han convertido, en los últimos años, en la principal vía de acceso y consumo de música para una gran mayoría de usuarios. Esto es muy comprensible, ya que el modelo de suscripción por un precio razonable y que proporciona acceso a catálogos monstruosamente grandes ofrece muchísimas ventajas. Todavía hay muchas personas que prefieren comprar, ya sea en físico o en digital, y eso también está muy bien, pero es indiscutible que ahora mismo el mercado musical está dominado por el streaming.
En el caso del los servicios de música en streaming ocurre, además, algo que desafortunadamente no vemos en el de cine y series, y es que los catálogos son, en su inmensa mayoría, compartidos. Es decir, que si quieres escuchar lo último de Taylor Swift, lo puedes encontrar en Spotify, en Apple Music, en Amazon Music y en YouTube Music. No necesitas suscribirte a varios servicios para poder acceder a toda la música que te gusta (aunque cada servicio procura tener sus exclusivas), lo que hace que tengan que competir en otros aspectos, sin marear al usuario, como ocurre con los catálogos de vídeo bajo demanda.
Así las cosas, este mercado se ha mantenido en expansión desde hace años, para dicha tanto de los propios servicios como, claro, de las discográficas y propietarias de los derechos de la música que se ofrece en los mismos. Sus ingresos dependen de la cantidad de reproducciones de sus canciones, por lo que un mayor volumen de usuarios se traduce, muy probablemente, en más reproducciones y, exacto, más ingresos. Ahora bien, como ocurre con casi todo, hay determinados elementos clave que son finitos.
Así, según leemos en 9to5Apple, Universal Music ha reconocido un descenso en la velocidad de crecimiento en usuarios de los servicios de música en streaming. Eso sí, parece que piensan que se trata de una desaceleración temporal, es decir, que el ritmo de crecimiento volverá a incrementarse más adelante (sin fecha, claro). Ocurre, claro, y tengo la sensación de que también será tu caso, que cada vez hay más voces que apuntan a que no es algo temporal, sino la señal de que este mercado se va acercando a sus máximos.
Dicha publicación se hace eco de algunas declaraciones de un directivo en Universal Music, que ha visto caer el valor de sus acciones nada menos que un 30%, en respuesta a este ritmo de crecimiento ralentizado. Y, personalmente, no puedo dejar de pensar que la aspiración al crecimiento ad eternum es un disparate. Entendería el pánico antes un descenso en la cantidad de suscriptores a los servicios de música en streaming, incluso un estancamiento podría tener una lectura preocupante. Pero, aspirar a mantener las cifras de crecimiento de los primeros años, una vez que la propuesta ya está notablemente consolidada… ¿es cosa mía o es un disparate?