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Análisis

Opel Corsa 2024, carrera

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Move yourself  Yes (Owner of a Lonely Heart, 1984)

Casilda ha salido de la iglesia arrebatada por la inspiración Divina. Don Julían es el nuevo párroco, un párroco joven y (Dios perdone a Casilda) hermoso y sonriente, tal y como Casilda recuerda a su Paco antes de que se fuera a Alemania y se lo devolvieran roto. La realidad es que Paco era bajito y peludo con poco atractivo físico y con la mitad de dientes que Don Julián, siendo generosos, pero una gran sabiduría fruto de partirse el espinazo casi literalmente durante años en el tajo. Trabajando desde que su padre le llevara a reparar las vías del ferrocarril con ocho años, fuerte como dos toros y terco como cuatro mulas, decía Casilda siempre a sus amigas. Casilda ha cruzado la plaza del pueblo en un ejercicio de levitación desplazándose casi sin darse cuenta hasta el bar de la Consuelo. Ella, Consuelo, despeinada y malhumorada hace décadas que no va a la Iglesia. Tenía un acuerdo con el Altísimo concertado solemnemente una tarde de julio junto a la acequia rodeada de luciérnagas. Pero el Altísimo no cumplió su parte del trato y ahora tiene que atenerese a las consecuencias en forma de ausencia y amargas y coloridas blasfemias. Consuelo le sirve un vaso de anís a Casilda, un vaso a medio limpiar, porque sabe que Casilda es muy esctricta con la limpieza y quiere molestarla. Pero Consuelo en vez de escuchar las protestas de Casilda observa cómo casi con el mismo gesto la señora vestida de negro con un cardado coronado con una peineta apura el licor y con un giño le pide «otro». Casilda guiñando el ojo. Consuelo sacude la cabeza y piensa que pronto ha venido la demencia a visitar a La Santa, como llaman a Casilda las malas lenguas del pueblo. Un apelativo acompañado a menudo de ironías y maledicencias que Consuelo escucha sin comentar, como todas las ironías y maledicencias que escucha al otro lado de la barra y guarda junto con el rencor contra el altísimo, un rencor muy grande para un pueblo tan pequeño y tan seco. El sol bañaba la plaza borrando hasta las sombras mientras La Santa tomaba su segundo anís, esta vez saboreándolo con más parsimonia.

La mente que empezaba dulcemente a nublarse mientras chasqueaba la lengua con indisimulado placer le devolvía la imagen de los ojos de Don Julián mientras con esa voz de galán de culebrón venezolano clavando sus pupilas en las suyas les dijo con pasión «Dios os ama, os ama con todas sus consecuencias, con todo su poder, ¿no os dais cuenta? ¿No lo sentís en lo más profundo de vuestro ser?» Y vaya si Casilda lo sentía, como si alguien hubiera sacudido con una descarga eléctrica una parte de ella que tenía guardada cuidadosamente sin intención de volver a usar, cubierta de paños viejos y naftalina en el fondo de un baúl cerrado con llave debajo de viejas cartas, postales gastadas de tanto darles la vuelta una y otra vez, fotos desenfocadas y casi borradas por el tiempo, un par de discos de Fox Trot, los zapatos de la primera comunión, un bolso de cuando tenía dieciseis años que llevaba en ese famoso baile de la plaza con la orquesta Trotamundos, una entrada de un cine de Guadalajara en la que ya no se lee la película pero que era de indios (casi seguro), el frasco del jarabe de la tos de su padre, la caja metálica del tabaco de liar de Paco. Paco que los últimos años dejaba caer la mitad del tabaco cuando intentaba liarse un pitillo de tanto que tosía. Le partía los pulmones y a Casilda el alma escuchar esos quejidos cuando tomaba el aire que parecía que no quería entrar entre tos y tos. Hasta en el hospital se fumó los pitillos a escondidas mientras Casilda lloraba sus últimas toses. «Mujer, no llores, me voy tranquilo» fueron las palabras de Paco antes de dejar de toser para siempre. Su Paco. Siempre le había parecido el hombre más guapo del mundo, de verdad, incluso cuando las otras chicas del pueblo sacaban de sus cajas de costura las fotos del Errol o del Cary o del Charlton o incluso de Paul. Siempre le había parecido el más apuesto… hasta que Don Julio había hablado hoy en la iglesia. Y con un suspiro Casilda se quedó dormida en la barra. Sus ronquidos ahuyentaron al gato del bar (que no de Consuelo) que fastidiado decidió aventurarse al sol antes que soportar ese diabólico concierto.

Hay utilitarios que van marcando épocas, ya sea por su propuesta estética o técnica o por el éxito en ventas y por lo tanto por convertirse en solución de transporte económica. El Opel Corsa es uno de estos modelos que en particular tiene una historia con una relación estrecha con España pues ha sido producido en gran parte en la factoría de Figueruelas en Zaragoza. De hecho más del 90% de todos los Opel Corsa que se han fabricado proviene de esta fábrica española. De hecho en 2021 salió de Figueruelas el Corsa 11 millones que corresponde a la sexta generación o Corsa F del modelo alemán.

Modelo analizado Opel Corsa
Motor y acabado 1.2 Turbo 100 CV GS
Potencia 101 CV
Velocidad máxima 194 Kmh
Aceleración o-100 9,9 s
Largo/ancho/alto 4060/1765/1433 mm
Potencia máxima RPM 101 CV 5.500 rpm
Par máximo Nm/RPM 205 Nm
Caja de cambios Manual 6 velocidades
Web https://www.opel.es/
Precio 19.700 euros

El Corsa nació en el año 1982 y si el resto de utilitarios que competían con él se ganaron cada uno su propia fama, la del Corsa era la de ser un coche robusto, sobre todo por su ascendencia alemana, y hasta su diseño de formas rectas y serias contribuian a esa fama. En la actualidad el Opel Corsa ha cambiado mucho, gracias también a la incoporación del fabricante al grupo internacional Stellantis, y ahora esta revisión estética de la sexta generación muestra unas líneas redondeadas y modernas y un tamaño muy superior al Corsa original lo que le permite competir en una franja de mercado que también ha cambiado mucho, aunque siga teniendo acento zaragozano.

Nuevo Corsa

Para nuestra prueba hemos tenido la ocasión de probar un modelo de Opel Corsa con el motor 1.2 Turbo de gasolina (etiqueta C) con el acabado GS, una versión que tiene una buena relación entre prestaciones y precio aunque no disponga de las últimas versiones híbridas de las motorizaciones que ha incorporado Opel a la gama junto con los retoques estéticos. Es una motorización austera pero que rinde 100 caballos con una cifra de par que alcanza los 205 Nm, cifras que permiten incluso su uso por carretera para viajes aunque sea un coche eminentemente urbano.

En cuanto a la actualización estética de esta revisión de la sexta generación del Corsa ha modificado el frontal para unificar la estética con otros modelos utilizando el estilo Opel Vizor, que consiste en integrar los faros con una franja de material plástico brillante de color negro que recorre todo el frontal que la la impresión de ser una especie de antifaz. En el centro de este elemento se coloca el emblema de la marca en el mismo color por lo que no interrumpe la impresión de que se trata de una pieza única. El resto del frontal tiene un diseño limpio, hasta la parte de la gran parrilla situada en la parte inferior también de color negro.

Este es el caso del acabado GS que es el que hemos probado. El lateral del Corsa tiene un perfil aerodinámico y en este acabado luce dos colores en la carrocería, blanco en la parte inferior y negro en los pilares A, B y C, el techo y el spoiler trasero. Las sencillas llantas de 16 pulgadas muestran un diseño minimalista de cinco radios que junto a la carrocería bicolor le otorgan cierto aire deportivo. No en vano el nombre GS de este acabado corresponde al que se aplicaba a los modelos más deportivos de la marca que correspondía a la denominación Grand Sport a veces junto a la letra i que indicaba que era un modelo de inyección.

Color negro

En la parte posterior el mencionado spoiler de color negro domina en la parte superior y la moldura lateral negra arropa la luna trasera dando impresión de continuidad. El portón del maletero divide los grupos ópticos superiores que se colocan altos sobre los laterales separados por el escudo de la marca. Más abajo el nombre del modelo ocupa el centro del propio portón. Más abajo la pieza del paragolpes tiene gran tamaño y se encuentra bastante elevada ocupando buena parte de este apartado inferior de la zaga del coche con los dos elementos reflectores hundidos en los laterales.

En el interior hay pequeños cambios con respecto a la generación anterior, pero no los hay en cuanto a la habitabilidad y el espacio disponible para la carga. Sigue siendo un buen coche cómodo para el puesto de conducción, con materiales de plástico duro y acabados austeros pero resistentes y eficaces que se entonan perfectamente con el precio y la categoría del coche. Hay algunos retoques en algunos materiales como el revestimiento del volante que es algo más acolchado agradable al tacto y algunos detalles de la tapicería que tienen detalles de mayor calidad pero sin grandes alardes de lujo.

En la parte trasera y como el diseño de la carrocería no ha variado demasiado el acceso a las plazas traseras sigue siendo algo incómodo por el diseño de las puertas. El espacio es suficiente para dos personas pero, como es normal en este tipo de coches, escaso para tres. El acolchado y la tapicería dan una sensación de confort y comodidad bastante agradable por lo que los dos pasajeros viajaran bien. El maletero sigue teniendo la misma capacidad: 309 litros, que no lo colocan en la cabeza de capacidad de carga frente a sus rivales pero que superan lo que se podría esperar de un modelo urbano.

Nuevas pantallas

En cuanto a la instrumentación se ha modificado para acoger una pantalla de siete pulgadas con gráficos más modernos que en la generación anterior y que ya vimos en el Corsa eléctrico con una gráfica ligeramente distinta. La pantalla sigue siendo algo pequeña comparada con otros modelos de la competencia pero cumple su función sin ningún problema con buena visibilidad e información suficiente. En lo que respecta al sistema de información y entretenimiento este ha recibido una actualización que mejora los gráficos y el funcionamiento del sistema pero que mantiene el tamaño de la pantalla y el sistema de botones táctiles.

En cuanto a la conducción en este modelo de Corsa hay que señalar que el moto es el mismo 1.2 turbo que tuvimos la ocasión de probar en un modelo de la generación anterior. La diferencia es que este motor que rinde 100 caballos en esta ocasión está asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones, a diferencia del cambio automático del modelo que probamos entonces. Las cifras arrojan una significativa diferencia en las cifras de aceleración y de velocidad máxima a pesar de que la mecánica, si dejamos a un lado la transmisión, es exactamente la misma en un coche y en otro.

Sonido de tricilíndrico

El sonido tricilíndrico de un motor aún frío nos recibe al arrancar el Corsa, un sonido al que nos vamos acostumbrando ya que este tipo de motores son habituales en cilindradas pequeñas, pero no pueden compararse al sonido redondo de un motor con un número par de cilindros. En cualquier caso al recorrer los primeros metros en ciudad ya nos damos cuenta que el cambio manual permite sacar mucho más partido a este motor turboalimentado (de ahí la diferencia en las cifras). Jugando con el embrague podemos arrancar en los semáforos con bastante alegría y mantener el motor revolucionado para apurar más las marchas.

Aunque el ruido del motor se filtra bastante en el habitáculo (no hay que olvidar que se trata de un modelo que podríamos definir como utilitario) no es demasiado alto y al salir a carretera y autopista el ruido aerodinámico es bastante contenido. Además los asientos, por lo menos los de esta versión GS, son notablemente cómodos por lo que se pude decir que se trata de un coche cómodo para su categoría. La visibilidad es buena y las cámaras para realizar maniobras han aumentado su precisión por lo que su manejo para operaciones como aparcamientos es muy buena, gracias también a su tamaño.

Mejor en manual

Cuando salimos a la carretera también notamos el cambio en la transmisión. La posibilidad de apurar las marchas y dejar que el turbo compresor entre en acción a sus anchas permite acelerar con más presteza que con la versión automática. Haremos algo de sacrificio con el ruido del motor, pero los resultados son poder bajar de los 10 segundos al acelerar de cero a cien kilómetros por hora. Hemos conducido en un recorrido con curvas cerradas y este pequeño Corsa no se ha descompuesto. Jugando con las marchas hemos podido mantener un ritmo alegre con una buena respuesta al volante y con las suspensiones y los frenos funcionando de forma muy efectiva.

En autopista el Corsa tiene un buen rodar, salvo por el ruido del tricilíndrico y el aerodinámico los viajes largos son bastante confortables, gracias sobre todo a los asientos que como nos suele pasar con Opel tienen una muy buena calidad. Las suspensiones tienen tmbén un buen tarado y permiten disminuir el impacto de las irregularidades del asfalto. La vida de a bordo a mejorar sería en la parte trasera donde el espacio es algo más escaso, pero en general no es un mal coche para viajar, con una buena autonomía y consumos gracias a que el pequeño motor turbo es bastante austero si no abusamos del cuentarrevoluciones.

Conclusiones

La impresión con este Corsa es que Opel ha querido mantener todos los elementos que le siguen colocando como uno de los compactos más buscados, con buen equilibrio en casi todo y con unas opciones mecánicas que ahora incorporan motores con hibridación. Esta motorización de 1.2 litros de gasolina con turbocompresor es bastante alegre aunque con sus limitaciones, pero alcanza su mejor versión en términos de sensaciones y prestaciones sin duda con este cambio manual, que recomendamos para el que no tenga inconveniente en renunciar a la indudable comodidad que representa un cambio automático.

Aún teniendo algún defecto que limar, se trata de un coche que es muy competente en carretera y en ciudad, con un buen equilibrio entre acabados y materiales aunque tendiendo a lo austero antes que a lo vistoso. Nos sigue faltando un paso adelante en cuanto a la instrumentación y el sistema de información y entretenimento, que aunque mejoran algo no alcanzan el nivel de otros sistemas que equipan los modelos de la competencia. El precio sin embargo es lo que manda muchas veces y en este aspecto este modelo del fabricante alemán representa una opción que puede ser muy atractiva.

Valoración final
7.6 NOTA
NOS GUSTA
Buenos asientos
Cambio manual
A MEJORAR
Habitabilidad trasera
RESUMEN
El Corsa sigue siendo un excelente urbano cada vez más preparado para salir de la ciudad. Modernizar las pantallas y mejorar la habitabilidad trasera dos asignaturas pendientes.
Prestaciones7.5
Diseño7.5
Consumo8.5
Confort7
Sistema de infoentretenimiento7.5

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