Apple incumple la DMA, según la Comisión Europea
La relación entre Apple y la Unión Europea es más amarga cada día que pasa y, aunque son múltiples los episodios que han dado lugar a estas tiranteces, como el enfrentamiento entre Spotity y Apple en el que los reguladores europeos han dado la razón a Spotify, el grueso del conflicto responde a la DMA, una norma a la que dijo adaptarse con iOS 17.4, pero que llegó con un enorme número de condiciones para los desarrolladores que pretendían llevar sus apps a iOS sin pasar por la App Store y/o por la pasarela de pago Apple Pay.
La respuesta por buena parte del sector tecnológico a las condiciones impuestas por Apple no se hizo esperar, fue conjunta y contundente y, evidentemente, los reguladores europeos tampoco se quedaron al margen, si bien actuaron inicialmente como cabe esperar de ellos, es decir, recabando información y analizándola en detalle para comprobar si, efectivamente, los de Cupertino estaban imponiendo condiciones que, de facto, iban en contra del espíritu de la DMA.
Concluida esta investigación preliminar, la Comisión Europea ha compartido sus conclusiones con Apple, las ha hecho públicas y, como cabía esperar, no dejan a Apple precisamente en buen lugar, y también comprometen su actividad en el espacio común europeo. Las conclusiones a las que ha llegado la Comisión ponen el foco en tres condiciones comerciales impuestas por Apple, y afirman que éstas impiden a los desarrolladores orientar libremente a sus clientes, y que las comisiones económicas impuestas por Cupertino están muy por encima de lo que se considera estrictamente necesario.
Como indicaba anteriormente, de momento hablamos de una investigación provisional, por lo que Apple ahora podrá presentar cuantos argumentos considere necesarios para justificar sus actuaciones. Eso sí, hay bastante margen de tiempo para ello, pues la investigación no concluirá hasta marzo de 2025, lo que le concede a los de Cupertino un buen margen para armar sus defensas. Y es que, de no hacerlo, las consecuencias a las que se puede enfrentar son más que considerables.
¿Y qué consecuencias son esas? Pues Apple podría enfrentar, de primeras, una sanción de hasta el 10% de su volumen de negocio global, una cantidad que se puede incrementar hasta el 20% en caso de reincidencia. Y ahí no queda la cosa, si Apple insiste en incumplir algún elemento de la norma de manera sistemática, el regulador puede exigir al gatekeeper, en este caso Apple, que venda una o varias partes de su negocio, del mismo modo que tuvo que hacer Microsoft para completar la compra de Activision-Blizzard en Reino Unido.
Hace solo unos días te contábamos que Apple no traerá al espacio común europeo algunas de las funciones más interesantes presentadas en la WWDC 2024, por temores precisamente en relación con la DMA. Ahora, visto este movimiento por parte de la CE, que ya se había filtrado anteriormente, cuesta no relacionar ambos puntos.