La sonda Voyager 1 vuelve a estar plenamente operativa
La historia de las sondas Voyager 1 y Voyager 2 es, sencillamente, fascinante. Aunque va en contra de intuición, la primera en ser lanzada al espacio fue la Voyager 2, el 20 de agosto de 1977, mientras que la Voyager 1 inició su viaje un par de semanas más tarde, el 5 de septiembre de 1977. Es decir, que a medida que nos vayamos acercando al final del verano, ambas cumplirán 48 años surcando el espacio, casi cinco decenios en los que, pese a varios problemas técnicos, han logrado seguir en servicio.
Como siempre que hablamos de estas sondas «hermanas», creo que merece la pena dedicar un momento para recordar que estamos hablando de una obra maestra de la ingeniería, quizá no tanto por la complejidad de sus sistemas, , como por la calidad de su diseño y por el modo en el que sus responsables supieron adelantarse a muchos de los problemas que podrían producirse en el futuro, adelantando de este modo soluciones para los mismos.
Esto nos explica que, pese a las incidencias que he mencionado anteriormente, hasta ahora el control de misión desde la Tierra ha sido capaz de solventarlos pese a su gran hándicap que, claro, es el de no tener acceso físico a las sondas. Y así, unas misiones que inicialmente iban a durar cinco años, siguen operativas a día de hoy. Hasta principios de año, el susto más reciente lo protagonizó la Voyager 2 el verano pasado, después de que un comando enviado desde la Tierra modificara su orientación impidiendo las comunicaciones. Unos meses después fue posible, afortunadamente, recuperar la comunicación y, además, actualizar su software para evitar que este problema se repita.
Digo que hasta principios de año porque, como te contamos en febrero, a principios de febrero se produjo un problema con los datos enviados por la Voyager 1, y es que la información que enviaba no tenía sentido. Por suerte, en este caso las comunicaciones bidireccionales se mantenían plenamente operativas y, por lo tanto, los equipos de ingeniería han podido trabajar, desde entonces, para identificar el origen del problema y, tras ello, para intentar solucionarlo.
En abril ya se produjeron noticias esperanzadoras, pues en ese momento la sonda empezó a enviar datos básicos correctos, y la buena noticia es que, tal y como informa la agencia espacial estadounidense, la Voyager 1 ya está enviando, de nuevo, datos correctos de los cuatro instrumentos que porta. ¿Y por qué son tan importantes estos datos? Pues porque ambas sondas son las únicas capaces de recopilar información directamente del espacio interestelar.
Todavía quedan algunas tareas pendientes dirigidas a resolver los efectos del problema que causó el envío de datos sin sentido. Así, próximamente se procederá a una actualización del software de las tres computadoras integradas en la sonda, con el fin de garantizar una correcta sincronización a la hora de ejecutar los comandos que sean enviados desde la Tierra.