El reescalado en juegos es imprescindible, y la culpa es del Unreal Engine 5
La resolución nativa se está convirtiendo gradualmente en una «especie en extinción». El uso del reescalado en juegos lleva años ganando terreno, y la verdad es que nos guste o no es algo lógico, porque esta tecnología ofrece ventajas muy importantes que, en casos concretos, hacen que jugar en resolución nativa no merezca la pena.
Al utilizar reescalado en juegos podemos mejorar considerablemente el rendimiento, pero esto no es todo. Dependiendo de la tecnología de reescalado que utilicemos mejoraremos incluso la calidad de imagen, lo que significa que el juego no solo rendirá mejor con una configuración determinada, sino que también se verá mejor.
Eso es precisamente lo que ocurre al aplicar NVIDIA DLSS 2 Super Resolution en modo calidad, que gracias al proceso de reconstrucción inteligente y al suavizado de bordes que aplica. Las diferencias se aprecian fácilmente en los objetos a media distancia, y también en los detalles más finos situados a larga distancia, como podemos ver en la imagen adjunta.
Intel XeSS también logra un resultado muy bueno, pero con otras tecnologías de reescalado más básicas y que no utilizan inteligencia artificial se produce una pérdida clara tanto de nitidez como de nivel de detalle. Dicha pérdida empeora conforme se reduce el nivel de calidad del reescalado, ya que disminuye la cantidad de píxeles que se utilizan como punto de partida para el reescalado.
Unreal Engine 5 y reescalado en juegos: no es una opción, es una obligación
Cuando el reescalado empezó a llegar al mundo del PC gracias a AMD y NVIDIA este se perfilaba como algo opcional, pero con el paso del tiempo, y con el cambio de generación, se ha convertido en algo que es casi una obligación, sobre todo en juegos triple A exigentes basados en el Unreal Engine 5.
De este tema ha hablado el co-fundador de Infuse Studios, quien ha da dicho que el Unreal Engine 5 es un motor gráfico que fue diseñado desde el principio para trabajar con tecnologías de reescalado. Tanto es así que viene con su propia tecnología de reescalado integrada, conocida como TSR.
En su opinión el Unreal Engine 5 es un motor gráfico muy exigente que necesita de reescalado en juegos para alcanzar un rendimiento aceptable, sobre todo en 4K. Si analizamos los datos de rendimiento que ofrecen algunos de los juegos más importantes desarrollados con dicho motor gráfico nos daremos cuenta de que está diciendo la verdad.
Por ejemplo, Remnant II en su lanzamiento conseguía unos 90 FPS en 1440p con calidad máxima funcionando sobre una GeForce RTX 4090, pero al subir la resolución a 4K el rendimiento se hundía hasta los 40 o 45 FPS de media, dependiendo de la zona. Esto implica que el rendimiento se reduce a la mitad, y confirma las palabras del co-fundador de Infuse Studios.
Sabe de lo que habla, ya que su próximo proyecto, Spirit of the North 2, utiliza el Unreal Engine 5. No debemos olvidar que este motor gráfico es el gran abanderado de la generación en la que nos encontramos, y que va a seguir siendo utilizando por algunos de los juegos más importantes que están por venir, como el nuevo Gears of War, así que queda claro que tenemos reescalado para rato.