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Análisis

Tesla Model Y RWD, compensación

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¿Sabes silbar, verdad Steve? Marie ‘Slim’ Browning (Tener y no tener, 1944)

No me fio de los gatos. Pero el caso es que tampoco los humanos me han dado muchas razones para confiar en ellos. Al principio cuando ese gato callejero medio tuerto y atigrado se subía a mi coche en cuanto abría la puerta de mi viejo Dodge no me hacía mucha gracia. La primera vez me costó un buen rato sacarle del coche y echarle a la calle. No es que se defendiera, simplemente cambiaba de sitio dentro del coche con agilidad parsimoniosa escondiéndose tras la chaqueta de pana vieja, los envases de comida, las bolsas de plástico, las carpetas de documentos de casos antiguos (y no tanto), la maceta de la planta de la vecina a la que juré que se la habían robado con tal de no confesar que se me había muerto… Un coche grande y la presencia de un ominoso caos, además de un sobrepeso crónico dificultaron la caza del felino. Una vez expulsado yo le miré con una sonrisa de satisfacción, además de sudoración profusa y taquicardia, mientras él (o ella, nunca cometí la indiscreción de comprobarlo) me regaló una mirada de indiferencia que arruinó mi sensación de victoria. El que el coche necesitara hasta cuatro intentos para arrancar tampoco mejoró esa sensación ni modificó su expresión de suficiencia gatuna.

Dos veces más esa semana tuve que expulsar al maldito gato de mi coche, gruñendo, retorciéndome y poniendo a prueba los viejos amortiguadores que se quejaban por mis partidas de caza sobre el yacimiento arqueológico de la tapicería de mi clásico norteamericano. Pero al tercer día, era jueves, miré fijamente al gato, me subí al asiento del conductor y emprendí la marcha. Y así lleva acompañándome cada vez que me desplazo a un caso desde ese día y ya van dos meses. No me pide nada, no le digo nada… intercambiamos miradas de vez en cuando y se que él rebusca entre los restos de comida cuando me bajo del coche para mis pesquisas. Y en ese sentido el coche no ha estado más limpio jamás… Tengo que reconocer que a pesar de que sigo sin fiarme de ellos hay algo tranquilizador en los gatos. No son fiables pero tampoco falsos, no se exhiben en estúpidas carantoñas de peloteo a los humanos. Se comportan como si les debiéramos todo, pero tampoco nos lo exigen ni nos lo agradecen. Están ahí. Y he descubierto que eso es lo que necesito, ahora cuando tengo un caso difícil bajo a la calle, abro la puerta, el gato se sube al coche, yo me subo con mis carpetas y me siento en el asiento del conductor a examinar las pruebas. Ya he resuelto tres casos desde que el gato me mira desde el asiento de atrás.

El Model Y es un modelo peculiar dentro de la gama de un fabricante peculiar como Tesla que dentro de un mundo dominado por grandes fabricantes tradicionales adopta estrategias más parecidas a las de una empresa tecnológica. Y parece que por lo menos desde el punto de vista de las ventas esta estrategia empieza a dar sus frutos. El Model Y no ha recibido ninguna actualización significativa en su aspecto desde que fuera lanzado en 2020. Mientras otros fabricantes optan por restilyngs más o menos significativos el Model Y se mantiene prácticamente igual.

Modelo analizado Tesla Model Y
Motor y acabado Tracción trasera
Potencia 299 CV
Velocidad máxima 217 Kmh
Aceleración o-100 6,9 s
Largo/ancho/alto 4751/1921/1624 mm
Potencia máxima RPM 299 CV
Par máximo Nm/RPM No disponible
Caja de cambios Automática
Web https://www.tesla.com/
Precio 44.990 euros (antes de ayudas y descuentos)

Se trata de una versión con carrocería SUV del Model 3 que actualmente cuenta con una gama de versiones bastante amplia. En su momento pudimos probar la versión de tracción total y larga autonomía y en esta ocasión hemos podido analizar el último llegado en la gama: el modelo de tracción trasera que se coloca como el model Y con el precio más asequible del fabricante americano. De hecho desde enero de 2023 Tesla ha adoptado una estrategia muy agresiva de reducción de precios bajando dos veces en poco tiempo en todos los mercados donde está presente.

Fenómeno en el mercado

Esto ha producido un fenómeno interesante en el mercado ya que el Model Y se ha posicionado como número 1 en ventas en varios rankings de ventas de vehículos y líder destacado en cuanto a vehículos eléctricos en muchos paises. La estrategia de producción mediante gigafactorías que producen la mayoría de los componentes, la presencia de las mismas en paises estratégicos así como la optimización radical de los costes de producción han sido claves para que la compañía haya podido mostrarse tan competitiva en lo que respecta a los precios en un mercado tan delicado como es el de los coches eléctricos que trae de cabeza a muchos de los fabricantes tradicionales.

Hay que apuntar como novedad reciente que dentro de la gama se acaba de añadir el mismo modelo que el que hemos probado pero en su versión Long Range, que gracias a que dispone de una batería de 75 KWh permite una autonomía homologada de 600 kilómetros. En el caso del modelo que hemos probado en esta ocasión la batería es de 60 KWh (de los cuales 57,5 KWh son útiles) con tecnología de ion litio y 106 celdas que ofrece una autonomía WLPT de 455 kilómetros. En ambos casos por cierto el precio permite acogerse al programa Moves III.

En lo que respecta al aspecto exterior, esta versión no presenta cambios en cuanto al diseño exterior con respecto al resto de la gama. Como comentamos cuando analizamos la versión de tracción total y autonomía extendida, da la impresión de estar delante de un Model 3 al que se le ha aumentado la altura, ya que conserva una coherencia estética completa con el modelo berlina. En la parte delantera los faros tienen el mismo diseño (y dado que ambos modelos comparten el 75% de las piezas es probable que sean los mismos).

Tecnológico

Echando un vistazo al Model Y, no es el primero ni mucho menos, siempre tenemos la impresión de que se trata de un coche que no ha sido diseñado por un diseñador de coches. Parece más un objeto con unas líneas que se corresponden más a un producto tecnológico que a un automóvil, más propias de un ratón futurista que al de un vehículo. Es cierto que con la popularidad de este modelo ya nos hemos acostumbrado a su aspecto y ya no choca tanto como antes, pero sigue siendo una de las peculiaridades de este modelo y del resto del catálogo de Tesla.

Por cierto que este «diseño tecnológico» también hace que su aspecto no se quede tan anticuado como el de un modelo de coche al uso y que permita ser actual a pesar de que han pasado no pocos años desde su lanzamiento (y eso que no es el modelo más longevo del fabricante). Es un diseño limpio y aerodinámico, favorecido por la ausencia de grandes parrillas de ventilación en la parte frontal. Solamente hay una discreta parrilla bajo el paragolpes (más bien una protuberancia en la carrocería) que se utiliza para la refrigeración de las baterías.

En esta versión que hemos probado se han incluido unas vistosas llantas en color negro de veinte pulgadas llamadas «induction» que reducen la autonomía hasta los 430 kilómetros homologados según la propia página web del fabricante frente a las llantas estándar de 19 pulgadas llamadas Gemini que permiten llegar a los 455 kilómetros que homologa originalmente este modelo. Hay que tener en cuenta esta ligera pérdida de autonomía frente al atractivo contraste de las llantas grandes y negras con el color blanco de la carrocería del Model Y que probamos…

Manillares invisibles

En el lateral de este modelo también contrastan los manillares negros de apertura de puertas, que como es habitual en los modelos de Tesla quedan encajados en la carrocería y que pivotan para sobresalir y que podamos abrir al apretar sobre ellos. También destacan los montantes B y C en la parte superior de la carrocería que están pintados en color negro con integradas algunas de las cámaras que utiliza el sistema de conducción semi automática y de aparcamiento del coche.

En la parte trasera del Model Y sigue destacando la larga caída de la parte superior que está realizada íntegramente en cristal de forma que el techo solar prácticamente tiene continuidad hasta el parabrisas del maletero. Hay una pieza de color negro que los separa pero que no se percibe a primera vista. A continuación la luna cae suavemente hasta un prominente spoiler integrado en la carrocería que sobresale del portón. Más abajo dos grandes grupos ópticos y el paragolpes que integra más cámaras y sensores para el sistema de conducción y aparcamiento.

El interior es quizás la parte en la que más destaca el Model Y, como ya apuntamos en su día. El minimalismo del diseño, tanto que hay elementos que directamente no están como los indicadores tras el volante, es la tónica del interior del coche con un salpicadero mínimo y sin prácticamente botones o controles a la vista. Todo se hace desde las levas tras el volante, los dos controladores que se encuentran en los radios del mismo y mediante la pantalla táctil de 15 pulgadas que domina todo el salpicadero emergiendo en vertical en la parte central.

Control total

En esta pantalla podemos controlar todos los sistemas y entre otras cosas el de conducción semiautomática que podemos configurar en el apartado «piloto automático». En el modelo que probamos estaba habilitado el sistema de giro automático según la ruta que hayamos marcado en el navegador. Se trata de una función en beta que deja de funcionar en caso de que se haga «mal uso» cinco veces seguidas. En nuestra prueba el sistema funcionó como se espera, no es posible dejar desatendida la conducción pero el coche sí hace los giros y cambia de carril sin problemas.

Además de la conducción automática el sistema de información y entretenimiento de Tesla, a pesar de que han pasado ya bastantes años desde sus primeras versiones, es de los más completos y rápidos con algunas funciones curiosas y otras muy útiles. Para otras sin embargo echamos de menos el disponer de un botón independiente en vez de tener que navegar por los menús. El sistema, como en otros modelos de Tesla, se actualiza de forma automática «over the air», es decir, de forma remota sin necesidad de nuestra intervención.

Este diseño hace que el espacio efectivo en la parte delantera sea muy amplio, pero es que además la ausencia de un techo opaco y la presencia de uno totalmente transparente también hace que el espacio percibido sea mayor. Si además añadimos que la tapicería elegida para esta unidad es de color blanco el efecto es todavía de más amplitud. Los asientos son cómodos y recogen bien el cuerpo, aunque no tan bien como otros modelos más deportivos. Los reposacabezas están integrados y por tanto no pueden regularse en altura pero en general son cómodos sea cual sea la estatura del ocupante.

Buena habitabilidad

En la parte de atrás el espacio también es grande, el tamaño de las puertas hace que el acceso sea cómodo y la ausencia del túnel de transmisión hace que aunque tres personas no viajen demasiado holgadas por el espacio, sí que disfruten de una mayor comodidad. Además la banqueta de los asientos está a 69 centímetros del suelo (9 más que en el Model 3) por lo que las piernas tienen más espacio vertical. Por otro lado los asientos delanteros están dispuestos sobre soportes con una altura de 13 centímetros por lo que hay espacio de sobra para colocar los pies debajo de ellos.

En lo que respecta al apartado de los maleteros el Model Y dispone de uno delantero con una capacidad de 117 litros, suficiente para cables y alguna bolsa, y el trasero de 971 litros, lo que le convierte en uno de los más capaces de su categoría. Además los asientos traseros pueden plegarse para conseguir un espacio de carga mayor que puede incluso superar los 2.000 litros. Hay que tener en cuenta que al abrir el portón el espacio para acceder al maletero es muy grande por  lo que resulta muy cómodo para cargar todo tipo de objetos.

Al realizar la prueba dinámica teníamos curiosidad por conocer el comportamiento de esta versión «básica» del Tesla Model Y. Sobre el papel «perdemos» más de 230 caballos frente a la versión más potente y aproximadamente 50 frente al modelo que probamos en 2022. Hay que decir que en ningún momento notamos esa diferencia, sobre todo frente al segundo. Sigue siendo un coche que acelera de cero a cien kilómetros por hora por debajo de los siete segundos, lo que aunque son dos segundos más lento que el Model Y probado anteriormente sigue colocándole en la órbita de los deportivos.

Sigue siendo un coche con una alta calidad de rodadura y confort, bien insonorizado y con un buen comportamiento de las suspensiones, diría incluso que sobresaliente porque a pesar de que mantiene una gran rigidez a la hora de afrontar curvas cerradas no se muestra demasiado dura en terrenos bacheados. Volviendo a las carreteras con curvas, el comportamiento y la precisión de este coche lo coloca una vez más a la altura de un deportivo. Una sensación de margen de seguridad muy importante a pesar de no disponer de tracción integral en este caso, siempre gracias al bajísimo centro de gravedad.

Conclusiones

Nos sigue gustando y mucho el Model Y, un coche que está convenciendo a muchas personas para dar el salto al eléctrico. El precio es atractivo, aunque no bajo, y lo coloca a tiro de subvenciones lo cual es realmente interesante. Esta versión básica sigue teniendo todos los ingredientes que hacen del Model Y un coche práctico y divertido con una aceleración impresionante y excelente comportamiento en carretera. Un coche para rodar muchos kilómetros, aunque hay que tener en cuenta que esta versión con batería más pequeña alcanza los 250 kilómetros de autonomía real en carretera.

Seguimos sin ser demasiado entusiastas de la concentración de funciones en la pantalla y de la ausencia del panel indicador tras el volante, pero también hay que reconocer que una vez nos acostumbramos no es demasiado problemático. En el fondo todos los coches sin excepción tienen sus peculiaridades (aunque también es verdad que los modelos de Tesla acumulan muchas…). Es un coche excelente al que un precio interesante, como el de la versión que probamos, está convirtiendo además en todo un éxito en ventas.

Valoración final
8.4 NOTA
NOS GUSTA
Excelentes prestaciones
Buena habitabilidad
Confort de marcha
A MEJORAR
Anchura en las plazas posteriores
Consumo superior al Model 3
Autonomía
RESUMEN
Esta versión de acceso del Tesla Model Y ofrece por un muy buen precio unas prestaciones y una habitabilidad que son difíciles de superar.
Prestaciones9
Diseño8.5
Consumo7
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento9

 

 

 

 

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