Qué es más importante para jugar online y tener una buena experiencia
Muchos creen que para jugar online y tener una buena experiencia lo único que necesitan es tener una conexión a Internet de alta velocidad, pero esto no es cierto en absoluto, de hecho una de las cosas que menos importancia tiene en este caso es precisamente eso, la velocidad de conexión a Internet, porque los juegos suelen consumir muy poco ancho de banda y basta con llegar a unos niveles de velocidad que son muy bajos para los estándares actuales.
Es cierto que el consumo de ancho de banda dependerá de cada juego en concreto, pero incluso en títulos actuales contar con una conexión de 45 Mbps de bajada y 15 Mbps de subida ya es suficiente para jugar online, incluso si recurrimos a servicios de juego en la nube. No obstante, este no es el único factor que importa. Si queremos jugar online y tener una buena experiencia hay otras dos cosas que son fundamentales, y que vamos a descubrir a continuación.
En conjunto, lo ideal es que cumplas esas tres claves para jugar online con todas las garantías. Si no cumples alguna de ellas es muy probable que tu experiencia en juegos se arruine por completo, y que no puedas jugar hasta que lo soluciones. No te preocupes, porque al final en la mayoría de los casos las soluciones son muy sencillas.
Qué necesito para jugar online y tener una buena experiencia
Es necesario cumplir con los requisitos mínimos de ancho de banda establecidos. Estos pueden cambiar como ya dije anteriormente, pero en general una conexión que trabaje a la velocidad que os dije ya cumplirá sin problemas con los requisitos establecidos en todos los juegos y servicios online, incluyendo GeForce Now, que en su modalidad más exigente necesita una conexión a 45 Mbps.
Una vez que hemos cumplido con ese nivel de velocidad mínima tenemos dos prioridades más, que la conexión sea estable y que la latencia sea baja. Una conexión a Internet estable nos permitirá jugar online disfrutando de un rendimiento constante y sin sobresaltos provocados por parones, cortes o interrupciones. Una conexión inestable producirá todo lo contrario, y puede acabar arruinando por completo nuestra experiencia.
Es muy fácil de entender, piensa en lo que ocurriría si estás jugando online y tu conexión a Internet te da tirones o se queda bloqueada con frecuencia. Da igual que tengas la conexión más rápida del mundo, en esas condiciones no podrás jugar porque las comunicaciones entre tu PC y los servidores del juego no funcionarán correctamente. Hay muchas razones por las que una conexión puede tener problemas de estabilidad, como por ejemplo las interferencias, la saturación de la red y también algunos errores no resueltos. Normalmente las conexiones cableadas son más estables, y son la mejor opción para jugar online.
La latencia es la segunda clave para tener una buena experiencia al jugar online. Esta determina el retraso que se produce en las comunicaciones bidireccionales que se realizan en juegos, es decir, el tiempo que pasa desde que haces una acción y esta se refleja en el juego. Tener una latencia alta supone que tendrás que sufrir retrasos que afectarán al tiempo que tardan las acciones en reflejarse en juegos.
Por ejemplo, si tienes una latencia alta e intentas disparar en un juego de acción en primera persona es posible que te acaben matando antes de que hagas el primer disparo, porque esa acción se reflejará muy tarde. En casos extremos la latencia puede arruinar por completo tu experiencia en juegos. Una alta saturación de la red y una conexión inalámbrica con poco alcance pueden provocar una latencia alta, aunque esta también puede ocurrir por problemas derivados de los servidores y del propio juego.