Obviamente, esto ha llevado a muchas personas ha buscar, en detalle, en el vídeo que se muestra en ambos tweets, en búsqueda de alguna señal que pudiera ayudar a entender de qué estaban hablando. Y sí, la señal está ahí, y además es bastante evidente:
Seguramente ya lo has deducido pero, por si no es así, la imagen representa cada uno de los seis episodios que formarán la séptima temporada de Black Mirror y, como puedes ver, todos ellos se identifican con la clásica animación de carga de la serie, todos menos el tercero. ¿Y qué es lo que se muestra en esa posición? Pues no es otra cosa que el pictograma de la flota estelar de la que forma parte el USS Callister, la nave que daba título al primer episodio de la cuarta temporada.
Así, lo que nos están adelantando es que, de algún modo, volveremos a esa simulación, dentro de un videojuego, en el que los protagonistas están al mando de una nave espacial en un universo inspirado en series clásicas como Star Trek. Y resulta muy interesante que se haya escogido precisamente este episodio, pues también es una anomalía dentro de la serie, tanto por su planteamiento, con bastante más espacio para el humor de lo que es habitual, como por ser uno de los pocos que no te dejan un sabor de boca especialmente amargo tras verlos. Hay bastante consenso en lo referido a señalarlo como el mejor episodio de su temporada.
Ahora, claro, la gran pregunta es si Charlie Brooker, el creador de la serie, será capaz de devolverle el esplendor de sus primeros tiempos, pues las últimas temporadas, aún con algunos episodios destacables como Joan is Awful, no han estado al nivel de las joyas que encontramos en las primeras temporadas, con tramas tan olvidables como la de Mazey Day. ¿Lo conseguirá? Todavía tendremos que esperar un año para saberlo, pero yo, como fan absoluto de las primeras temporadas, ya he empezado a cruzar los dedos.