Jeep Avenger 1.2 Turbo, curva
You’re built like a car, oh yeah T. Rex (Get it on (bang a gong), 1971)
Para Ismail solamente existe su martillo y su cincel, y la piedra que poco a poco se transforma en una figura que existe ya en su pensamiento y que pronto será niño sonriente trepando por una enredadera. Ismail no ha podido escuchar al soldado que hablaba con su maestro, no ha escuchado la agitación del resto de los artesanos desalojados de sus tareas, no se ha dado cuenta de las damas entrando en el claustro, ni de los sirvientes colocando el asiento de madera con el escudo de La Católica, los cojines y las telas. No se ha dado cuenta de la conmoción y las genuflexiones cuando la que entraba era la reina, tampoco de cómo se sentaba justo detrás de él. Ismail sigue separando el polvo de la piedra, desnudándola para vestirla de figuras enrevesadas hundidas en las columnas que se asoman al patio. La reina mientras tanto manda callar a las damas con un gesto mientras observa con atención cómo los dedos de Ismail trabajan incansables cubiertos de callos y polvo blanco mientras los certeros golpes del cincel retumban en la estancia liberados por el silencio.
Golpe a golpe el niño de piedra va abriendo los ojos dibujando una mueca burlona en su cara, luego Ismail da forma cuidadosamente a sus pequeñas y blanquecinas manos, a cada pequeño dedo que se aferra a la enredadera de piedra que trepa hacia arriba. La reina entonces se levanta y tiende la mano acercándose al niño de piedra que parece llamarla, invitarla a acariciarle el pelo. Ismail ve la sombra regia alargarse sobre su trabajo y sin pensar levanta el brazo para apartar el de la reina. «No está terminado» dice mirando a los ojos a Isabel para congoja de todos los allí presentes. Un capitán se acerca dispuesto a abofetear al insolente artesano pero la reina lo detiene. Ismail observa durante un momento la escena mientras la reina lentamente vuelve a sentarse en el asiento de madera asistida por las damas que la rodean. Luego dirige la mirada a Ismail, inclina la cabeza y le sonríe. Ismail vuelve a su niño de piedra, le limpia con un paño, sopla para apartar el polvo y lo observa durante un momento. Pronto el sonido del cincel vuelve a retumbar en el claustro.
El caso del Jeep Avenger es una apuesta interesante por parte del fabricante estadounidense que parece haber funcionado muy bien. Se trata de un modelo que conserva los mismos parámetros estéticos que muchos de los modelos de todoterreno de la marca pero en una carrocería compacta, de poco más de cuatro metros. En poco tiempo se ha convertido en el coche más vendido de la marca superando incluso al Renegade que hasta ahora mantenía su status como el más vendido de Jeep.
Modelo analizado | Jeep Avenger |
Motor y acabado | Summit 1.2 Turbo |
Potencia | 101 CV |
Velocidad máxima | 184 Kmh |
Aceleración o-100 | 10,6 s |
Largo/ancho/alto | 4084/1776/1528 mm |
Potencia máxima RPM | 101 CV |
Par máximo Nm/RPM | 205 Nm |
Caja de cambios | Manual 6 velocidades |
Web | https://www.jeep.es/ |
Precio | 26.200 euros |
Ya tuvimos ocasión de probar la variante con motorización eléctrica del Avenger y ahora hemos podido analizar la que dispone de motor de gasolina, más asequible pero con etiqueta C de la DGT que con sus 1.2 litros entrega una potencia de 101 caballos, frente a los 156 de la versión eléctrica. Se trata del mismo motor tricilíndrico que equipan otros modelos compactos urbanos del grupo Stellantis como el Peugeot 208, el Citröen C3 o el Opel Corsa y modelos compactos de Fiat como el 500 o el Panda.
Estética Jeep
Como ya vimos al analizar la versión eléctrica, la estética de este Avenger recuerda a los Jeep más robustos y aventureros pero en un tamaño compacto por lo que casi parece que estamos frente a un todoterreno en miniatura, tal y como ya comentamos en el análisis de la versión BEV. La estética es desenfadada y llena de detalles y guiños a la historia de la marca con algunas zonas en las que se han colocado la silueta inconfundible del Willys como en las llantas, la entrada de aire inferior de la parte delantera y rincones interiores del coche.
La parrilla delantera de esta versión del Avenger tiene más aberturas para la refrigeración del motor tricilíndrico con respecto a la versión eléctrica, que solamente disponía de dos pequeños huecos por lo que la eficiencia aerodinámica es algo menor. El diseño es el mismo compuesto por elementos verticales rodeados de molduras de plástico. En los laterales de la parrilla encontramos los faros divididos en dos elementos e integrados en la parrilla también desde el punto de vista estético por su forma.
Otra diferencia es la ausencia del logotipo con la letra «e» que identifica la versión eléctrica de este modelo y que tampoco encontramos en el lateral del coche. A pesar de que algunos fabricantes optan por unas llantas especiales para las versiones eléctricas de sus modelos para mejorar la aerodinámica, en este caso el Avenger de gasolina equipa las mismas y vistosas llantas de cinco radios que pudimos ver en la versión BEV probada anteriormente.
Un coche alto
La altura libre del suelo también es la misma y se mantiene en esos 200 milímetros que favorecen esa estética de todoterreno y que lo hermanan con otros SUV como el Yaris Cross que tiene casi la misma cifra de altura libre y supera a otros como el Peugeot 2008 que se separa del suelo 170 centímetros. Esto, junto a los voladizos más cortos hacen que sobre el papel no tenga malas credenciales para cierto uso fuera del asfalto con un ángulo de entrada de 20 grados y de salida de 32.
La carrocería bicolor, en este caso amarilla y negra como en el modelo BEV que probamos, le dan un aire moderno y urbano que contrasta de forma eficaz con la estética de todoterreno duro y aventurero que estamos describiendo. La ausencia de pomo visible para las puertas traseras, ya que queda integrado en el pilar C disimulado en la moldura de color negro, aligeran el diseño dando la impresión de que se trata de un coche de tres puertas.
En el interior esta versión del Jeep Avenger no presenta demasiadas diferencias con respecto a la versión eléctrica que ya analizamos. Es un coche cómodo con acabados espartanos pero ingeniosos, descubriendo en muchas zonas la chapa para mostrar el color de la misma y distribuyendo plásticos duros pero con una estética desenfadada en el interior con un tacto suave para las zonas del salpicadero más accesibles y rugoso en las que no se suelen tocar como la parte superior.
Iluminación interior
Un detalle estético interesante es la iluminación led de algunas zonas como la que se encuentra entre las boquillas de ventilación laterales y las puertas que pueden cambiar de color y de hecho lo hacen según seleccionemos el tipo de conducción en el selector que configura las características de funcionamiento del coche. Nos ha gustado la pantalla de 10,25 pulgadas del sistema de información y entretenimiento que además dispone de una fila de botones físicos justo encima de la consola que alberga la palanca del cambio.
Con estos botones podemos manejar las funciones del climatizador sin tener que navegar por los menús. Los huecos portaobjetos son muchos pero algunos de tamaño algo pequeño. Dispone de conexión de carga para móviles además de para la conexión para el sistema de réplica de pantalla Android Auto y Apple Car Play así como para la reproducción multimedia. La postura de conducción está entre medias entre la de un todoterreno, más erguida, y la de un turismo, más reclinada.
En cualquier caso hay que alabar la buena visibilidad y la abundancia de sistemas de ayuda a la conducción. Hay detalles que en esta versión Altitude + le dan un toque algo más sofisticado al interior como el equipo de sonido JBL, los asientos calefactados o la carga inalámbrica para el teléfono móvil. También añade una función que no solemos encontrar en modelos de SUV de este tamaño como el portón trasero con motor eléctrico.
Sonido
El sistema de sonido es bueno, pero la insonorización del coche no permite disfrutarlo del todo si vamos por carretera o autopista ya que el ruido aerodinámico es perceptible. La parte trasera permite viajar a dos personas de cierta estatura de forma cómoda. El espacio para los pies es similar al que encontrábamos en la versión eléctrica ya que el diseño del interior es idéntico en este caso. Además hay un conector para cargar dispositivos mediante USB para los pasajeros de atrás.
En lo que respecta al maletero la capacidad aumenta en esta versión de gasolina gracias a que no tiene que dejar espacio a las baterías. Así tendremos disponibles para la carga 380 litros frente a los 355 de la versión BEV. Este espacio se puede aumentar abatiendo los asientos hasta alcanzar los 1.275 litros de capacidad que está en línea con los rivales de tamaño similar. Dispone de un doble fondo que permite organizar la carga.
Para la prueba de conducción recordamos que estamos frente a un modelo que dispone de un motor tricilíndrico de gasolina de 1.2 litros y 101 caballos con una cifra de par de 205 Nm. Comparado con los 156 caballos y 260 Nm de la versión eléctrica la diferencia es muy grande, claro que también hay diferencia en el peso de más de 300 kilos lo cual es mucho, sobre todo teniendo en cuenta el tamaño del coche.
Un coche ligero y manejable
Las impresiones de conducción en ciudad confirman que se trata de un coche muy ágil y maniobrable que no ofrece una potencia de arranque descomunal pero que permite desenvolverse sin problemas por el tráfico con cierta alegría, sobre todo si renunciamos al ahorro de combustible y seleccionamos el modo Sport que hace que el acelerador responda con mayor rapidez. La respuesta es menos suave a la que tenía el modelo eléctrico pero lo es lo suficiente como para conducir cómodamente en trayectos urbanos.
Como adelantábamos, en carretera y autopista lo primero que notamos es la diferencia en confort acústico, tanto en ruido aerodinámico como cuando exprimimos el funcionamiento del motor tricilíndrico que al subir de revoluciones dejará notar sus vibraciones y sonido en el habitáculo. También notaremos la diferencia de respuesta en aceleración ya que la diferencia de potencia es grande.
Sin embargo jugando con el acelerador es posible divertirse en terrenos virados y notaremos algo más de soltura y maniobrabilidad por la diferencia de peso. También notaremos mayor desenvoltura en trayectos fuera del asfalto en los que el peso marca una gran diferencia. Se trata de un coche aún más divertido en esas circunstancias a pesar de no disponer de tracción total.
Para compensarlo dentro de los modos de conducción seleccionables podemos elegir conducción sobre superficies con arena, barro o nieve. Este último modo funciona bastante bien cuando pasamos por zonas con muy poca adherencia aún sin ser tan eficaz como lo sería un todoterreno. La ligereza ya apuntada contribuye a que no se eche de menos la tracción a las cuatro ruedas en muchas circunstancias. Los trayectos off-road no entran normalmente dentro del guión de estos SUV urbanos, pero en este caso el Avenger se ha mostrado un punto más talentoso que sus rivales.
Conclusiones
El Avenger con motor de gasolina ha sido un compromiso con el que Jeep ha querido ofrecer una alternativa para países en los que la electrificación del parque automovilístico no está siendo demasiado intensa. Pero este recurso para el mercado creemos que puede ser un acierto para muchos compradores ya que baja el precio de entrada de un vehículo que por sus características presenta unas posibilidades únicas.
Se trata de un modelo con características y estética que lo acercan a los todoterrenos tradicionales, que gracias al peso reducido aumenta sus habilidades fuera del asfalto con lo que supone una mezcla entre vehículo urbano y off-road realmente única con el añadido de una estética desenfadada y moderna además de una buena dosis de tecnología en sistemas de ayuda a la conducción.