Perseverance está en apuros
2024 está siendo un año complicado para la NASA, y la última muestra de ello la encontramos en Perseverance, que está enfrentando un problema que puede afectar de manera muy significativa a su operativa, en la tercera mala noticia en el mes y medio que llevamos de este año. En primer lugar, hace unas semanas supimos que, desgraciadamente, Ingenuity había sufrido un accidente que marcaba el final definitivo de su servicio en el planeta rojo. Debemos recordar, no obstante, que el helicóptero fue capaz de llevar a cabo muchísimos más vuelos de los previstos inicialmente, convirtiendo esa parte de la misión de Perseverance en un gran éxito.
Las malas noticias prosiguieron hace ahora una semana, cuando supimos que los sistemas de comunicación de la sonda Vogayer 1 estaban enviando datos sin sentido a la Tierra. No es la primera vez, en su historia, que la veterana sonda tiene este problema, que apunta a tener su origen en el sistema de datos de vuelo (FDS por sus siglas en inglés). La buena noticia es que, de momento, las comunicaciones con la sonda se mantienen, por lo que los equipos de ingeniería pueden enviar órdenes a la Vogayer, pero incluso así solventar este problema es, ciertamente, complejo.
Y como no hay dos sin tres, ahora la agencia espacial estadounidense informa sobre un problema que puede impedir que Perseverance pueda emplear todos sus instrumentos para analizar y recopilar información sobre la superficie de Marte. El problema se circunscribe al brazo robótico del rover, SHERLOC (Scanning Habitable Environments with Raman & Luminescent for Organics and Chemicals), más concretamente a una cubierta móvil del mismo, que se emplea para evitar que se pueda acumular polvo sobre los elementos ópticos de los componentes de esta herramienta.
La acumulación de polvo sobre una superficie puede parecer un problema menor, pero solo si olvidamos que hablamos de un rover que se encuentra en la superficie de Marte, por lo que prestarle asistencia física de cualquier tipo es totalmente imposible en la actualidad, y que los instrumentos que emplea deben proporcionar lecturas absolutamente precisas, pues cualquier error en los datos proporcionados a los científicos en la Tierra puede tener consecuencias de gran calado en la investigación.
El problema fue detectado, inicialmente, el 6 de enero, y actualmente los equipos de ingeniería están realizando pruebas para comprobar si modificar la cantidad de energía que recibe la cubierta puede repercutir en su funcionamiento. Habrá que esperar, no obstante, para ver qué ocurre si estas pruebas no logran solventar el fallo, ya que al menos de momento no se ha informado sobre otros medios alternativos para intentar solucionar el problema.
Cabe aclarar, eso sí, que aún si este problema persiste, Perseverance podrá seguir llevando a cabo una parte importante de sus operaciones. No obstante, crucemos los dedos para que sea posible resolver la incidencia.