Análisis
Cupra Formentor, Latidos
Don’t raise your eye. It’s only teenage wasteland The Who (Baba O’Riley, 1971)
«Por qué me metería en esto» se me escapa el murmullo aunque ya sepa la respuesta. La pantalla del ordenador impertérrita me devuelve la hoja en blanco y el cursor parpadeando impertinente. La mesa está llena de restos de patatas fritas, cáscaras de pistachos, dos vasos sucios y uno medio lleno de cerveza que se ha quedado caliente, un clip con el que de tanto en tanto jugueteo y no deja de caerse al suelo, algunos papeles desordenados y carpetas, un par de mantas mal dobladas que tapan parcialmente la pantalla, unos calcetines, cables que no funcionan, el móvil sin batería, unos dados, un peluche pequeño de un gato, dos lápices, solo uno con punta, una maceta con un cactus muerto… Hay muchas más cosas sobre la mesa que en el documento, observo desolado. Así que tomo la decisión de levantarme… a por otra cerveza, que esta está caliente. La cocina no luce un orden mayor que el de mi mesa y ya hay varios depósitos diferenciados de lo que en algún momento pudo ser comida reposando en platos repartidos por toda la estancia. La vajilla ha abandonado los armarios para convertirse en un mapa de la entropía del universo en forma de desorden y soporte de la putrefacción metafórica y no metafórica. Como siempre me detengo un momento en la puerta para suspirar, como si mi conciencia me obligara a detenerme en un desesperado intento de que tome la determinación de acabar con ese caos. Pero la determinación me lleva a abrir la nevera y a comprobar que aún hay dos latas de cerveza. Y mientras haya latas de cerveza todo es aplazable.
También como de costumbre abro la lata y tomó el primer trago cerrando los ojos con la nevera aún abierta. Tras el alivio de notar cómo el alcohol embota el sentido de la responsabilidad cierro la nevera y me dirijo a mi cuarto, a sentarme una vez más delante del ordenador a ver qué se me ocurre. Antes de hacerlo apoyo la cerveza y recorro los papeles que tengo sobre ella. Son todas las pruebas, los testimonios, las declaraciones. Ahí está todo, lo que necesito para desenmascarar a la multinacional más importante del mundo. La que hace funcionar mi ordenador, la que paga las facturas de mi periódico y la que probablemente también produzca la cerveza que me estoy bebiendo. Un trago más para intentar no darme cuenta de que lo que intento hacer es una locura, como locura la de mi redactor jefe que al escuchar ayer lo que tenía entre manos me dijo «adelante». Maldito periodista de la vieja escuela, maldito instinto profesional. Se suponía que tenía que pararme los pies. Y en cambio dijo «adelante» el muy… Me detengo en una de las declaraciones, la más impactante, la de la viuda del empleado al que silenciaron sin contemplaciones. Me siento con los papeles en la mano. Quizás esta sea la forma de empezar, contar simplemente la historia de Rebeca, la viuda de Javier. Antes de que pueda empezar a escribir escucho un sonido, como quien descorcha una botella de champán. El cursor parpadea ahora tras una mancha de sangre en la pantalla. Y nada más.
La transición de CUPRA de ser responsable de las versiones deportivas de los modelos de SEAT a fabricante por derecho propio dentro del grupo Volkswagen se inaugura con el modelo Formentor, el primero que no es una variante de un coche de SEAT sino un diseño propio que utiliza directamente la plataforma del grupo. Tanto en diseño como en concepción los modelos de esta marca siguen ofreciendo guiños a una concepción deportiva aunque no tan acusado como en el pasado. El resultado es una gama de modelos bastante extensa que ha ganado protagonismo en el mercado por derecho propio.
Modelo analizado | CUPRA Formentor |
Motor y acabado | 1.5 TSi 150 Cv (manual) |
Potencia | 150 CV |
Velocidad máxima | 204 Kmh |
Aceleración o-100 | 8,9 s |
Largo/ancho/alto | 4450/1839/1520 mm |
Potencia máxima RPM | 150 CV |
Par máximo Nm/RPM | 250 Nm |
Caja de cambios | Manual 6 marchas |
Web | https://www.cupraoficial.es/ |
Precio | 35.250 euros |
La primera versión del CUPRA Formentor se remonta al año 2020 y sigue siendo el modelo más vendido con mucha diferencia de la marca. Además este modelo cuenta con una amplia variedad de motorizaciones que va desde los 150 caballos gasolina de la versión que hemos tenido la ocasión de probar hasta versiones diésel o híbridas enchufables para abarcar todas las necesidades de movilidad. Una decisión estratégica que como decimos está dando sus frutos gracias a un planteamiento de modelo que tiene mucha aceptación basado en una carrocería SUV y una estética deportiva.
Cuatro cilindros
En nuestro caso la motorización que hemos probado para este modelo es la de entrada, con motor de gasolina que cuenta con un motor de 1,5 litros y 150 caballos de gasolina con etiqueta C. Un motor que podemos considerar todo un clásico dentro del grupo Volkswagen que incorpora inyección directa e intercooler con un diseño tradicional de cuatro cilindros. Fiable y sobrio que podemos encontrar en todo tipo de carrocerías y versiones. El modelo probado disponía de cambio manual de seis marchas.
Como hemos anticipado las líneas del CUPRA Formentor tienen una inspiración deportiva y esto se traduce entre otras cosas en una menor altura con respecto a otros SUV de tamaño similar por lo que el aspecto queda a medio camino entre el todocamino y turismo / sportwagon. El frontal luce una parrilla poligonal con la rejilla en color negro que muestra al centro el logotipo del fabricante. A los lados de la parrilla encontramos los faros estilizados hundidos en la carrocería para formar un morro en forma de punta.
Debajo de los faros insertado en la carrocería encontramos las luces antiniebla de forma redonda y el resto de ópticas en un elemento vertical en los laterales del paragolpes. En la parte de abajo y rematando esa imagen dinámica del frontal otra parrilla en color negro con inserciones de piezas de plástico en el color de la carrocería que termina en el faldón delantero. El capó también tiene un diseño deportivo geométrico con dos relieves que lo recorren hasta la parte delantera.
Diseño deportivo
El diseño lateral de este modelo es como apuntábamos una especie de compromiso entre turismo y todoterreno, con la línea del techo que no cae para dar un corte más aerodinámico a la carrocería como en otros SUV deportivos. Sin embargo al final el aspecto sí da esa impresión gracias a que el diseño del conjunto de parabrisas y pilares b y c en forma de lágrima transmite esa sensación sin necesidad de sacrificar la habitabilidad de las plazas traseras con el mencionado rebaje.
En la parte trasera la línea de la carrocería se estrecha y se eleva hacua el spoiler que se coloca en la parte superior del portón. La luna trasera inclinada termina en una protuberancia de la carrocería donde se han colocado los grupos ópticos de diseño curioso que sobresalen hacia atrás y por los laterales y que quedan unidos por una pieza de plástico transparente, Más abajo encontramos el logotipo y el nombre de la marca en el centro. El diseño se completa con una hendidura en la que se coloca la matrícula y el faldón trasero donde se colocan los dos tubos de escape.
En el interior da una muy buena impresión, con una buena elección de materiales que sin ser lujosos tienen un tacto y un acabado muy buenos. Encontramos detalles en cuero en el salpicadero y el volante, paneles con textura imitación de madera y piezas de plástico que imitan al aluminio. En conjunto un aspecto agradable que se conjuga con una buena elección ergonómica de la disposición de los mandos y controles del coche. Nos ha gustado el volante tanto como tacto de conducción como el acceso a las funciones que se encuentran en él.
Interior bien cuidado
La pantalla de 10 pulgadas del sistema multimedia está colocada en el centro del salpicadero y sobresale por encima de él como en otros modelos del grupo. También como en estos modelos encontramos los controles táctiles justo debajo de la mencionada pantalla que como hemos comentado otras veces no nos llegan a convencer porque no son bien visibles, no tienen relieve para accionarlos sin tener que dirigir sobre ellos la mirada y el control no es del todo preciso. Por lo demás la pantalla táctil funciona de modo correcto y tiene una buena visibilidad.
Los asientos es uno de los elementos que nos han agradado mucho, tanto por el tacto de la tapicería como por el acolchado como por el diseño deportivo envolvente que sujeta bien en las curvas. Nos parecen unos de los asientos que más consiguen el equilibrio entre tener un diseño deportivo y por lo tanto ofrecer buen soporte para una conducción dinámica con una comodidad suficiente para afrontar largos viajes. Las regulaciones son amplias y es fácil encontrar una postura de conducción cómoda y con buena visibilidad.
En la parte de atrás no podemos esperar maravillas de la habitabilidad en un coche que mide 4,45 metros de largo, pero el acceso a las plazas es bueno y la altura es suficiente para personas de hasta 1,85 metros además de bastante espacio para las piernas. En lo que es menos competitivo comparado con otros SUV de similar tamaño es en el espacio a lo ancho, ya que dispone de un túnel de transmisión voluminoso que dificulta la colocación de los pies al ocupante de la plaza central y en todo caso la anchuda es escasa por lo que en realidad tres personas no viajarán cómodas en la parte trasera.
Algo estrechos atrás
La parte de atrás está bien servida con salidas de ventilación en la consola central con posibilidad de controlar la temperatura así como tomas para conectar dispositivos USBC. El maletero es bastante capaz con 450 litros que además se pueden ampliar abatiendo los asientos traseros hasta lograr una capacidad de hasta 1.505 litros. Por el diseño el suelo de la zona de carga queda hundida en la carrocería por lo que hay alguna dificultad para cargar y descargar objetos pesados que tendremos que levantar. Por lo demás es práctico con ganchos para asegurar la carga y dos bolsillos en los laterales para objetos pequeños.
Para hablar de las prestaciones e impresiones de conducción volvemos a las características del motor. El 1.5 de gasolina es de cuatro cilindros, en contra de la tendencia que se ha instalado en los fabricantes para motores de este tamaño, lleva ya desde 2016 equipando distintos modelos del grupo VAG en sustitución del ya desaparecido 1.4 y forma parte del grupo de motores EA211 Evo. El turbocompresor es de geometría variable lo que contribuye a una mayor eficiencia y a mantener bajos los gases de combustión.
Es un motor que tiene buen sonido y una prestaciones correctas que mueven con soltura al Formentor sin que por ello exhiba un comportamiento que pueda considerarse deportivo. Los casi 9 segundos que necesita para pasar de 0 a 100 kilómetros por hora son prueba de ello pero son suficientes para el día a día. En ciudad se muestra como un coche ágil y maniobrable con un tamaño bastante bueno para moverse con agilidad además de aparcar y maniobrar sin problemas, gracias también a las cámaras incorporadas.
Un coche ágil
En cuanto a la conducción en carretera este modelo con cambio manual da más juego para sacar todo el jugo de la potencia del motor y apurando las revoluciones del mismo. Eso hace que podamos mantener buenos ritmos también gracias al excelente aplomo en curva que permite enganchar zonas viradas con bastante rapidez sin que el coche pierda la compostura gracias a un centro de gravedad más bajo que el de un SUV al uso y a que las suspensiones han sido reguladas para una mejor respuesta. Esto hace también que sea muy preciso al manejar el volante.
En autopista es un coche cómodo y silencioso siempre que no haya grandes repechos y tengamos que reducir la marcha si es que vamos cargados o la subida es pronunciada. En trayectos con pocos desniveles es posible mantener unas cifras de consumo bastante bajas, en ocasiones incluso parecidas a las que podemos obtener con modelos que disponen de motorizaciones híbridas. Cuando en cambio tenemos que jugar con el cambio y aumentar las revoluciones el consumo crece, aunque no se dispara como en motores de mayor cilindrada.
Conclusiones
Cuando se da con la tecla para que un modelo de coche se convierta en un éxito en ventas muchas veces la obsesión de los fabricantes es «no romper nada», es decir, mantener en lo posible las características del coche para que no pierda tirón. El Formentor es un ejemplo de que el equilibrio en prestaciones junto con una estética deportiva son una muy buena combinación. Además de la estética del exterior nos ha gustado mucho la calidad del interior, es un coche en el que se encuentra uno muy confortable.
La única lástima es que los sacrificios estéticos, como suele pasar, penalizan algunas cosas y en el caso del Formentor el único pero es la habitabilidad trasera para una tercera persona. Dicho esto si el coche está destinado a trasportar normalmente a cuatro ocupantes la comodidad es muy alta. El motor que hemos probado no es el ideal para poner a prueba de verdad las capacidades dinámicas del coche, pero nuestras impresiones son muy buenas a pesar de eso. De esos coches de los que uno se queda con ganas de más potencia para «buscarle las cosquillas».
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