Tipos de conexión a Internet inalámbricas y cableadas: estas son las más importantes
Seguro que más de una vez te has preguntado qué tipos de conexión a Internet existen, y es probable que hayas sido capaz de contestar tú mismo a esa pregunta con una respuesta muy sencilla: inalámbricas y cableadas. Dentro de las primeras estaría el Wi-Fi y en las segundas la clásica conexión vía Ethernet.
Esa respuesta es correcta pero incompleta, porque dentro de esas dos grandes ramas existen más tipos de conexiones a Internet. Algunas son más utilizadas que otras, esto también es verdad, pero no por ello debemos menospreciarlas, puesto que ciertos tipos de conexión minoritarias tienen una gran importancia en ciertas situaciones, y también han demostrado que pueden ofrecer un valor considerable.
En este artículo actualizado voy a compartir con vosotros cuáles son los tipos de conexiones a Internet más importantes que existen, y os contaré cuáles son sus características más interesantes y qué valor ofrecen en líneas generales. Como siempre, si os surge alguna duda la podéis dejar en los comentarios y os ayudaremos a resolverla.
Tipos de conexión a Internet
Subtipos de conexión cableada
Red Telefónica Conmutada
Como sabrán muchos de nuestros lectores habituales fue un estándar clave en la primera etapa de la adopción masiva de Internet a nivel de consumo, es decir, fue el pilar que nos permitió llegar a donde estamos hoy, y lo que facilitó que gradualmente miles y miles de hogares se pudieran conectar a la red de redes.
Fue una auténtica pionera, aunque hoy está totalmente obsoleta. Este tipo de conexión utilizaba utilizaba la red de telefonía para transmitir la señal de forma analógica, tenía ancho de banda de 56 Kbps y no podría trabajar con voz y datos de forma simultánea, lo que significa que si estábamos conectados a Internet y llamaban por teléfono perderíamos la conexión si alguien descolgaba la llamada.
Red digital RDSI
Es un estándar que se encuentra también obsoleto y que tiene un uso cada vez menor, aunque hay que reconocer que vivió una época dorada en su momento, y que todavía tiene cierta presencia en el sector profesional. Con todo, a nivel de consumo su uso es prácticamente anecdótico.
La base de este tipo de conexión a Internet es, a grandes rasgos, la misma que la de la red telefónica conmutada, pero tiene la particularidad de que transmite en digital en lugar de en analógico. En una red digital RDSI no se utiliza un módem, sino un adaptador de red específico, y se necesita una infraestructura concreta, lo que representa un coste importante.
Fibra óptica
El tipo de conexión cableada más popular que tenemos actualmente, y también uno de los más rápidos y de los mejor valorados tanto por su velocidad como por la estabilidad y la latencia que ofrece en general este tipo de conexión. En un principio su alto coste y su baja disponibilidad la colocaron en una posición complicada, pero con el paso del tiempo se acabó democratizando y hoy está al alcance de casi todo el mundo.
La fibra óptica nos permitirá disfrutar de una conexión a Internet de alta velocidad estable y de baja latencia, aunque algunos proveedores utilizan una mezcla de cableado de fibra óptica y cable coaxial, siendo esta última inferior en rendimiento y calidad. Una conexión de fibra óptica doméstica puede alcanzar, sin problemas, velocidades de 1 Gbps simétricos, e incluso ir más allá. Esto se traduciría en 125 MB/s, lo que significa que podríamos descargar archivos de 1 GB e menos de 10 segundos.
Conexión ADSL
En su momento gozó de una enorme popularidad debido, sobre todo, a esa menor disponibilidad y mayor coste que tenían las conexiones de fibra óptica. A día de hoy sigue siendo una de las más populares, pero ha ido perdiendo terreno frente a las conexiones de fibra óptica que, en general, son superiores en todos los sentidos.
Este tipo de conexión a Internet se conoce por sus siglas en inglés, que significan «Asymmetric Digital Subscriber Line», y representa una evolución que une las bases de la red telefónica conmutada y la red digital RDSI. Utiliza la línea telefónica, formada por el clásico par de cobre, lo que facilita y abarata muchísimo su implementación, y permite alcanzar velocidades considerables que, en muchos casos, son más que suficiente para el usuario medio.
Subtipos de conexión inalámbrica
Conexiones de datos móviles
Este tipo de conexión lleva mucho tiempo entre nosotros, aunque su popularización se produjo de una forma relativamente tardía porque las velocidades que ofrecía en sus orígenes eran muy limitadas. El estándar 3G marcó un avance enorme, y con el 4G vivimos una pequeña revolución que ha culminado con el 5G, estándar que utilizamos actualmente.
Cada uno de esos estándares se diferencian por contar con numerosas funciones y capacidades, y también por el nivel de rendimiento máximo que ofrecen. Por ejemplo, la versión más temprana podía transmitir a un máximo de 10 Kbps, mientras que con el 5G podríamos llegar a un máximo teórico de hasta 20 Gbps, siempre en condiciones óptimas de conexión, y contando con hardware que lo permita.
Estándar WiMAX
Son las siglas de Worldwide Interoperability for Microwave Access (interoperabilidad mundial para acceso por microondas). Se trata de un tipo de conexión a Internet inalámbrica que utiliza ondas de radio en las frecuencias de 2,5 a 5,8 GHz, y que es capaz de alcanzar una cobertura máxima de hasta 70 kilómetros, una cifra enorme que ya os permitirá haceros una día del valor que ofrece.
Este tipo de conexión a Internet está pensada sobre todo para llegar a zonas de difícil acceso que presentan una cobertura complicada, como por ejemplo espacios apartados de las grandes ciudades y de los pueblos. Es necesario utilizar antenas exteriores en la vivienda u oficina a la que queremos que llegue la conexión, y puede ofrecer un alto nivel de rendimiento (su máximo teórico es de 1 Gbps).
Sistema LMDS
Esas siglas se corresponden con «Local Multipoint Distribution System», y se trata de otro tipo de conexión a Internet basado en ondas de radio, aunque en esta ocasión no son de baja frecuencia, sino de alta frecuencia, ya que operan entre los 28 GHz y los 40 GHz. Esto quiere decir que tiene un alcance máximo inferior a la anterior, ya que puede cubrir un máximo de 35 kilómetros.
Estas conexiones se establecen de forma celular, utilizando una red de antenas fijas ubicadas en determinadas zonas para dar cobertura a sectores concretos. Puede alcanzar un ancho de banda de hasta 155 Mbps en la banda de 28 GHz, pero se ve ampliamente afectada por obstáculos y fuentes de interferencias.
Conexión vía satélite
Este tipo de conexión es una de las mejores por lo que respecta a posibilidad de alcance, y es que podemos utilizarla para llevar una conexión a Internet a cualquier rincón del mundo, aunque era necesaria una gran cantidad de equipamiento (antena, módem específico y conversor de reducción de ruido) que supone un coste elevado, y el precio de este servicio solía ser muy elevado
Hablo en pasado porque gracias a Starlink la realidad de las conexiones a Internet vía satélite ha cambiado enormemente. Esta compañía ha facilitado muchísimo el acceso a este tipo de conectividad, reduciendo en gran medida tanto el coste del equipamiento necesario como el coste mensual del servicio. Este tipo de conexión ha vuelto a demostrar en la guerra de Ucrania el valor que ofrece en situaciones de crisis humanitaria y en conflictos bélicos.
Estándar Wi-Fi
Un estándar que no necesita presentación, y que se mantiene como el más utilizado de su clase a día de hoy. Como sabrán muchos de nuestros lectores este tipo se divide en varios estándares que ofrecen un nivel de prestaciones concretas y un rendimiento específico, aunque todos trabajan a través de ondas de radio con forma de dónut.
Los estándares más utilizados actualmente son Wi-Fi 5 y Wi-Fi 6, aunque el Wi-Fi 4 todavía cuenta con una base importante de usuarios, y el Wi-Fi 7 se convertirá en el próximo gran estándar para los que aspiran a disfrutar del máximo rendimiento posible. Los estándares anteriores están obsoletos y pueden provocar problemas de rendimiento.