Google llega a un acuerdo por rastrear a través del modo incógnito de Chrome
Parece que a Google se le están acumulando las desgracias, y es que, después de perder contra Epic Games y la existencia de al menos una causa antimonopolio en su contra que abarca la posición de Android y sus propios servicios, ahora el gigante de Mountain View ha llegado a un acuerdo para poner fin a una demanda por rastrear a los usuarios a través del modo incógnito de Chrome.
La demanda por rastrear a los usuarios mediante el modo incógnito de Google Chrome fue presentada hace unos años en el estado estadounidense de California y en su momento se pidieron 5.000 millones de dólares como indemnización por daños y perjuicios. Los demandantes argumentaron que el gigante del buscador empleó Analytics, aplicaciones y complementos del navegador para monitorear a los usuarios sin su permiso. Como consecuencia, Google daba a los usuarios una falsa sensación de privacidad y de control sobre los datos que se compartían con ella.
Como defensa, Google ha argumentado que el modo incógnito de Chrome (y cualquier función equivalente, como la ventana privada de Firefox) hace que no se guarden datos en el ordenador del usuario, pero que no impide, al menos en un principio, el rastreo por parte de los sitios web. Esto es cierto debido a que el modo privado de los navegadores web no son una VPN ni realizan ninguna función similar, sino que en un principio se limitan a que no quede rastro a nivel local de la navegación realizada a través de dicho modo, principalmente las cookies, el historial, la caché y los datos de los formularios.
El tema principal y según se puede extraer de los argumentos de la parte demandante, los usuarios esperaban que la recopilación de datos, incluso de aquellos recolectados por Google, no fueran más allá de lo que estrictamente debería abarcar la navegación privada, que no anónima. De hecho, en la demanda se dijo que Google “no puede seguir participando en la recopilación encubierta y no autorizada de datos de prácticamente cualquier ciudadano estadounidense que utilice un ordenador o un teléfono”.
Al parecer Google se ha visto acorralada y ha decidido llegar a un acuerdo antes de la emisión de otra sentencia en su contra. Los términos todavía no se han hecho públicos por ninguna de las partes, pero todo apunta a que serán presentados ante el tribunal el próximo mes de febrero para su aprobación. Pero salga lo que salga de ahí, una cosa está clara, y es que es muy probable que la cuantía de la indemnización sea inferior a los 5.000 millones de dólares pedidos por la parte demandante, cosa que no quiere decir que al final no vaya a ser alta.