El Hubble, de nuevo en modo seguro

Aunque el espacio (principalmente la órbita terrestre) está más que poblado de artefactos, ninguno de ellos ha logrado la popularidad y el cariño del Hubble. Esto es lo más comprensible del mundo, pues durante décadas, y sin abandonar la órbita terrestre, no solo ha sido una herramienta excepcionalmente útil para la investigación científica, también nos ha regalado miles y miles de imágenes con las que, aún en su infinita complejidad, el común de los mortales podemos intentar entender un poco mejor el universo.

Ni ha sido ni es el único telescopio espacial, y en los últimos tiempos el flamante James Webb le ha robado cierto protagonismo de cara a la opinión pública, pero no debemos olvidar que el veterano Hubble sobrevuela nuestras cabezas desde abril de 1990, más de 33 años y medio de servicio, mucho más tiempo del previsto inicialmente, y eso que desde 2009 ya no se han llevado a cabo operaciones de servicio, ni de mantenimiento-reparación ni para dotarlo de nuevos componentes, instrumentos y funciones. Sin duda, hablamos de todo un hito en la historia de la ingeniería.

El paso del tiempo y la huella que deja el mismo son algo inevitable, y en el caso del Hubble los «achaques» de la edad llevan ya algún tiempo haciéndose notar. Así, si repasamos las noticias de estos últimos tiempos en relación con el telescopio, podemos ver que buena parte de ella tienen que ver con fallos que han obligado, en diversos momentos, a activar su modo seguro, en el que se suspenden gran parte de sus funciones (incluidas todas las científicas), y la actividad se concentra en intentar subsanar el problema que ha dado lugar a esta situación.

Pues bien, de nuevo nos encontramos en esas circunstancias. Según ha publicado la propia agencia espacial, el Hubble se encuentra en modo seguro por el fallo de una unidad giroscópica, un instrumento determinante a la hora de determinar la orientación del telescopio. No es un problema insalvable, afortunadamente, pues el observador cuenta con tres giroscopios, pues podría llegar a funcionar con normalidad con solo uno de ellos, pero debemos tener en cuenta que en su momento llegó a contar con seis y que, por lo tanto, previamente ya ha «perdido» otros tres, por lo que la conservación de los que aún están operativos puede jugar un papel clave para extender aún más su ciclo de vida.

Durante las últimas semanas el Hubble ha entrado y salido varias veces del modo seguro por fallos en dicha unidad giroscópica, que parecían subsanados a finales del mes pasado, pero ahora parece que el problema ha escalado. Aún así, según podemos leer en la publicación de la NASA, la agencia espacial estadounidense se muestra optimista al respecto del futuro cercano del telescopio, llegando incluso a afirmar «el Hubble continuará haciendo descubrimientos innovadores, trabajando con otros observatorios, como el Telescopio Espacial James Webb de la agencia, a lo largo de esta década y posiblemente en la próxima«. Crucemos los dedos para que así sea.

Imágenes: NASA