Review Razer Kishi V2 Pro: de smartphone a videoconsola
Con el Razer Kishi V2 Pro, esta tecnológica de referencia en el mundo del gaming vuelve a dar un salto cualitativo en una línea de producto que, personalmente, me parece de lo más interesante, pues nos permite transmutar un smartphone en una videoconsola portátil con todas las de la ley. Y es que sí, es cierto que el potencial de los teléfonos actuales a la hora de jugar es más que destacable, pero el control táctil, salvo en algunos títulos, se queda muy, muy corto.
El Rzer Kishi V2 Pro no es el único controlador de este tipo, es importante aclarar este punto, pero sí que es, desde su primera generación, el principal referente para muchas personas, y esto es debido a que hablamos de una propuesta muy pensada y bastante refinada. Recordemos que, ya en su primeras generación, y aún con algunos puntos mejorables, nos dejó un muy buen sabor de boca, y la llegada de la generación V2, primero en su versión para Android y pocos meses después con la de iPhone, supo resolver aquellos puntos más flojos de la primera, terminó de confirmar que nos encontramos ante un dispositivo sensacional.
Esto, que ya era deducible en una primera toma de contacto y la revisión de sus especificaciones, pudimos confirmarlo más allá de toda duda razonable con el completo análisis al que sometimos al Kishi V2 para iPhone, y que como puedes comprobar nos dejó con un muy buen sabor de boca, una valoración que es plenamente extrapolable a la versión para Android, pues sus dos principales diferencias son contar con puertos Lightning o USB-C en función de la plataforma, así como el alcance de Razer Nexus, su app de gestión, en los sistemas operativos de Apple y de Google.
¿Y qué diferencia hay entre el Kishi V2 y este Kishi V2 Pro que probamos en esta review? Como seguramente recordarás, el pasado mes de agosto Razer anunció que su consola portátil, la muy interesante Razer Edge, ya estaba disponible en España y que, junto con ella, también llegaba a nuestro país la versión Pro del mando, que de hecho es la que se incluye con la consola, pero que también puede ser adquirida por separado, una propuesta interesante para aquellos usuarios que quieran seguir empleando su smartphone para jugar.
Pues bien, la principal diferencia de este modelo Pro con respecto a la versión V2 que debutó en el mercado el año pasado llega de la mano de la tecnología HyperSense Haptics que, como puedes deducir por su nombre, suma la respuesta háptica a las funciones de la versión estándar del mando. Una diferencia que, sin duda, proporciona una experiencia mucho más inmersiva. A este respecto, aunque profundizaré en ello al hablar de la experiencia de uso, te adelanto que he probado tanto el V2 como el V2 Pro y la diferencia es más que considerable.
Review Razer Kishi V2 Pro: especificaciones clave
Dado que hablamos de un dispositivo que se ubica en una categoría de producto bastante singular, en lugar de las especificaciones técnicas al uso a continuación enumeramos los puntos más destacables del mismo, en lo referido a su construcción:
- Mando de control premium para Android fabricado en plástico duro con tacto rugoso.
- Conectividad USB-C compatible con carga simultánea.
- Conector minijack para auriculares.
- Sistema de agarre ajustable con brazo extensible.
- Cruceta de dirección, dos sticks analógicos, ocho botones, dos gatillos, dos botones superiores (al lado de los gatillos) y dos botones programables.
- Microswitches con clics mecánicos.
- Respuesta háptica.
- Compatible con Android 10 o posterior (la compatibilidad con la tecnología háptica HyperSense varía según el juego y la versión del sistema Android).
- Medidas: 92,2 x 180,7 x 33,9 milímetros.
- Peso: 138 gramos.
- Aplicación móvil Razer Nexus dedicada.
En este caso, dado que la unidad que hemos probado es la que se incluye con la consola Razer Edge (cuya review publicaremos próximamente) no nos es posible documentar el proceso de unboxing pero, a este respecto, podéis consultar la review del Kishi V2 para iPhone que he enlazado anteriormente, pues hablamos de dos dispositivos prácticamente idénticos, de modo que nos proporciona una aproximación muy, muy cercana.
Puesta en marcha y primeros pasos
Una vez extraído de su embalaje, el Kishi V2 Pro ya está listo para usar. Recordemos, en este punto, que no cuenta con batería, ya que se alimenta con la carga del teléfono a través de la conexión USB-C, y que a su vez cuenta con un puerto exterior del mismo tipo que nos permitirá mantener en carga el smartphone mientras estamos jugando, algo muy conveniente para largas sesiones de juego en casa.
Para que la prueba tuviera un perfil más amplio, he empleado cuatro dispositivos para el conjunto de las pruebas:
- Google Pixel 8 Pro
- Google Pixel 7a
- Wiko Power U30
- Razer Edge
En todos los casos, claro, hablamos de dispositivos Android, de modo que tendremos que descargar e instalar la aplicación Razer Nexusdesde Google Play (es gratuita). Puedes hacerlo antes de conectar el dispositivo o cuando acabes de hacerlo (en cuyo caso se mostrará un mensaje precisamente para tal fin). Su instalación y puesta en marcha es, como ya habrás imaginado, un proceso tremendamente sencillo. Tan solo asegúrate de retirar la carcasa del smartphone antes de introducirlo en el Kishi V2 Pro y de que el teléfono se encuentre en paralelo con la barra central del mando, para que no haya ángulo de inclinación entre el conector del mando un el puerto del smartphone.
De los cuatro dispositivos con los que he probado el Kishi V2 Pro, el que más a prueba podía poner al mando en lo referido a su compatibilidad con dispositivos de gran tamaño era el smartphone de Wiko, con sus 173,8 milímetros de altura. No obstante, y como puedes comprobar en la imagen inferior, pudo encajar sin problemas, demostrando de este modo que Razer se ha preocupado de dar soporte a smartphones de todos los tamaños.
Visto y probado este punto, que personalmente me parecía bastante importante, fui al extremo contrario, es decir, al más pequeño de los cuatro dispositivos, el Pixel 7a, y en este caso, probado lo anterior, obviamente no por si podía albergarlo, pues era evidente que sí, sino por el sistema retráctil de brazo posterior extensible, es decir, para comprobar si aplicaba la fuerza necesaria para retenerlo con firmeza pero sin excederse. Y, de nuevo, el resultado fue excelente.
Así, casi obvia decir que el encaje con los otros dos dispositivos fue como el de un guante. Esto ya lo podíamos dar por sentado con la consola Razer Edge, pues ambos dispositivos han sido diseñados para ser empleados en conjunto (aunque, claro, también lo pueden hacer de manera independiente). En cuanto al Pixel 8 Pro, exactamente más de lo mismo, es decir, encaje perfecto, funcionamiento 100% fluido y una experiencia de uso (que abordaré a continuación) inmejorable.
Experiencia de uso
Aunque las pruebas de «encaje» las hice con los cuatro dispositivos que he mencionado antes, decidí excluir el modelo de Wiko de las de funcionamiento. ¿Por qué? Pues porque como ya conté en su momento, era un dispositivo muy competente para su mercado y su momento, es decir, la gama de entrada de 2021. No hablamos de un móvil que haya sido pensado para jugar, salvo en todo caso a juegos de tipo casual, en los que la propuesta de valor de dispositivos como el Kishi V2 Pro no marcan una diferencia real con respecto a jugarlos con los controles de una pantalla táctil.
Así, y dado que entiendo que además es el mercado perseguido por Razer con este dispositivo, he acotado la prueba a la gama media y a la gama alta, segmentos en los que este mando sí que brilla con luz propia al redefinir por completo la experiencia de juego en el móvil. Ya había probado anteriormente el Kishi V2 para Android, por lo que esperaba una cierta mejora gracias a la respuesta háptica, pero después de unas horas afirmo, con rotundidad, que la mejora es superlativa.
Hay dos elementos clave para que la experiencia de uso, en general, sea tan positiva, y ambos se encuentran en su base. Como puedes ver en la imagen bajo este párrafo, el Kishi V2 Pro cuenta con un conector USB-C, que nos permitirá prolongar las sesiones de juego tanto como deseemos sin tener que preocuparnos de la batería del móvil, y también un puerto minijack que nos permitirá emplear auriculares cableados si lo deseamos (aunque a este respecto, por ampliar el rango de la prueba, he empleado tanto auriculares cableados como los Razer Hammerhead Pro Hyperspeed cuya review publicamos hace un par de semanas).
También juega un papel clave la calidad de la construcción del mando. Construido en plástico duro acabado mate y con tacto rugoso en su parte posterior para mejorar el agarre, transmite solidez desde la primera vez que lo tomas en tus manos, y su diseño ergonómico pone todos sus controles al alcance de tus dedos sin que tengas que forzar la posición de los mismos para acceder a alguno de ellos. Y este me parece un aspecto importante, especialmente al tener en cuenta que integra nada menos que una cruceta, dos sticks, dos gatillos y doce botones. El trabajo del departamento de diseño merece un gran reconocimiento en este punto.
Comentaba, anteriormente, que el hecho de contar con un puerto USB-C acaba con la limitación de tiempo que impone la batería del smartphone, y aquí es dónde nos encontramos con otra ventaja de emplear un mando como el Kishi V2 Pro para jugar. Una larga sesión de juego en un smartphone, y especialmente si es a un juego exigente, se traduce en que el teléfono alcance ciertas temperaturas que, sin ser peligrosas, sí que resultan incómodas. Con el mando, ese calor no se transmite a nuestras manos, de modo que nos evitamos ese efecto tan desagradable, especialmente en días calurosos.
Punto y aparte a la hora de hablar de Razer Nexus, la app con la que gestionaremos el mando y que debemos emplear para abrir los juegos a los que deseamos jugar. Y ojo, que este detalle es importante, pues si abrimos un juego directamente desde Android, en vez de hacerlo desde Nexus, nos encontraremos con que los controles no funcionan. Esto no plantea problema, no obstante, ya que la app reconoce todos los juegos que hemos instalado y los añade directamente al menú.
Además de esto, también nos muestra sugerencias de juegos en base a diversos criterios y nos ofrece acceso a los principales sistema de juego remoto, ya sea en la nube, con GeForce Now y Xbox Cloud, como en el contexto de nuestra propia red, con Steam Link, entre otros. Así, además de las funciones de gestión del mando, la app también se convierte en un completo launcher que nos da acceso directo a toda la propuesta de juegos disponible en nuestro dispositivo.
Esto, que puede no parecer tan importante, en realidad despliega gran parte de su valor en el caso de aquellos usuarios que no son demasiado conocedores de lo completo y variado del ecosistema del gaming para smartphone. Desde emuladores y plataformas de streaming hasta listas de los juegos más destacables en diversos géneros, la navegación durante unos minutos por su selección de contenidos se traducirá, en la mayoría de los casos, en más de un descubrimiento interesante.
El software nos permitirá, además, ajustar la respuesta del Kishi V2 Pro a la hora de jugar, y esto incluye el ajuste de los controles, que se efectúa de manera automática en una amplia selección de títulos, pero no en su totalidad, y que por lo tanto puede que tengamos que reajustar en determinados casos. El proceso es, no obstante, realmente sencillo, y podremos completarlo en menos de un minuto.
Muy bien, pero ¿y al jugar?
Vale, hasta ahora he hablado de configuración, de diseño, de materiales, de conectores, etcétera, pero al final esto es un mando, está diseñado para jugar y, por lo tanto, este es el punto más importante, pues de poco o nada sirve todo lo anterior si, al final, la experiencia de uso es mediocre, ¿no?
Bien, afortunadamente no es el caso. Muy al contrario, este Kishi V2 Pro convierte la experiencia de jugar con el smartphone a algo semejante a hacerlo con una videoconsola. Y para que así sea hay varios aspectos que juegan un papel clave:
- Calidad de construcción.
- Calidad de los controles.
- Velocidad de respuesta.
- Ergonomía.
En los cuatro el mando se sitúa cómodamente en el sobresaliente. Para la prueba he empleado tanto juegos de diversos géneros instalados en los tres dispositivos, como juego en streaming (en local con Steam Link y en la nube con GeForce Now). En todos los casos, la respuesta de este Kishi V2 Pro era inmediata y, gracias al nivel de control que proporcionan sticks, gatillos y botones, la sensación inmediata (si previamente has jugado con los controles táctiles de la pantalla, claro), es que tienes un control mucho mayor, que los juegos responden de una manera más ágil y precisa a tus acciones y, por lo tanto, que tu «nivel» de juego ha crecido de manera sustancial.
Obviamente esta percepción varía en función del tipo de juego que estemos empleando. Si lo utilizas, por ejemplo, para juegos casuales del estilo de solitarios, sudokus, 2048 y demás, la diferencia es bastante leve. No diré que inexistente, pues los controles son bastante cómodos, pero no es un caso de uso para el mando. Ahora bien, eso no significa que el Kishi V2 Pro sea un controlador exclusivo para títulos de acción.
Uno de los juegos que he empleado en las pruebas ha sido Stardew Valley, un título al que he dedicado cientos de horas en PC, y que también tengo tanto para Android como para iOS. Y reconozco que la experiencia táctil nunca me había terminado de resultar satisfactoria, por lo que tenía muchas ganas de probarlo con el mando. La experiencia es, sencillamente, otro mundo (uno muchísimo mejor, ya me entiendes). Es decir, que salvo un tipo de juego muy específico, en el resto de casos el mando sí que eleva la experiencia de juego a un nivel muy, muy superior.
Como ya he contado en alguna ocasión, me gustan bastante los roguelike, especialmente los del estilo de Brotato, Vampire Survivors y similares, un tipo de juego en el que la velocidad de reacción marca una gran diferencia. Así, he probado Brotato en local, Vampire Survivors en local y en la nube y Nomad Survival en streaming local con Steam Link, y en todos los casos la respuesta de los controles ha sido inmediata y 100% correcta y, por lo tanto, totalmente satisfactoria.
Conclusiones
El Kishi de primera generación era una propuesta interesante, que con el salto a su V2 evolucionó de manera más que sustancial. Así, podría dar la sensación de que el V2 Pro no plantea un salto tan relevante, pero pensar eso es un error. La respuesta háptica, a la que ya estamos acostumbrados en videoconsolas portátiles y en mandos se ha mostrado, desde hace ya bastantes años, como una tecnología disruptiva en la experiencia de juego. Así, llevarla al juego móvil supone la adopción de una tecnología que, a día de hoy, para muchos ya es prácticamente imprescindible para jugar.
Es cierto, sí, que su precio es un tanto elevado, pero a la hora de juzgar este punto es necesario hacer una valoración de las calidades de los elementos empleados para su producción, así como el trabajo que hay tanto en su diseño como en Razer Nexus lo convierten en un producto merecedor, sin duda, del calificativo premium, que es un denominador común de la propuesta de Razer. Así, cualquier usuario que disfrute de jugar en el smartphone de manera habitual y que tenga un dispositivo de gama media, media-alta o alta, sin duda le sacará un gran partido que justificará la inversión.
En mi caso, reconozco que durante el tiempo que lo he estado probando me ha despertado un mayor interés por el juego en smartphone, al punto de que pienso que le voy a conceder más tiempo en el futuro que el que le dedicaba hasta ahora. Y es que, como indico en el título de esta review, con el Kishi V2 Pro ya no tengo un smartphone para jugar, ahora tengo una videoconsola portátil.
El mando Razer Kishi V2 Pro ya está a la venta, lo puedes encontrar en la web de Razer y en Amazon, y su precio es de 149,99 euros.
Calidad de construcción y acabados
Gran compatibilidad con juegos y servicios
Razer Nexus