Análisis
Kia e-Niro 2023, textura
It’s a cool place and they say it gets colder Smash Mouth (All Star, 1999)
«¿Qué llevas ahí?» Miguel me mira como despertando de un sueño profundo, luego se mira la mano que lleva metida en el bolsillo de su chaqueta verde con capucha con más vocación de sudadera que de chaqueta. Saca la mano dejando caer una lluvia de papeles y pelusas al suelo. Me muestra el puño cerrado que deja entrever un débil destello entre los dedos. «Es mi piedra» dice Miguel con convicción volviendo a esconder rápidamente el objeto en el bolsillo. «No he podido verla» le digo mientras nos volvemos a poner en marcha. Miguel sacude la cabeza y acelera el paso «es mejor que no» murmura. Prefiero no discutir pero no puedo dejar de mirar el bulto que hace su puño dentro de la chaqueta/sudadera. Seguimos andando a buen paso hacia la estación de tren. Como de costumbre atravesamos el descampado que se encuentra junto a la fábrica de conservas. Un olor a legumbres cocidas revoluciona nuestros jugos gástricos mientras lo cruzamos en silencio. Miguel mira al frente hacia la estación que aún se encuentra lejos pero que ya podemos divisar. El viento juega con los vapores de la comida alejándolos y acercándolos como para torturarnos.
Me invade el hambre pero también la intriga por la actitud de Miguel. De repente me coge del brazo. «Espera, sentémonos» y se acomoda en una de las piedras que hay en el descampado. Echo un vistazo a mi alrededor. Hace seis meses parecía que lo iban a desescombrar para una nueva fábrica. Piezas de automóviles, paneles solares, persianas… las teorías recorrían con ilusión los bares de nuestro pueblo nacido como protuberancia de la capital. Pero el proyecto se detuvo sin previo aviso. Las máquinas se retiraron y el descampado quedó a medio desbrozar. Finalmente me siento con desgana en una piedra enfrente de Miguel. Me doy cuenta de que respira con dificultad. El cielo se ha encapotado de repente y se escuchan unos truenos en la lejanía. Miguel saca otra vez la mano. Esta vez la luz dentro del puño es tan intensa que la piel parece transparente. Miguel gime «ayúdame a enterrarlo». Él con la mano libre y yo como puedo con mis dos manos logramos hacer un pequeño agujero. «Aparta los ojos» dice Miguel. Obedezco. Cuando vuelvo la cabeza de nuevo ha tapado el hueco. Las nubes siguen acumulándose. Entonces a caballo de un trueno se oye una voz profunda y fría «No pensarías que iba a ser tan fácil librarte de mi». Empieza a llover en el descampado.
Sin duda uno de los fabricantes que ha apostado más fuerte por la electrificación de su catálogo es Kia. La marca coreana lleva muchos años desarrollando propuestas en sus propias plataformas y ofreciendo versiones de sus modelos una oferta de propulsores completa con distintos niveles de electrificación desde microhíbridos a totalmente eléctricos. Es el caso de la gama Niro, un crossover compacto que está cosechando un discreto éxito en ventas y que dispone de una versión totalmente electrificada con la probada plataforma de Kia.
Modelo analizado | KIA e-Niro |
Motor y acabado | Drive |
Potencia | 204 CV |
Velocidad máxima | 167 Kmh |
Aceleración o-100 | 7,8 s |
Largo/ancho/alto | 4420/1825/157095 mm |
Potencia máxima RPM | 204 CV |
Par máximo Nm/RPM | 255 Nm |
Caja de cambios | Automático |
Web | https://www.kia.com/es/ |
Precio | 49.965 euros |
Curiosamente esta gama de versiones eléctricas de modelos de motorizaciones de combustión conviven con modelos totalmente diseñados para ser exclusivamente eléctricos como el EV6 o el nuevo EV9 por lo que se puede decir que Kia juega a dos barajas en este caso, a diferencia de fabricantes como Volkswagen que tienen su gama 100% eléctrica y la gama «tradicional» totalmente separada. Es una apuesta que pone a disposición de los compradores toda la gama de propulsores para la mayor parte de las carrocerías.
Crossover eléctrico
En este caso probamos el Kia Niro, un crossover que mide 4,62 metros de longitud y una altura de 1,570 metros, lo que le coloca entre un turismo y un SUV. Es un modelo que ha evolucionado estéticamente de forma muy profunda con respecto a la anterior generación con unos toques de diseño que han modernizado de forma importante muchos de los elementos pero que ha mantenido aspectos importantes como el de la habitabilidad que es una de las mayores en vehículos de su tamaño.
El frontal ha recibido un lavado de cara importante con unos grupos ópticos estilizados con los faros colocados a los lados del parachoques prácticamente invisibles y de tecnología LED junto con el resto de elementos que se agrupan en dos bloques laterales. El diseño de las tomas de aire de esta versión eléctrica hacen que el frontal tenga un aspecto radicalmente distinto de la versión híbrida o híbrida enchufable ya que en este caso son mucho más estilizados.
El lateral de este nuevo Niro también ha sufrido cambios con respecto al modelo anterior. Además de las llantas de 18 pulgadas de diseño especial y de la gran moldura de plástico que encontramos en la parte inferior de las puertas, destaca el montante posterior que está realizado en una pieza de un solo color y que reduce el cristal que se coloca en esa parte trasera. Aunque en la unidad que probamos es de color blanco como la carrocería puede encargarse de otro color.
Diseño moderno
En la parte trasera dominan también los grupos ópticos de gran tamaño justo en los bordes de la carrocería y en forma de bumerán, flanqueando en la parte superior un spoiler de gran tamaño y en el centro el cristal del portón trasero. Bajo el cristal una moldura de color negro donde se coloca el limpiaparabrisas trasero. El portón queda arriba mientras en la parte de abajo se encuentra el paragolpes trasero rematado también por una pieza de plástico negro brillante y más abajo otra moldura de plástico en color gris.
Otro de los elementos que destacan en la carrocería son las puertas, que son de tamaño generoso y tienen un ángulo de apertura bastante amplio lo que facilita mucho el acceso al interior. Dentro del Niro podemos comprobar que también ha habido un gran cambio en cuanto al diseño aunque el modelo no ha perdido nada de habitabilidad y comodidad para los ocupantes del vehículo, una característica importante de la generación anterior y de este modelo en general.
En la parte delantera destacan las dos pantallas que han sido colocadas de forma que parezcan una sola. En la parte izquierda la que hace las veces de panel de instrumentos tiene un tamaño de 10,35 pulgadas y a continuación conectada por una pieza de plástico negro que le da continuidad al diseño encontramos la segunda pantalla colocada en el centro del salpicadero prácticamente a la misma altura que la de la instrumentación con el mismo tamaño que la otra pantalla. Ambas tienen buena visibilidad pero la segunda algo sensible a las huellas que dejamos al tocarla.
Menús completos
En la pantalla de información encontraremos unos menús muy completos en lo que se refiere al funcionamiento y el control del sistema de propulsión eléctrico y de la batería. Podemos configurar la modalidad de carga y conocer tanto el consumo como otros parámetros. Por ejemplo es posible discriminar el nivel de carga máxima según se realice por corriente continua o corriente alterna o el sistema de calefactado de la batería para mantener su rendimiento.
Debajo de la pantalla del sistema de información y entretenimiento y como en otros modelos de Kia encontramos una franja de controles táctiles que cambian de función según tengamos seleccionado una selección u otra y que quedan apagados cuando el coche no está encendido. Es un sistema original pero que, al igual que la pantalla táctil, deja huellas y es menos intuitivo que los controles físicos de la anterior generación. Debajo de los controles encontramos un espacio para el teléfono móvil con carga inalámbrica y la posibilidad de conectar con cable tanto por USB-A como por USB-C.
El salpicadero tiene un diseño estilizado elegante y moderno con buenos acabados y unos materiales bien escogidos con un tacto agradable en las partes más expuestas. En el túnel central, donde encontramos el selector de las marchas y varios botones, se repite la elección del plástico brillante propenso a las huellas. También se ha colocado un reposabrazos y una serie de posavasos.
Amplio atrás
En la parte trasera, al igual que sucedía en anteriores generaciones del Niro, el espacio es amplio tanto para las piernas como en anchura, aunque como es habitual en coches de este tamaño dos personas irán cómodas y una tercera algo más sacrificada. Aunque sobre el papel la altura disponible es algo menor ya que el paquete de baterías se encuentra en el suelo del vehículo, la diferencia no es muy grande (5 centímetros según las mediciones del fabricante) por lo que una persona de estatura elevada se encontrará cómoda en estas plazas.
En lo que respecta al maletero también se beneficia el e-Niro de la colocación de las baterías ya que este, a diferencia de modelos de otros fabricantes, es más capaz que los modelos híbridos e híbridos enchufables. El Kia e-Niro ofrece una capacidad de carga de 495 litros frente a los 451 del modelo híbrido y los 349 del híbrido enchufable. Además dispone de un maletero de «cortesía» en la parte delantera de 20 litros de capacidad que permite guardar pequeños objetos.
En lo que respecta a las prestaciones de este e-Niro como hemos comentado se trata de la mecánica eléctrica ya conocida de 204 caballos que se utiliza en toda la gama de Kia y Hyundai con una batería en este caso de 64,8 kWh que en condiciones de la prueba WLTP ofrece una autonomía de 460 kilómetros. La aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en este modelo es de 7,8 segundos.
Conducción suave
Como es habitual en los modelos eléctricos lo que más destaca en la conducción urbana es la suavidad, y este e-Niro no es una excepción. La buena insonorización a pesar de la categoría del coche contribuye a una conducción relajada en ciudad. Aunque al principio el manejo del acelerador es un poco brusco ya que responde de forma muy rápida cuando lo accionamos, basta una breve adaptación para realizar una conducción tranquila en entornos urbanos.
La visibilidad es buena delante, aunque algo peor en la parte trasera ya que el cristal del portón no es muy grande y las grandes molduras de plástico del montante trasero dificultan algo la visión. Por suerte los sistemas de ayuda a la conducción y las propias cámaras que equipa este modelo son más que suficientes para compensar estas dificultades y las maniobras no presentan demasiadas dificultades.
Suave y rápido
En carretera ese nervio del acelerador del e-Niro también se hace sentir pero en este caso se convierte en seguridad a la hora de adelantamientos y otras maniobras que requieren una aceleración cuanto más decidida mejor. Nos ha gustado el comportamiento en curva del e-Niro, gracias también a que tiene una altura inferior a un SUV y a su centro de gravedad extremadamente bajo por la colocación de las baterías.
En general es un coche que es confortable y agradable de conducir en carreteras y autopistas con pocas curvas, pero que como hemos apuntado tiene una buena agilidad en trayectos virados en los que podemos afrontar giros con buena velocidad y salir de las curvas con buena aceleración. Las sensaciones no son muy directas por lo que no se puede hablar de conducción deportiva pero sí alegre.
Además el consumo en carretera y en autopista es bastante contenido rondando los 18 kWh y en cualquier caso pudiendo mantener los consumos en 20 kWh o por debajo, una cifra muy buena en carretera para un coche eléctrico. El mérito de la aerodinámica y del diseño del sistema de propulsión que se ha demostrado muy eficiente tanto en este como en otros modelos de la marca.
Conclusiones
El nuevo Kia e-Niro cuenta con una mecánica eléctrica más que probada y eficiente para potenciar las bondades de un crossover que está dando mucha guerra en un segmento en el que los SUV compactos están acostumbrados a dominar. Nos han gustado los retoques estéticos dentro y fuera, aunque a veces la modernidad dificulta la usabilidad y la elección de algunos materiales brillantes lo hacen más propenso a las huellas. Una lástima también la limitación de potencia de carga en corriente continua a 72 kW.
Con una habitabilidad y capacidad de maletero incluso superiores a sus compañeros de gama parece una apuesta interesante para el comprador que busque una solución eléctrica práctica y con la que pueda afrontar viajes de media / corta distancia. Los 460 kilómetros de autonomía que pueden bajar de los 400 en condiciones reales puede que sean el único pero para el que busque mayor autonomía, cosa que prometen modelos con el tamaño de este e-Niro aún no han llegado al mercado.
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