2023 ha tenido el verano más cálido desde que hay registros

Este de 2023 ha sido un verano especialmente duro en lo referido a las temperaturas. Junio ya empezó fuerte, y tanto julio como agosto han resultado verdaderamente insufribles, con olas de calor golpeándonos de manera constante, la temperatura del Mediterráneo alcanzando y manteniendo máximos históricos (lo que a su vez ha dado lugar a eventos como el reciente Medicane que tanto ha sorprendido a muchos)… en resumen, un verdadero inferno que, más allá de la incomodidad que nos provoca a muchos, tiene unos efectos devastadores en el planeta.

Las luces de alerta ya se encendieron hace algunos años y, desde entonces, no dejamos de recibir mensajes que nos confirman que la situación va a peor cada año que pasa, con récords que se van rompiendo en lapsos de tiempo cada vez más cortos, y que llevan asociados fenómenos naturales propios de las que se van convirtiendo en las nuevas condiciones climatológicas de la Tierra. Y no es una broma, Naciones Unidas volvía a advertir, recientemente, sobre la incompatibilidad de nuestro ritmo de vida actual y nuestra supervivencia como especie.

Politizado hasta el extremo, en una de las mayores muestras de inconsciencia que podemos presenciar en la actualidad, el cambio climático es una realidad cada día más indiscutible. Sí que es cierto que distintos modelos de análisis dan como resultado diferencias en los plazos temporales y los efectos del calentamiento global, pero la atronadora mayoría de la comunidad científica coincide en que hay un problema, que sus consecuencias pueden ser nefastas, y que habría que actuar para corregir la situación en la medida de lo posible.

En la línea de marcas que señalan en la peor de las direcciones, la NASA ha confirmado que el verano de 2023 ha sido el más cálido desde que hay registros. Obviamente esto se refiere al hemisferios norte, pues en el sur actualmente se encuentran en los últimos días del invierno, pero si observamos el mapa publicado por la agencia espacial estadounidense, podemos ver que los efectos del calentamiento global también se han dejado notar en la Antártida, con zonas de la misma que han registrado temperaturas medias de más de cuatro grados por encima de la media de años anteriores.

En el mismo mapa vemos que, junto con el norte de África, España se encuentra entre las regiones más afectadas por este verano que ha roto las máximas históricas desde que se empezaran a registrar las temperaturas, el año 1880. Dicho de otra manera, hemos vivido el verano más cálido en cerca de 150 años, lo hemos hecho tras un verano de 2022 que ya fue bastante duro, y como revelan las mediciones, en España tenemos mucho de lo que preocuparnos… y deberíamos hacerlo.

Imágenes: NASA Earth Observatory/Lauren Dauphin