Winception: Windows 7 funcionando en Windows 8 sobre Windows 8.1, Windows 10 y Windows 11
La virtualización nos permite ejecutar sistemas operativos diversos de una manera más segura y eficiente en diferentes configuraciones de hardware. Estas ventajas la ha convertido en una solución muy demandada y muy popular, sobre todo en el sector profesional, pero gracias a esta tecnología también es posible hacer cosas muy curiosas, como demuestra el Winception que se ha marcado NTDEV, un canal que ha mostrado cómo funcionan Windows 7 en Windows 8 y en Windows 8.1, Windows 10 y Windows 11 virtualizados simultáneamente.
Podríamos definirlo como una «virtualización anidada», y la verdad es que es una excelente demostración de lo que ha avanzado la virtualización y de las posibilidades que ofrece. La plataforma utilizada ha sido VMWare Workstation, porque según el autor del vídeo ha sido la única que realmente le ofrecía todo lo que necesitaba. Por ejemplo, con Hyper-V tenía problemas de congelaciones tras aplicar tres capas de virtualización, y con VirtualBox solo podía conseguir dos capas.
El resultado que ha conseguido NTDEV es bastante bueno, sobre todo teniendo en cuenta que su equipo utiliza una APU Ryzen 7 5800HS y 16 GB de RAM, es decir, no se trata de un portátil tope de gama, sino de un modelo que ahora mismo es considerado como de gama media. Si no recuerdo mal, todos los Ryzen soportan virtualización anidada, así que en este caso el hardware no jugó un papel limitante.
Con todo, está claro que tener un Winception de este calibre con tantos sistemas operativos virtualizados en capas hace que, al final, el consumo de recursos sea elevado y que el rendimiento se vea afectado negativamente. No obstante, la fluidez de cada sistema operativo depende de su posición en la cadena de recursos, y en este caso Windows 7 es el que peor respondía por haber sido el último en esa cadena de virtualización.
En el vídeo adjunto se puede ver perfectamente esa reducción en la fluidez que se va produciendo conforme se van abriendo las distintas capas de emulación hasta llegar a Windows 7, y el propio vídeo nos va explicando por qué ocurre esto. Básicamente es por lo que os he explicado, porque las primeras capas de virtualización tienen más recursos disponibles que las capas inferiores.
Un proyecto muy curioso que podría ser aún más interesante si se extendieran esas capas de virtualización hasta llegar a niveles todavía más bajos con sistemas operativos más antiguos, como Windows 95, por ejemplo. Quizá en un futuro se atrevan a intentarlo, y lo más probable es que Windows 11 vuelva a ser la base para iniciar esa virtualización anidada.