GeForce RTX 5090, tres claves que podrían convertirla en la más potente de su clase

La GeForce RTX 5090 se convertirá en la próxima tarjeta gráfica tope de gama de NVIDIA. Su lanzamiento está previsto para finales de 2024 o principios de 2025, aunque ahora mismo las informaciones que he ido viendo no terminan de ponerse de acuerdo, así que ambas posibilidades están abiertas.

El gigante verde va a utilizar, en teoría, un total de cinco GPUs para dar forma a su serie GeForce RTX 50, y estas utilizarán la arquitectura Blackwell, sucesora de la actual Ada Lovelace. Esta nueva arquitectura va a introducir una serie de cambios muy importantes que marcarán una diferencia notable frente a la generación actual, y que irán más allá del simple aumento de la potencia bruta.

Dentro de toda esa serie de cambios que introducirá esta nueva arquitectura podemos destacar tres que serán clave para convertir a la GeForce RTX 5090 en la más potente de su clase, y en una de las tarjetas gráficas más avanzadas de su generación. Vamos a descubrirlos.

1.-La GeForce RTX 5090 utilizará (en teoría) memoria GDDR7

Y tendrá un bus de datos enorme, según las últimas informaciones. Como sabrán muchos de nuestros lectores, la GeForce RTX 4090 adoptó un bus de 384 bits y utiliza 24 GB de memoria GDDR6X a 21 GHz, lo que le permite ofrecer un ancho de banda de 1.008 GB/s.

En el caso de la GeForce RTX 5090, se comenta que esta utilizará un bus de 512 bits y que tendrá 32 GB de memoria GDDR7 a 32 GHz. Si esto se confirma, la nueva tarjeta gráfica tope de gama de NVIDIA contaría con 8 GB más de memoria gráfica, y su ancho de banda subiría hasta los 2 TB/s. Si se mantuviera el bus de 384 bits su ancho de banda sería de 1,5 TB/s, lo que significa que incluso en el peor de los casos marcará un nuevo récord a nivel de ancho de banda.

¿Por qué es importante?

Porque aumentará el ancho de banda total, y esto permitirá que las comunicaciones entre la GPU y la memoria gráfica se realicen mucho más rápido. Esto puede marcar una gran diferencia sobre todo en resolución 4K y superiores, que es donde más impacto tiene el ancho de banda. Por otro lado, contar con más memoria gráfica reforzará el lado profesional de la GeForce RTX 5090.

2.-La GeForce RTX 5090 tendrá núcleos RT de cuarta generación

Este será sin duda uno de los avances más interesantes, ya que NVIDIA podría introducir mejoras de gran calado para mejorar el rendimiento en bruto, es decir, la cantidad de RT-FLOPs, y también otras optimizaciones y tecnologías concretas que nos permitirán disfrutar de un trazado de rayos más avanzado.

Hay que recordar que con Ada Lovelace y los núcleos RT de tercera generación la potencia se disparó hasta los 191 RT-TFLOPs, y que al mismo tiempo las tecnologías Displaced Micro-Meshes y Opacity Micro-Mask hicieron redujeron la carga y mejoraron la eficiencia a nivel de geometría y de opacidad de objetos. Pues bien, podemos esperar un enfoque similar con Blackwell, mayor potencia y nuevas optimizaciones.

¿Por qué es importante?

La potencia bruta en trazado de rayos representa la capacidad de una tarjeta gráfica de trabajar con este tipo de tecnología, ya que determina la cantidad de operaciones rayo-píxel que puede manejar, pero hay que tener en cuenta que la optimización también es clave, porque permite mejorar la eficiencia a la hora de trabajar con este tipo de cargas. Al final se crea entre ambas claves una importante simbiosis.

Por ejemplo, Displaced Micro-Meshes utiliza mallas de micro triángulos para mejorar la eficiencia a la hora de trabajar con trazado de rayos, ya que facilita en gran medida la compresión de geometría especialmente compleja y las interacciones con esta. Con las series GeForce RTX 30 se introdujo también la capacidad de trabajo concurrente (simultáneo) de shaders y núcleos RT, lo que impulsó en gran medida el rendimiento.

3.-Núcleos tensor de cuarta generación  y mejoras en IA

La inteligencia artificial se ha convertido en uno de los grandes pilares del gaming moderno, y no hay duda de que NVIDIA ha sido su gran impulsora. La tecnología DLSS Super Resolution, basada en algoritmos de IA y acelerada por los núcleos tensor de las tarjetas gráficas GeForce RTX 20, hizo posible disfrutar de una técnica de reescalado y reconstrucción de la imagen de alta calidad que nos ha dado muchas alegrías.

Con la generación de fotogramas NVIDIA demostró que la IA todavía tenía muchas cosas que decir, y ha conseguido marcar una gran diferencia en juegos compatibles gracias a la aceleración por hardware (Optical Flow Accelerator). En la GamesCom 2023 se anunciaron NVIDIA ACE, que utiliza IA para crear NPCs inteligentes, y DLSS 3.5, que introduce la reconstrucción de rayos por IA.

Cabe esperar que con la llegada de la GeForce RTX 5090 desde NVIDIA aprovechen para anunciar mejoras en esas tecnologías, o para presentar otras nuevas que aprovechen los núcleos tensor de quinta generación que utilizará dicha tarjeta gráfica, y toda la serie RTX 50. Será muy interesante ver hacia dónde apunta NVIDIA con la IA en su próxima generación.

¿Por qué es importante?

Porque gracias a la IA NVIDIA ha conseguido cosas que habrían sido imposibles tirando únicamente de potencia bruta, y porque esta tecnología abre las puertas a unos niveles de rendimiento excelentes incluso en tarjetas gráficas de gama media manteniendo un buen alto nivel de eficiencia. Pensad, por ejemplo, en la GeForce RTX 4060, una tarjeta gráfica que con un consumo de apenas 117 vatios es capaz de mover Cyberpunk 2077 en modo Overdrive.

Gracias a la IA será posible seguir mejorando el rendimiento en juegos, así como introducir nuevas funciones y tecnologías que ayuden con la optimización de estos en esas futuras generaciones de tarjetas gráficas. También será posible crear juegos más complejos, avanzados y realistas sin que el coste de esto a nivel de rendimiento, y de consumo energético, se dispare.