ASUS ROG Ally, más sencilla de desmontar que Steam Deck

Hace ya unas semanas que se produjo la llegada al mercado de la ASUS ROG Ally, la consola portátil de ASUS que lleva para competir con dispositivos como la muy presente Steam Deck, pero también con otras alternativas como la ONEXFLY. Recordemos que, ya desde su presentación, esta nueva portátil nos sorprendió para bien por sus especificaciones técnicas, que la sitúan en la parte alta de la tabla de los principales dispositivos de este mercado.

En el modelo ya disponible en el mercado encontramos, en su interior, una APU AMD Ryzen Z1 Extreme (está previsto un segundo modelo con una Ryzen Z1), que integra una CPU de 8 núcleos / 16 hilos y 24 megabytes de caché, capaz de alcanzar los 5.10 gigahercios, acompañada de una GPU Radeon con arquitectura RDNA 3, 12 CUs, hasta 2.7 gigahercios y hasta 8.6 teraflops. Este conjunto se apoya en  16 gigabytes de memoria RAM LPDDR5 (6.400MT/s doble canal) y 512 gigabytes de almacenamiento NVME PCIe 4.0. Además, para los usuarios que quieren lo máximo en rendimiento gráfico, también se ofrece la ROG XG MOBILE, una tarjeta gráfica externa que puede ser hasta GeForce RTX 4090 de NVIDIA.

La propuesta resulta todavía más interesante teniendo en cuenta su precio, de 799 euros, que a la vista de los componentes de la misma nos indican claramente que ASUS ha ajustado al máximo, pues en el pasado hemos visto algunas portables más o menos equiparables en prestaciones, con precios que rondaban o incluso superaban la barrera psicológica de los 1.000 euros. Y a la espera de conocerlo, pero el precio del modelo con la APU Ryzen Z1 será todavía más económico.

Pues bien, todavía hay más cosas positivas que se pueden decir sobre esta consola portátil, y es que tras realizar su clásica prueba de desmontaje, iFixit ha determinado que desmontar la ASUS ROG Ally es más sencillo que llevar a cabo dicho proceso con la Steam Deck. Es decir, que si en algún momento queremos sustituir algún componente o tenemos la necesidad de repararla y deseamos hacerlo nosotros mismos, nos resultará bastante más sencillo con el modelo de ASUS que con el dispositivo de Valve.

Más concretamente, como podemos ver en el vídeo, desmontar la batería resulta muy sencillo, y tampoco nos encontramos con una gran complejidad a la hora de quitar los sticks y sus placas de circuito. En cuanto a la accesibilidad del espacio dedicado al almacenamiento SSD, llegar al mismo no reviste complicación. Tan solo resulta un poco más complejo retirar la pantalla, por la cantidad de adhesivo empleado para fijarla, aunque esto es comprensible, pues resulta necesario para que la pantalla se mantenga bien fija pese a su uso en condiciones de movilidad.