La Unión Europea aprueba la legislación que permitirá la fácil extracción y sustitución de las baterías
El pasado mes de diciembre informamos que la Unión Europea estaba dando pasos hacia la fácil extracción y sustitución de las baterías de los dispositivos, con un ojo puesto en su ciclo de vida útil y en el reciclaje. El acuerdo entre el Consejo Europeo y el Europarlamento hacían presagiar que la nueva legislación iba a salir adelante, y así ha sido en una reciente votación en la que 587 europarlamentarios se han mostrado a favor y otros 20 han decidido abstenerse.
Todavía está por ver cómo funcionará la legislación recientemente aprobada cuando entre en vigor, pero lo que está claro es que se alinea con la tradicional política de la Unión Europea de intentar reducir la cantidad de desperdicios que se generan dentro de su espacio. El Europarlamento explica en una nota de prensa que “la nueva ley tiene en cuenta la evolución tecnológica y los retos de futuro del sector y cubrirá todo el ciclo de vida de las baterías, desde el diseño hasta el final de su vida útil”.
Lo aprobado por el Europarlamento es en esencia lo que acordó en su momento con el Consejo Europeo, pero no viene mal recoger las medidas clave de la nueva legislación, que a buen seguro darán un disgusto a más de una tecnológica:
- Una declaración de huella de carbono y una etiqueta obligatorias para las baterías de los vehículos eléctricos (EV), las baterías de los medios de transporte ligeros (LMT) (por ejemplo, para scooters y bicicletas eléctricas) y las baterías industriales recargables con una capacidad superior a 2kWh.
- Diseñar baterías portátiles para electrodomésticos de tal manera que los propios consumidores puedan quitarlas y reemplazarlas fácilmente.
- Un pasaporte de batería digital para baterías LMT, baterías industriales con una capacidad superior a 2 kWh y baterías EV.
- Una política de diligencia debida para todos los operadores económicos, excepto las pymes.
- Objetivos de recogida de residuos más estrictos: para baterías portátiles el 45% para 2023, el 63% para 2027 y el 73% para 2030. Para baterías LMT el 51% para 2028 y el 61% para 2031.
- Niveles mínimos de materiales recuperados de baterías de desecho. Litio: 50% para 2027 y 80% para 2031. Cobalto, cobre, plomo y níquel: 90% para 2027 y 95% para 2031.
- Niveles mínimos de contenido reciclado para su uso en baterías nuevas. Ocho años después de la entrada en vigor del Reglamento: 16% de cobalto, 85% de plomo, 6% de litio y 6% de níquel. Trece años después de la entrada en vigor: 26% de cobalto, 85% de plomo, 12% de litio y 15% de níquel.
Al tratarse de un Reglamento, su aplicación será directa tras entrar en vigor independientemente de que los países miembros de la Unión Europea lo hayan adaptado a través de una legislación estatal. Diferente habría sido en caso de ser una Directiva, ya que de ser así correspondería a cada país elaborar sus propias leyes sobre cómo alcanzar los objetivos acordados.
Achille Variati, ponente del nuevo Reglamento y eurodiputado de los Socialistas y Demócratas Europeos por Italia, ha explicado que la Unión Europea tiene ahora “una legislación de economía circular que cubre todo el ciclo de vida de un producto, un enfoque que es bueno tanto para el medio ambiente como la economía.”
“Nuestro objetivo general es construir una industria de reciclaje más fuerte en la Unión Europea, particularmente para el litio, y un sector industrial competitivo en su conjunto que será crucial en las próximas décadas para la transición energética y la autonomía estratégica de nuestro continente. Estas medidas podrían convertirse en un referente para todo el mercado mundial de baterías”.
Que la Unión Europea apruebe legislaciones que intenten reducir los desperdicios y proteger los derechos de los consumidores no es ninguna novedad. Sin embargo, en el aire queda por ver cómo entienden los fabricantes la extracción fácil de la batería y en qué tipos de dispositivo se termina aplicando, más viendo que el término “electrodoméstico” abarca tanto que puede sonar hasta ambiguo.