Microsoft prueba un «detector de presencia» para Windows 11

Microsoft está probando una nueva configuración de privacidad llamada Presence Sensing. Un detector de presencia para Windows 11 que permitirá a los usuarios controlar si las aplicaciones pueden detectar cuando interactúan activamente con el dispositivo y bloquear su uso en su caso.

Esta función se está probando en la versión Beta de Windows 11 compilación 22624.1610 y como describe Microsoft «representa un sensor que detecta si un usuario está presente, ausente o no interactúa con su dispositivo». Con elle activada, se puede bloquear o permitir que ciertas aplicaciones accedan a los sensores de presencia. Esto significa que el usuario puede tener más control sobre su privacidad y evitar que las aplicaciones recopilen y usen sus datos sin su consentimiento.

La detección de presencia también puede tener otros usos prácticos. Por ejemplo, Microsoft explica que los dispositivos se pueden bloquear automáticamente cuando están desatendidos para proteger archivos confidenciales y otra información. También se puede inferir la intención del usuario para reducir el tiempo de respuesta requerido desde la detección hasta la autenticación o interacción. Otra ventaja será que la duración de la batería se podrá preservar al reducir el tiempo de inactividad innecesario de la pantalla cuando un usuario no está usando Windows activamente.

Los usuarios podrán encontrar esta configuración en Configuración > Privacidad y seguridad > Detección de presencia, siempre que su equipo sea compatible.

Privacidad… el eterno debate

Conseguir una privacidad total en un mundo tan conectado como el actual es imposible de conseguir a no ser que te metas en una cueva y desaparezcas. Dicho lo cual, hay que seguir denunciando que cualquier software actual recopila más datos de lo que sería deseable y los que son necesarios para su funcionamiento y mejora. Uno de los motivos que se esgrimen para una telemetría que en demasiadas ocasiones peca de falta de transparencia y control del usuario.

Microsoft no es precisamente un adalid de esta cuestión y Windows 10 fue un auténtico dislate, con una configuración inicial que dejaba al usuario «vendido» ante la recopilación masiva de datos. Después de las críticas de spyware, ha ido mejorando al menos en información y control del usuario, pero aún así a un sistema como Windows 11 hay que meterle mano desde el minuto uno.

En el caso del detector de presencia para Windows 11, Microsoft promete que no recopilará imágenes ni metadatos y todo el procesamiento se realizará y se almacenará localmente en el hardware del dispositivo. También añade que esta detección «puede afectar significativamente a la seguridad, la capacidad de respuesta y el rendimiento» de los equipos. Veremos cómo se termina implementando cuando llegue a la versión estable.