Sonos Era 300, sonido total
Sonos es una empresa que durante más de 15 años ha desarrollado altavoces independientes con dos principales objetivos: la calidad del sonido y un sistema de conectividad y software diseñado para ofrecer la mejor experiencia para reproducir música en varias habitaciones. A diferencia de otros fabricantes de altavoces inalámbricos, Sonos no parte de una experiencia previa en el mundo de la alta fidelidad sino que se trata de una empresa cien por cien tecnológica y esto se refleja en los avances que se han ido aplicando a las sucesivas generaciones de productos.
Hemos tenido la suerte de tener entre manos la última generación de los mismos y en este caso el Sonos 300, destinado a posicionarse en la parte alta de la gama de productos de Sonos y que ofrece como es habitual una evolución tecnológica y en la calidad de sonido además de mantener la excelente conectividad y compatibilidad con el reconocido software de control de la compañía. Lo cierto que el primer contacto con este Sonos Era 300 es peculiar. Los ingenieros de la empresa de Santa Bárbara han optado por un diseño fuera de lo común puesto al servicio de la eficacia a la hora de reproducir sonido envolvente.
Amplificador | Seis amplificadores digitales de clase D |
Número de controladores | 4 weeters y dos woofers |
Compatibilidad asistentes | Amazon Alexa, Apple AirPlay 2, Sonos |
Dimensiones | 160 x 260 x 185 mm |
Conectividad | WiFi 802.11a/b/g/n/ac/ax 2.4 GHz/5 GHz, Bluetooth 5.0. USB-C |
Peso | 4,47 Kg |
Precio | 499 euros |
Y esta es precisamente la primera declaración de intenciones con la que se presenta este altavoz en la página web de producto de la propia Sonos: «Era 300 no solo te envuelve, sino que te sumerge de lleno en la música.» Se trata de un altavoz de gran tamaño para ser de la categoría de altavoces inalámbricos (aunque más pequeño que el Sonos 5) y como hemos adelantado el diseño deja algo perplejo y es difícil de describir. Se compone de dos elementos de distinto tamaño para dar forma a una especie de reloj de arena achatado que se coloca apoyado horizontalmente (dispone de un sensor que si se coloca verticalmente deja de funcionar).
Esta forma no es un capricho destinado a llamar la atención sino que un trabajo prácticamente de relojeros para poder incorporar al dispositivo todos los distintos altavoces de los que dispone y colocarlos para que apunten en la dirección adecuada para obtener sonido envolvente. En total son cuatro tweeters para las frecuencias medias, uno de ellos que apunta frontalmente, dos en los laterales para dar efecto estéreo y otro insertado en la pieza direccional superior para que el sonido se refleje en el techo para obtener efecto de sonido espacial. Los woofers se colocan en los laterales para minimizar las vibraciones y contribuir al efecto estéreo.
En la parte superior del Era 300 encontramos el completo bloque de controles táctiles. Desde estos controles, además de acceder al volumen de reproducción del altavoz con un sensor háptico, podemos pausar reproducir o avanzar canciones y activar o desactivar el asistente de voz que hayamos activado en la aplicación. En la parte trasera también encontramos un selector para activar o desactivar el micrófono de forma física para proteger nuestra privacidad. El único cable que es necesario conectar es el de corriente en la parte trasera pero también encontramos conexión USB-C para fuente de sonido.
Este conector también permite mediante accesorios vendidos por separado conectar una fuente analógica de audio o conectar también el altavoz por red ethernet. En la parte trasera del altavoz también encontramos un botón para el emparejamiento Bluetooth del altavoz. Esta es una de las noticias de la nueva gama de altavoces de Sonos ya que anteriormente los altavoces de la marca que podían conectar a través de Bluetooth solamente eran los portátiles de la gama Roam y Move. Hay que tener en cuenta que a través de Bluetooth no es posible reproducir contendido de sonido envolvente Dolby Atmos y tampoco puede controlarse a través de la aplicación para reproducción multihabitación.
Sin embargo la conexión Bluetooth pero es una buena solución para una conexión rápida con un smartphone o una tablet. El Era 300 es compatible con Bluetooth 5.0 y dispone de una luz frontal que se ilumina en color azul para mostrar los distintos estados del sistema de conexión inalámbrica además de reproducir un sonido cuando el altavoz consigue emparejarse. Hay que destacar que el emparejamiento ha sido siempre inmediato, de los más rápidos y sencillos que hemos visto.
La instalación del Sonos Era 300 es muy parecida a la que seguimos para cualquier producto de la marca y como es habitual lo primero es instalar en nuestro teléfono o tablet la aplicación de Sonos. Tenemos que disponer de una cuenta en el sistema o crear una nueva para dar los primeros pasos. Luego indicaremos a la aplicación que busque los altavoces que se encuentren en el rango de acción del dispositivo para que la aplicación lo reconozca y lo integre en el sistema de sonido Sonos de nuestra casa. Una vez incorporado la aplicación nos sugerirá que activemos el sistema de configuración Trueplay.
Al hacerlo el altavoz emitirá sonidos de una frecuencia y con una intensidad determinada utilizando distintos altavoces dentro del equipo. El Era 300 usará su micrófono para detectar las caracteristicas de la estancia y su posición en la misma para optimizar el rendimiento del sonido estéreo y envolvente. Si utilizamos la aplicación con un dispositivo iOS como un iPhone la configuración a través de Trueplay se realizará a través del micrófono del dispositivo. Esta es más precisa y tendremos que movernos por la estancia para obtener una configuración más precisa del altavoz. Si no disponemos de un dispositivo de estas características la configuración se hará desde el propio altavoz.
Dentro de la aplicación tendremos las opciones habituales para que un contenido audio se reproduzca en varias habitaciones, definir grupos de altavoces dentro de la misma habitación, emparejar altavoces con subwoofer externos o la posibilidad de utilizar dos altavoces para emparejarlos para lograr un sistema estéreo discreto. También permite configurar un sistema de home cinema combinando una barra de sonido Arc o Beam con dos altavoces Era 300. En la presentación de los nuevos Sonos era tuvimos la ocasión de escuchar una instalación como la que comentamos con trailers de varias películas como Top Gun y la verdad es que el resultado es impresionante. Finalmente la aplicación permite emparejar los altavoces con servicios de música y contenido de audio en streaming.
Desde la aplicación de Sonos podemos configurar el altavoz para que funcione como asistente de voz de Amazon y con el propio sistema de Sonos, que sin embargo solamente funciona para la reproducción de música y por ahora solamente en inglés y francés. No es compatible con Google Assistant a diferencia de anteriores versiones por ciertos requisitos técnicos nuevos que pide Google a los dispositivos de terceras partes que Sonos no ha tenido tiempo que incorporar pero que es posible que llegue a hacerlo en un futuro. En cuanto a compatibilidad de servicios de contenido de audio el sistema es compatible con las habituales incluido Airplay aunque para el contenido de sonido envolvente Dolby Atmos solamente permite reproducción con el sistema de Sonos, Apple y Amazon Music y no con Tidal.
Por potencia y prestaciones, aunque la potencia de sonido no es un dato que proporcione Sonos, se trata de un altavoz más adecuado para un salón que para un dormitorio. Una vez encontrado el espacio ideal para su instalación y configurado a través de la aplicación y el sistema Trueplay empezó la verdadera diversión: la prueba de reproducción. Las primeras pruebas las realizamos con contenidos estéreo siguiendo la lista de piezas sugeridas por la marca para el test. Hay que decir que están bien escogidas para apreciar la separación de canales que se consigue a pesar de ser un solo altavoz y la riqueza de tonalidades que consigue reproducir.
Sin embargo rápidamente nos encomentamos a nuestra propia lista de reproducción con contenidos musicales variados, desde Wagner o Mozart hasta Heavy metal pasando por Ennio Morricone o Queen y piezas de Jazz. Lo que nos ha parecido más notable en estas pruebas, además del efecto de separación de los dos canales que hemos mencionado (muy apreciable en la Bohemian Rapsody de Queen) es la contundencia del woofer a la hora de reproducir la percusión y la riqueza de matices en frecuencias altas, cosa que notamos sobre todo en piezas clásicas. La calidez de los tonos medios en las baladas y piezas de Jazz también nos han parecido notables.
En general el Sonos Era 300 destaca en casi toda la gama de frecuencias con una riqueza de texturas propia de sistemas de altavoces múltiples más avanzados. Es difícil buscarle las cosquillas al ero 300 y hay que subir el volumen a niveles poco razonables para verle mínimamente las costuras a la reproducción de audio de este altavoz. En lo que respecta al sonido envolvente una vez más hemos recurrido primero a las sugerencias de la guía de pruebas de Sonos. El resultado es impactante, la habitación parece llenarse con los distintos instrumentos y el sonido más que envolvernos llena la estancia. Hay una sensación de continuidad aunque los sonidos de cada elemento de la grabación se proyecten a distintas partes de la habitación.
Esto es un efecto notable ya que en vez de recrearse con el efecto de mostrar claramente de dónde viene cada sonido los ingenieros de Sonos han preferido crear una atmósfera sonora que además se adapta bien a todos los tipos de música que hemos podido probar. Más convincente que efectista. No es algo fácil de conseguir y demuestra que no solamente se ha empleado la tecnología a fondo sino que hay muchas horas de escucha y de ajuste fino por parte de músicos y expertos en sonido. De hecho en la presentación eso es precisamente lo que nos comentó Sonos: lo fundamental de su colaboración con este tipo de profesionales.
Conclusiones
No es tarea fácil superarse siendo una empresa como Sonos con una gama de productos cuidados al máximo detalle y a la vanguardia en temas de calidad de sonido, conectividad y tecnología, pero con este Era 300 no hay duda que la empresa de Santa Bárbara ha subido algunos escalones. No solamente hablamos de calidad se sonido sino de la forma en la que esta calidad de sonido se entrega al oído. La compatibilidad con Dolby Atmos no se usa como un artificio para impresionar sino que se convierte en un verdadero instrumento para disfrutar de la música. Y ya era hora.
Por si fuera poco este altavoz puede acoplarse a otro igual para aumentar la calidad y el efecto estéreo y una serie de ellos puede unirse a las barras de sonido de la marca para conseguir un sistema de cine en casa de muy alta calidad. La aplicación de Sonos permite el control de la reproducción y que el Era 300 pueda trabajar en equipo con el resto de altavoces de la marca que podamos tener en casa. En definitiva el diseño del altavoz y el precio son los únicos dos obstáculos que se nos ocurren para no querer un Sonos Era 300 en nuestro salón.