Sony dice que Microsoft podría lanzar versiones de Call of Duty con problemas en PlayStation
Que a Sony le preocupa la posibilidad de que Microsoft pueda comprar Activision Blizzard es un hecho que ya nadie puede discutir, y que esto ha llevado a la compañía japonesa a utilizar argumentos hipócritas y carentes de sentido tampoco es algo que tampoco podemos negar. La última «maravilla» que ha lanzado Sony para intentar convencer al organismo regulador de la competencia de Reino Unido es que Microsoft podría lanzar versiones de Call of Duty con problemas en PlayStation.
El concepto de versiones de Call of Duty con problemas es muy amplio, y parece incluir desde una menor optimización hasta limitaciones en materia de contenidos. También dice que podría aplicar esa estrategia en consolas rivales como Nintendo Switch. Que Sony venga a criticar algo que ella ha venido haciendo durante años es de traca, porque estoy seguro que todos recordáis el «primero en PlayStation» que siempre ha ido asociado a Call of Duty, o los beneficios exclusivos de Call of Duty Modern Warfare II en PlayStation.
Sony viene a decir que habría que bloquear la compra de Activision Blizzard porque cree que Microsoft podría hacer algo que ella lleva años haciendo, y que esto podría afectar negativamente a la libre competencia. Entonces, si lo hace Sony durante años no pasa nada, pero si cabe la posibilidad de que lo haga Microsoft es terrible y hay que impedirlo a toda costa, ¿verdad? La hipocresía que desprende esto es tremenda.
La compañía japonesa insiste en que sería necesario sacar la franquicia Call of Duty de la operación de compra de Activision Blizzard, y que no hacerlo dañaría a la competencia. Sony lo tenía difícil para responder a los acuerdos que firmó Microsoft con NVIDIA y Nintendo, en los que garantizaba que dicha franquicia iba a llegar tanto a GeForce Now como a Nintendo Switch, pero ya vemos que incluso en esa situación no les ha temblado la mano a la hora de recurrir a un argumento absurdo e hipócrita.
En el plano técnico, Sony ha dicho que esas versiones de Call of Duty con problemas podrían llegar a PlayStation cargadas con problemas que afectarían a la experiencia de juego, y que también podrían tener una optimización pobre y una menor calidad gráfica. Esto sería suficiente, según Sony, para que el juego se venda peor en su consola, y aunque se solucione más adelante con parches el daño sería irreparable porque Call of Duty solo se vende realmente bien en los primeros días de lanzamiento.
De nuevo Sony cuenta una versión manipulada y alejada de la realidad, porque a día de hoy lo raro es que llegue al mercado un juego perfectamente optimizado y pulido que no necesite al menos de un par de parches, y porque cada entrega de Call of Duty mantiene un buen nivel de ventas durante toda su vida. El problema de todo esto es que al final esos argumentos pueden funcionar porque los organismos reguladores no conocen la realidad del mercado que regulan.
Por otro lado, a Sony parece que se le olvidan las numerosas imposiciones de paridad gráfica que utilizó en la época de PS2, una consola que era mucho menos potente que Xbox y GameCube. Dicha imposición hizo que los juegos multiplataforma tuvieran la misma calidad gráfica en estas dos consolas que en PS2, algo que obviamente era injusto. Con PS5 y Xbox Series X hemos visto también casos de juegos que han llegado optimizados para la primera y que han dado problemas en la segunda, a pesar de que esta última es más potente.
Veremos cómo responde Microsoft a este argumento, pero que Sony se muestre tan preocupada es un indicio claro de que la operación de compra de Activision Blizzard podría acabar recibiendo el visto bueno de Europa, algo que ya os adelantamos hace unos días.