Austria también considera apuestas los sobres de FIFA Ultimate Team
Parece que la despedida de FIFA, cuya edición 23 supondrá la despedida de un título histórico (aunque EA Sports FC retomará buena parte de su espíritu), se va a ver deslucida en más de un país. Ya es sabido que Bélgica y Países Bajos han establecido regulaciones bastante estrictas en relación con las loot boxes, que han dado lugar a problemas para anteriores títulos de la franquicia, así como a otros lanzamientos, por destacables que éstos sean.
Este es un problema del que ya llevamos tiempo hablando, y afortunadamente cada vez vemos más esfuerzos dirigidos a regularlas, en una tendencia que afortunadamente también encuentra réplica en nuestro país. Las desarrolladores, por su parte, siguen insistiendo en emplear este modelo que, junto con el de los micropagos, se han convertido en una de sus principales fuentes de ingresos. Poco a poco vemos como incluso algunos títulos clásicos son retirados del mercado porque supone una amenaza para este nuevo modelo de facturación.
Si en algún momento los estudios y las distribuidoras han querido dejarnos clara la importancia que conceden a los jugadores y a sus experiencias de usuario, ese es el momento en el que decidieron circunscribir la experiencia completa de juego a pasar por caja constantemente, a comprar sobres, cofres y demás… mejor dejo que la palabra la pongas tú. Todo para que luego además tengan la desvergüenza de decir que lo que más les importa son los jugadores… si se muerden la lengua sufrirán una sobredosis mortal de cinismo.
Así, que los legisladores avancen en limitar al máximo este cáncer del mundo del videojuego es, siempre, una excelente noticia y, según podemos leer en VGC, Austria se suma al club, al considerar que los sobres de FIFA Ultimate Team son apuestas, en una decisión que también le plantea problemas a Sony. Esta jurisprudencia se ha establecido en un tribunal del distrito de Hermagor en respuesta a una demanda colectiva de varios usuarios del país, incluido un menor.
Un aspecto interesante es que la demanda no fue interpuesta contra EA, responsables del título, sino de Sony, proveedor de la plataforma en la que se llevaron a cabo las operaciones en las que se basa la denuncia. Así, será la multinacional japonesa la que tendrá que indemnizar con 338,26 euros a cada uno de los demandantes, en un proceso en el que sería más que interesante saber qué es lo que EA tiene que decir.