Análisis
Razer Wolverine V2 Pro, análisis: prueba de rendimiento, prestaciones y ergonomía
El Razer Wolverine V2 Pro fue presentado el pasado mes de noviembre, y desde el principio se perfiló como un mando de gama alta que destacaba por tres grandes claves: su enfoque multiplataforma, ya que es compatible con PS5 y PC; su alto grado de personalización, gracias a sus sticks intercambiables, a sus seis botones extra y a su sistema de iluminación RGB Chroma; y su alto nivel de rendimiento, gracias a la tecnología inalámbrica Razer HyperSpeed Wireless y a sus interruptores meca-táctiles.
No cabe duda de que, sobre el papel, el Razer Wolverine V2 Pro tenía muy buena pinta, ¿pero realmente está a la altura de su precio? Esa es la pregunta clave que debemos responder para determinar si este mando de control vale la pena o no, y no es algo que podamos responder a la ligera adoptando una perspectiva simplista, ya que se trata de un mando premium orientado a profesionales que quieran mejorar su rendimiento en juegos competitivos, es decir, no es un producto para cualquiera, y no podemos enfocar su análisis como si fuera un mando más.
En este tipo de productos hay que valorar de forma prioritaria aspectos como la ergonomía, el peso, los tiempos de activación de nuestras pulsaciones y la respuesta del mando en sentido amplio, además de sus opciones de personalización, la facilidad de acceso a los botones extra, la respuesta de estos, las posibilidades de configuración y la calidad de construcción. Todo lo demás son añadidos que, en general, tienen un peso menor a la hora de valorar un mando de este tipo.
Gracias a Razer España hemos tenido la oportunidad de probar una unidad del Razer Wolverine V2 Pro durante varias semanas, y esto nos ha dado la base que necesitábamos para poder compartir con vosotros un análisis detallado que os permitirá descubrir qué ofrece este mando, cómo marca la diferencia y si realmente vale la pena pagar los 299,99 euros que cuesta. Como siempre os invito a que os pongáis cómodos, que empezamos ahora mismo.
Razer Wolverine V2 Pro: análisis externo
El Razer Wolverine V2 Pro viene presentado en una caja bastante discreta que trae los colores de PS5, como podemos ver en las imágenes adjuntas, y en ella se hace una breve descripción de sus claves más importantes. Nada más sacarlo de la caja me encontré con un diseño con matices clásicos que combina elementos que hemos visto en otros mandos de control de Razer y otros que son imprescindibles para disfrutar de una buena experiencia con una PS5, como por ejemplo la superficie táctil y el botón PlayStation dedicado en la parte central.
La posición del stick analógico izquierdo difiere de la colocación del DualSense Edge, ya que este se coloca encima de la cruceta de dirección y está muy cerca del borde. En mi caso prefiero este tipo de ubicación, ya que me resulta más cómoda para jugar, y al mismo tiempo deja a la cruceta de dirección en una posición más libre que facilita una interacción más natural. No hay cambios importantes en la disposición de los botones, que mantienen la clásica distribución dos horizontales y dos verticales formando una cruz.
En el frontal tenemos también los botones de selección y de inicio, así como un botón dedicado para silenciar el micrófono y justo debajo de este se encuentra el conector jack de 3,5 mm donde podemos conectar un micrófono o unos auriculares. Estamos ante un producto de Razer, y por tanto no podía faltar el sistema de iluminación LED RGB, que se extiende por los laterales del frontal y logra dar un toque de distinción al Razer Wolverine V2 Pro. Podemos personalizarla a través de la aplicación dedicada, aunque sobre ello hablaremos más adelante. También se ilumina la parte inferior de la zona táctil en determinadas situaciones, como por ejemplo cuando cargamos el mando.
Nos vamos a la parte superior y nos encontramos con un total de seis botones, los R1 y L1, los R2 y L2, también conocidos como gatillos, y dos botones adicionales llamados M1 y M2 que podemos personalizar. Están perfectamente diferenciados de los otros botones, y se colocan justo al final de ellos en posición central, todo un acierto para evitar pulsaciones accidentales y para que nos acostumbremos con rapidez a ellos.
Pasamos ahora a la zona trasera del Razer Wolverine V2 Pro y nos dan la bienvenida dos interruptores que nos permiten ajustar el recorrido de los gatillos en dos posiciones, recorrido normal o pulsación corta. Justo en el centro de la parte trasera están los botones de configuración que nos permiten utilizar el Razer Wolverine V2 Pro de forma inalámbrica o cableada, y activar los modos PS5 y PC. Debajo de estos se encuentran los botones M3, M4, M5 y M6, que también son totalmente personalizables.
El Razer Wolverine V2 Pro viene con una batería extraíble que podemos recargar mediante el cable USB Type-C a Type-A incluido. Dicho cable está trenzado, lo que se traduce en una mayor resistencia al uso y al desgaste, y en una mayor vida útil. También incluye dos cabezales para personalizar los sticks analógicos, uno alto de perfil cóncavo y otro convexo de perfil corto (además de los dos cóncavos de perfil corto preinstalados), y el adaptador USB para poder utilizarlo de forma inalámbrica de una manera sencilla y rápida, sin tener que entrar en complicadas configuraciones.
Razer Wolverine V2 Pro: especificaciones clave
- Mando de control inalámbrico y cableado de gama alta.
- Fabricado en plástico con doble textura (lisa y rugosa).
- Dos interruptores analógicos personalizables con adaptadores imantados de fácil colocación.
- Incluye un total de cuatro cabezales para los sticks analógicos: dos cóncavos de perfil corto preinstalados, uno cóncavo de perfil largo y uno convexo de perfil corto.
- Cruceta de ocho direcciones con microinterruptores.
- Botones meca-táctiles que reducen el tiempo de activación en un 35% (0,65 mm de distancia de actuación).
- Seis botones programables perfectamente diferenciados y colocados en posiciones de fácil acceso.
- Interruptores para acortar el recorrido de los gatillos y minimizar el tiempo de pulsación.
- Superficie táctil y botón dedicado para PS5.
- Conector jack de 3,5 mm para auriculares y micrófono.
- Botón dedicado para silenciar el micrófono.
- Sistema de iluminación LED RGB personalizable.
- Tecnología de conexión inalámbrica HyperSpeed Wireless.
- Batería integrada que ofrece hasta 10 horas de autonomía con la iluminación LED RGB activada, y hasta 28 horas de autonomía sin dicha iluminación.
- Compatible con PS5 y PC.
- Personalizable a través de la aplicación móvil dedicada, disponible para Android y iOS.
- Peso: 279 gramos.
- Medidas: 105,8 mm de largo, 167,5 mm de ancho y 65,2 mm de alto.
- Precio: 299,99 euros.
Primer contacto y experiencia de uso
Nada más sacar el Razer Wolverine V2 Pro de la caja nos encontramos con un mando muy ligero que presenta una ergonomía cuidada al milímetro. Las primeras sensaciones que transmite al tacto son muy buenas, ya que presenta una calidad de construcción y una solidez a la altura de un mando de su categoría, y la textura de terminación rugosa en la zona de agarre es todo un acierto que mejora la experiencia de uso incluso tras largas sesiones de juego.
La disposición de los botones y de los sticks analógicos es tan buena que resulta cómoda y totalmente intuitiva, y la ubicación de los botones adicionales es óptima, no solo porque podemos acceder a ellos sin ningún problema y sin caer en pulsaciones erróneas, sino porque además el periodo de adaptación es mínimo. Esto tiene una explicación, y es que están situados en zonas que acabamos asimilando de forma automática como «lógicas», y esto facilita ese proceso de interiorización que necesitamos para terminar de adaptarnos a un mando y automatizar las acciones.
El proceso de instalación y de configuración es muy sencillo, ya que el Razer Wolverine V2 Pro funciona de manera «plug and play» (conectar y jugar). No obstante, para sacarle el máximo partido necesitaremos la aplicación Razer Controller, que podemos descargar gratis desde la Google Play Store (Android) o desde la App Store (iOS). Una vez que tengamos descargada la aplicación tenemos que conectar el Razer Wolverine V2 Pro a nuestro smartphone por Bluetooth.
Para ello mantenemos pulsados los dos botones situados debajo del botón de PlayStation durante cinco segundos. Una vez hecho entramos en la aplicación que hemos descargado, seleccionamos el mando que queremos utilizar y listo, podremos empezar a configurar y personalizar el Razer Wolverine V2 Pro. Esta aplicación ofrece diferentes opciones como podéis ver en la galería adjunta, que van desde el mapeado de los seis botones extra hasta el ajuste de sensibilidad de los sticks analógicos y, como no, la personalización del sistema de iluminación. Podemos crear perfiles para diferentes tipos de juegos, almacenarlos en el mando y activarlos en cualquier momento.
Podéis ampliar la galería haciendo clic en ella.
Tras ese primer contacto empecé con una buena batería de pruebas. El primer título que utilicé fue The King of FIghters XV, uno de mis juegos de lucha favoritos y también uno de los mejores para probar una buena cruceta de dirección. Tenía muchas ganas de poner al Razer Wolverine V2 Pro frente a este título, y la experiencia fue fantástica. Desde el primer momento tuve la sensación de que mis acciones se ejecutaban más rápido que de costumbre, y tanto la respuesta el registro de movimientos por parte de la cruceta fue tan bueno que incluso las combinaciones rápidas con múltiples direcciones se ejecutaban a la perfección.
Os pongo un ejemplo, el clásico combo de Kyo que consiste en un cuarto de luna hacia delante, media luna hacia detrás, cuarto de luna hacia delante y abajo, derecha y diagonal abajo derecha, todo acompañado de sus respectivos puñetazos fuertes, me salió desde el primer momento con una facilidad que me dejó totalmente impresionado. No es para menos, ya que normalmente lo juego con un stick arcade.
El Razer Wolverine V2 Pro tiene una de las mejores crucetas para juegos de pelea que he probado hasta el momento, y también funciona de maravilla en juegos de tipo «beat em up», como Streets of Rage 4. Además debemos recordar que podemos personalizar los botones extra para realizar acciones concretas en menos tiempo y para liberar al pulgar, algo que supone una ventaja importante.
También probé otros juegos donde la rapidez de respuesta y la precisión puede marcar la diferencia entre ganar y perder, y quise adoptar un enfoque variado para poder probar el Razer Wolverine V2 Pro en escenarios muy diferentes. Elden Ring fue otro de los títulos que utilicé, y en este noté todavía más el cambio que marcan los botones meca-táctiles a la hora de ejecutar acciones rápidas que deben seguir una concatenación perfecta, y también pude comprobar lo útil que resulta bloquear el recorrido del gatillo izquierdo para activar en menos tiempo la habilidad del arma.
En dicho juego los botones extra también facilitan la realización de acciones más rápidas y cómodas sin tener que recurrir siempre al pulgar, ya que por ejemplo podemos utilizar el botón M4 para correr y esquivar y tener libre el pulgar para saltar con el botón X.
Otros juegos donde el Razer Wolverine V2 Pro dejó claros sus «galones» fueron Battlefield 2042 y Destiny 2, este último tanto en modo jugador contra jugador como en el modo historia. La rapidez de respuesta del mando y de activación de los botones marca una diferencia que realmente puede ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento, y la ergonomía y el texturizado rugoso permiten un agarre perfecto incluso en los momentos más movidos de nuestras partidas.
Por lo que respecta a la autonomía puedo confirmaros que entra dentro del baremo oficial de Razer, ya que en mi primera prueba me acerqué a las diez horas con la iluminación LED RGB encendida, y tras la segunda carga la batería me aguantó casi dos semanas sin tener que proceder a cargarla, jugando una media de dos horas al día.
Notas finales: un valor muy interesante, aunque a un precio alto
La compañía singapurense ha hecho un excelente trabajo con el Razer Wolverine V2 Pro. Estamos ante un mando de gama alta premium que cumple con creces con todos esos puntos clave que hemos dicho al principio del análisis, ya que ofrece una buena calidad de construcción, tiene una ergonomía muy cuidada, presenta un alto grado de personalización, tiene un agarre perfecto y la respuesta y calidad de los botones, de los sticks analógicos y de la cruceta raya a un nivel sobresaliente.
Entonces, ¿es perfecto? No, el Razer Wolverine V2 Pro no es perfecto, tiene algunas carencias que desde luego pueden influir a la hora de decidirnos a comprarlo, como por ejemplo la ausencia de vibración y de respuesta háptica, y tampoco me ha gustado el hecho de que tengamos que limitarnos a utilizar la aplicación móvil para configurarlo y personalizarlo. Por otro lado, su precio es alto, y está claro que esto hace que tendamos a engrandecer hasta el más mínimo defecto.
Haciendo una valoración general lo tengo bastante claro. El Razer Wolverine V2 Pro me ha ofrecido una experiencia de uso casi perfecta, y ha cumplido con creces en todos los puntos que son clave para un mando de su clase, así que compensa de sobra todas esas carencias y se erige como un mando muy recomendable para los que quieran sacar su mejor perfil en juegos, y para los amantes del modo competitivo.
No, con este mando no te vas a convertir en un profesional de la noche a la mañana, pero puede hacer que te resulte un poco más fácil conseguir ese objetivo, y puedes estar seguro de que te ofrecerá una experiencia fantástica con juegos de cualquier género. Una opción a tener en cuenta.
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