Un iPhone de 2007 supera más de 100 veces su valor original

Hace unos meses te contábamos, seguramente lo recordarás, que un iPhone de primera generación, el de 2007, se había subastado y que la puja máxima había ascendido hasta los 39.339 dólares, una cifra más que razonable y ajustada o un disparate absoluto e injustificable, según queramos verlo, algo que depende principalmente de nuestra cosmovisión. En esa noticia mi compañero Isidro reflexionaba, atinadamente en mi opinión, acerca de que, en bastantes casos, estas compras se llevan a cabo a modo de inversión, ya que el comprador confía en que con el tiempo su compra se revalorice.

Esto es, en verdad, francamente arriesgado, pues al igual que sus previsiones pueden confirmarse, también se pueden dar muchas circunstancias que provoquen justo lo contrario, es decir, que ocasionen un enorme descenso del precio, al menos a corto y medio plazo. Desde una caída de la economía global hasta el hallazgo de un almacén perdido en el que se acumulan unos cuantos miles de iPhones de 2007 nuevecitos y sin abrir, el golpe puede llegar en cualquier momento, por cualquier lugar y de cualquier modo.

Dicho de otra manera, adquirir un dispositivo de este tipo solo es una inversión segura si lo hacemos en términos de coleccionismo, es decir, porque la satisfacción personal que nos ocasionará disponer del objeto, en este caso de un iPhone de primera generación sin desprecintar, hace que nos sintamos compensados por la inversión económica que hemos tenido que hacer para completar la compra. En el resto de casos puede que no con las mismas posibilidades estadísticamente hablando, pero  estaremos apostando.

De momento, no obstante, parece que ese mercado tan singular sigue en fase alcista ya que, según podemos ver en la web de la casa de subastas LCG Auctions, este fin de semana se ha vendido un iPhone de 2007 sin desprecintar por la friolera de 63.356,40 dólares. Al igual que con el modelo subastado en octubre del año pasado, hablamos del modelo de ocho gigabytes (parecía mucho en aquel momento, ¿te acuerdas?) y que llegó al mercado por un precio recomendado de 599 dólares, por lo que en este caso el valor de venta en la subasta ha superado el de multiplicar por cien su precio de venta original.

Las historia de este iPhone es, además, un tanto peculiar. Su hasta ahora propietaria, Karen Green, lo recibió como un regalo de sus amigos hace más de quince años. Sin embargo ella era cliente de Verizon, pero esta primera generación del iPhone solo funcionaba con la red celular de AT&T, por lo que el regalo, aún sin abrir, acabó guardado en una estantería, donde estuvo durmiendo el sueño de los justos hasta finales de la década pasada.

En aquel momento, 2019, un primer peritaje tasó su valor en alrededor de 5.000 dólares, una cifra tremendamente conservadora a la vista de las subastas más recientes de otros iPhone de primera generación. Ahora la gran duda es qué ocurrirá en futuras subastas, ¿seguiremos viendo crecer su precio o por el contrario esto ya ha tocado techo y le toca estancarse o descender? Se lo he preguntado a todas las inteligencias artificiales que conozco, pero ninguna ha sabido responderme.

Lo que sí que está claro y es indiscutible es que, ya sea la generación más antigua o la más reciente, hacerse con un iPhone al final puede salir por un ojo de la cara. Y en España no nos podemos quejar, ¿sabes que hay algunos países del mundo en los que su precio lo hace prácticamente inaccesible para la inmensa mayoría de la población?