Ford Puma ST Gold Edition, juego
Gold, always believe in your soul True (Spandau Ballet, 1983)
Antonio pocas veces ve salir el sol. Se levanta mucho antes de que amanezca y pasa la mañana metido debajo del asfalto de la ciudad con su bolsa de herramientas y su tartera metálica. Otros compañeros salen a la superficie a la hora de comer. Pero Antonio prefiere quedarse bajo tierra para tomar su bocadillo con una discreta variedad de contenidos de charcutería. Es una vida oscura que es un reflejo de la oscuridad de su vida con pocos amigos, parientes esquivos, padres fallecidos y pareja separada sin hijos de los que preocuparse pero sin que nadie se preocupe de él. Los vecinos apenas le ven y la relación más duradera de Antonio es con la cajera del supermercado que le atiende por la noche para reponer las provisiones que acabarán en el bocadillo de la tartera y las botellas de Dyc que mezca con refresco de limón sin marca que compra en botellas de dos litros. El combinado que le acompaña por las noches frente a la televisión y en sus tediosos e interminables días libres.
Porque la vida de Antonio, su vida de verdad consiste en revisar el cableado vertebral de la ciudad oculto bajo la epidermis de alquitrán de sus calles. Sus horas transcurren bajo la luz de su linterna recorriendo los túneles que pasan por debajo de parques por los que no pasea, cines que no disfruta, museos que no visita, monumentos que no contempla. Pero en la oscuridad es donde Antonio encuentra la paz que no puede conseguir sobre la superficie. Antonio es meticuloso y silencioso, no habla de fútbol, no comenta nada de lo que ocurre más arriba porque no le interesa. El tráfico solamente es un ruido que le llega atenuado a sus dominios, la gente un murmullo de pisadas y voces que se convierten en sombras amortajadas sentadas en sus asientos o colgadas de las barras de los vagones cuando más allá del atardecer vuelve a su casa en el metro. Y Antonio con sus pulmones delicados espera la llegada de la oscuridad como una bendición. Pero la oscuridad tiene otros planes.
En el mercado de la movilidad no solamente hay vehículos, también hay juguetes. Igual es una simplificación exagerada pero ¿qué se puede decir de una herramienta que sirve para desplazarse pero que además proporciona grandes dosis de diversión? Y no son juguetes que puedan tomarse a la ligera, son juguetes de alta tecnología que encierran grandes dosis de ingeniería y de soluciones técnicas al servicio de las sensaciones al volante y que por si fuera poco llaman la atención solamente con el primer vistazo.
Modelo analizado | Ford Puma |
Motor y acabado | ST 1.5 EcoBoost 200 CV Gold edition |
Potencia | 200 CV |
Velocidad máxima | 220 Kmh |
Aceleración o-100 | 6,7 s |
Largo/ancho/alto | 4226/1805/1533 mm |
Potencia máxima RPM | 200 CV 6.000 rpm |
Par máximo Nm/RPM | 320 Nm |
Caja de cambios | Manual 6 velocidades |
Web | https://www.ford.es/ |
Precio | 38.413 euros |
De este catálogo de juguetes para los sentidos nos hemos permitido volver a tener en nuestras manos una variante de uno de los vehículos deportivos más emocionantes y divertidos que hemos tenido la ocasión de probar. Así y aunque ya habíamos probado de forma relativamente reciente el Ford Puma en su variante deportiva ST, cuando el fabricante estadounidense nos propuso probar una versión de este modelo con personalidad y prestaciones a raudales no dudamos en aceptar el reto.
Variante dorada
Así es como pudimos probar el Ford Puma ST en su variante gold edition, una serie numerada con algunas peculiaridades interesantes y que potencian los ingredientes de un coche todo pimienta que no deja de ser un vehículo con muchas virtudes prácticas aunque parezca mentira. Una de las peculiaridades de esta versión es que los elementos que la distinguen del Puma ST de serie las han elegido los propios fans del modelo a través de las redes sociales y a raiz de más de 270.000 comentarios.
Es una edición numerada de la que solamente se van a fabricar 999 unidades (a nosotros nos tocó la número 50) que está especialmente dedicada a los seguidores de la marca y muy especialmente a los aficionados a las variantes que salen de los diseños del equipo Ford Performance que aporta muchos de los elementos que distinguen esta gold edition. Aunque el aspecto general y al primer vistazo puede parecer que estamos frente a un Puma ST «normal» hay varios detalles que lo distinguen.
Lo primero se ha elegido un color especial denominado negro Ágate para la carrocería y se han colocado dos franjas grises con dos líneas doradas a los lados sobre la parte superior de la carrocería que recorren el capó y el techo hasta la parte posterior para darle un aspecto «racing». Los detalles que podemos ver en la parte frontal propios de la versión son la incorporación de un splitter en el parachoques delantero desarrollado por Ford Performance.
En el lateral destacan las llantas que adoptan el mismo dibujo que las del ST original pero que han sido pintadas en color dorado. Esto y el color negro de la carrocería hacen una curiosa y vistosa combinación con las pinzas de freno en color rojo del acabado ST de este modelo. El resto de los elementos como el spoiler trasero o los logos ST en la parrilla y en el portón del maletero son los mismos que los del modelo original. El conjunto, aunque el color dorado no es precisamente discreto, es más elegante de lo que se pudiera pensar gracias a que combina bien con el negro de la carrocería.
Interior
En el interior también se han hecho algunos retoques estéticos para distinguir la versión. El más identificativo es la placa que se ha colocado entre los asientos que indica el nombre de la versión y el número de ejemplar del coche. El color dorado, que sugiere el propio nombre del modelo, está presente en elementos como la placa con el nombre del modelo en el umbral de la puerta, ciertas costuras de las partes tapizadas del salpicadero o las rayas sobre la tela de los asientos. También encontramos distintas inserciones en material imitando la fibra de carbono en algunos de los elementos del interior.
Por lo demás los asientos delanteros tienen un diseño distinto fruto de la factoría Ford Performance y llevan su logotipo. Tienen más elementos en imitación de cuero como las sujecciones lumbares y un reposacabezas integrado con un elemento de apoyo para los hombros más ancho también en imitación de cuero. La banqueta tiene un elemento que puede extenderse para obtener mayor superficie de apoyo para las piernas igualmente en material sintético con tacto de piel. Son calefactables y disponen de ajustes por motor eléctrico.
En el resto del interior valen las mismas consideraciones que hemos realizado al analizar esta versión del SUV compacto de Ford. El maletero sigue siendo toda una sorpresa por su capacidad, máxime cuando se trata de una versión deportiva. Se conservan los 456 litros de capacidad a los que podemos acceder mediante un portón que se abre eléctricamente. El interior del maletero es accesible con un piso a dos alturas y un hueco en el fondo para almacenar objetos.
Mecánica ST
La mecánica sigue siendo la misma que probamos en el Puma ST, un motor de 1.5 litros y tres cilindros que gracias a su turbocompresor alcanza los 200 caballos de potencia a las 6.000 revoluciones. En esta segunda visita nos hemos interesado más por la tecnología de este motor, con un sistema de apagado de cilindros para optimizar el consumo en los modos más «civilizados» de conducción pero con un sistema que permite una salida de gases mayor mediante una válvula especial en los modos deportivos (Sport y Circuito).
Esto hace que este modelo tenga un comportamiento casi civilizado cuando vamos por ciudad o con una conducción tranquila en el modo Eco y que los consumos se mantengan dentro de lo razonable. Cuando pasamos a los modos más extremos la cosa cambia y el coche se muestra nervioso y con la potencia dispuesta a volvarse en las ruedas si pisamos el acelerador. Este segundo encuentro nos ha permitido apreciar más la eficacia de la dirección y su rapidez, cosa que se nota en cuanto enlazamos una serie de curvas cerradas.
La estabilidad del coche es muy grande y en esta prueba hemos podido apreciar que es sensiblemente mejor que en otros modelos de tamaño parecido, incluso con carrocería de turismo como su hermano el Fiesta ST. Esto se consigue gracias a una mayor dureza y rigidez de las suspensiones. También los frenos nos han parecido más eficaces que otras interpretaciones deportivas de modelos urbanos, aunque esto también puede depender de lo usados que estén los grandes discos de frenos de este modelo.
Conclusiones
Aunque la propuesta estética de este Ford Puma pueda parecer atrevida lo cierto es que la combinación del dorado con el color negro de la carrocería, elegida por los aficionados en las redes sociales, de esta gold edition son más elegantes de lo que pueda parecer. Las pinceladas estéticas subrayan el carácter agresivo y deportivo de esta versión potenciada del SUV compacto del fabricante americano sin que resulte vulgar.
En el interior destacan los excelentes asientos y más toques estéticos discretos pero vistosos. Pero lo más importante es que este Puma sigue siendo un juguete realmente divertido con un comportamiento impecable en la conducción deportiva pero que puede llegar a ser racional cuando conducimos en ciudad o por carreteras más civilizadas así como por autopista. Este toque distintivo de esta versión seguro que convencerá a más de uno ya inclinado por la versión ST del Puma.