La compra de Activision Blizzard saca los colores a los entes reguladores: no conocen el mercado que regulan

Microsoft no piensa tirar la toalla. El gigante de Redmond quiere comprar Activision Blizzard, y para conseguirlo está dispuesta a superar cualquier escollo legal que encuentre por el camino. Esa operación de compra ya ha recibido el visto bueno en algunos países, pero sigue encallada en Europa, y en Estados Unidos ha chocado frontalmente con la FTC.

Los últimos movimientos de los organismos reguladores, y el hecho de que estos se estén tomando en serio algunos de los argumentos más ridículos que ha lanzado Sony para frenar esta operación de compra, no es más que la confirmación de que esos entes no conocen realmente el mercado que están regulando, y que no tienen ni idea de quién es quién en el mundo de los videojuegos.

Una de las pruebas más importantes de lo que estoy diciendo la tenemos en las declaraciones que hizo Sony en diciembre del año pasado. La compañía japonesa dijo, literalmente, que si Microsoft compraba a Activision Blizzard su consola PlayStation se vería degradada al nivel de Nintendo y que no podría competir con Xbox.

Es una argumentación ridícula, tan ridícula como lo es decir que una consola no es nada sin Call of Duty. Que un chaval de 15 años se crea esos argumentos me parece totalmente normal, pero que lo hagan los organismos reguladores de la competencia de Europa y de Estados Unidos es algo grotesco, porque como dije confirma la profunda ignorancia que existe alrededor del mercado de los videojuegos.

También es un sinsentido que Sony intente ridiculizar a Nintendo cuando esta ha tenido un éxito abrumador con Nintendo Switch. Dicha consola ha vendido, en solo seis años, más que PS4 y PS4 Pro juntas en más de diez años, y (¡sorpresa!) ha conseguido arrollar a Sony sin tener un Call of Duty en su catálogo. Esto demuestra que un juego no define el valor de una consola, y que al final una única franquicia no es garantía de nada. Podríamos traer a colación también que Wii U sí recibió juegos de dicha franquicia, y que esto no sirvió para evitar que fuese un fracaso.

Que Sony intente mostrarse como la parte débil, cuando lleva liderando el mercado de las videoconsolas de forma indiscutible desde el lanzamiento de PS1 (Wii fue un enorme éxito de ventas, pero menos rentable que PS3 en términos de ingresos por software), y que los entes reguladores se lo crean, también es digno de estudio. En total, las ventas de PS4-PS4 Pro y de PS5 doblan a las de Xbox One-Xbox One X y Xbox Series X-Series S, esa es la realidad del mercado, y son los datos objetivos que deberían tener sobre la mesa los entes reguladores.

Escuchar a las partes es clave en cualquier proceso, eso está claro y no me estoy mostrando en contra de ello. Lo que me chirría de todo esto es la falta de contacto con la realidad que parecen estar mostrando los entes reguladores, y la falta de escrúpulos de Sony a la hora de argumentar, puesto que no le ha importado manipular la realidad ni desmerecer a la competencia, una competencia que como he dicho ha logrado ridiculizar sus argumentos con unas ventas abrumadoras.