Cómo usar ChatGPT, el bot conversacional de moda

ChatGPT es un bot conversacional que ha alcanzado una gran popularidad desde su lanzamiento al público el pasado noviembre. Lo ha desarrollado la compañía especializada en investigación de inteligencia artificial, OpenAI, sobre la base de su tecnología Gpt-3,5, la red neuronal más grande de las conocidas hasta ahora con 175 mil millones de parámetros.

Los bots de charla basados en IA no son nada nuevos ya que su origen se remontan a la década de 1960. Su funcionamiento hoy es el mismo que entonces, básicamente una «conversación-diálogo» entre un humano y una máquina. La mejora de sus capacidades desde entonces sí ha sido impresionante, al igual que sus campos de uso en multitud de contextos de y la manera de presentarlo al usuario, sea mediante texto escrito o a través de una interfaz multimedia (o programas conversores de texto a sonido) que permita «hablar» mediante una conversación más natural con la IA. Un ejemplo que usamos a diario son los asistentes virtuales tipo Alexa de Amazon, Siri de Apple o el Assistant de Google.

ChatGPT se ha viralizado en las últimas semanas. En apenas tres días desde el lanzamiento al público ya tenía un millón de usuarios y hoy te lo encontrarás por todas partes de Internet. Aunque es similar al ELIZA creado en el MIT en 1966 y que está considerado como el primer chatbot basado en IA de la historia, su capacidad es incomparable al usar las últimas tecnologías en aprendizaje supervisado y en aprendizaje por refuerzo, utilizando entrenadores humanos para mejorar el rendimiento del modelo.

El objetivo sigue siendo el mismo que en sus inicios, conseguir que una máquina sea lo más inteligente posible y sea capaz de responder a las preguntas o a los requerimientos de un humano de la forma más precisa y natural. El campo tecnológico de la IA es, como sabes, apasionante… y preocupante por otro lado si no se utiliza correctamente y con unas reglas que deberían estar totalmente definidas para evitar que un día, como temen algunos críticos, nos encontremos con una IA como la Skynet de la película Terminator, que acabe teniendo «conciencia», sea más lista que sus creadores y extermine a los humanos. Más allá de la ciencia ficción, los dictadores del planeta suspiran con armas (y soldados) automatizados que pueden llevarnos a la destrucción.

Cómo usar ChatGPT

Entrando en materia. ChatGPT está disponible, por el momento, de manera gratuita. Y ello es así porque el modelo de procesamiento del lenguaje natural aún se encuentra en su fase de «aprendizaje». No sabemos si será por mucho tiempo. Aunque OpenAI se fundó en sus orígenes como organización sin ánimo de lucro ya se ha anunciado una versión «PRO» de pago. Teniendo en cuenta los directivos que andan detrás, con Elon Musk a la cabeza, está claro que el objetivo será monetizar estos servicios. Microsoft ya ha anunciado que van a implementar ChatGPT como API en sus servicios de Azure y va a invertir en OpenAI la friolera de 10.000 millones de dólares.

Por si se acaba la gratuidad, así puedes acceder:

• Accede al siguiente enlace de OpenAI.
• Crea una cuenta, vía correo electrónico o con una ID de Google o Microsoft.

• Verifica tu correo electrónico.

• Escribe un nombre y un número de teléfono.
• Acepta los términos de uso.

• Empieza a escribir.

A partir de aquí, lo que quieras. En una interfaz simple, con la única opción de un modo oscuro, puedes usarlo para crear contenido; para corregir errores de un código si eres un desarrollador; hacer cálculos; traducir información; resumir un libro; escribir una canción y un larguísimo etcétera incluyendo simplemente divertirse un rato. Hay que decir que a diferencia de otros chatbots, ChatGPT tiene estado o lo que es lo mismo es capaz de recordar las indicaciones anteriores que proporcionó al humano en la misma conversación.

Por supuesto, no es perfecto y conjuga respuestas detalladas con errores gruesos. En cada respuesta puedes reportar su utilidad o los fallos encontrados. Otras veces proporciona información directamente falsa (sin pretenderlo) y no es capaz (afortunadamente) de reemplazar a la interacción humana y a las fuentes de información verificadas. ChatGPT sigue y seguirá haciéndose cada vez más inteligente con su uso ya que utiliza el aprendizaje por refuerzo con retroalimentación humana (RLHF). Veremos dónde es capaz de llegar.