Tesla no podrá seguir vendiendo tanto humo en California
Lo sé, parece paradójico hablar de Tesla, fabricante por antonomasia de vehículos eléctricos y por lo tanto libres de emisiones, y de humo, precisamente algo que pretenden dejar atrás los vehículos movidos por baterías, así como los todavía incipientes y muy esperados coches que se alimentan con hidrógeno, una opción que, para muchos usuarios, es la verdadera alternativa al motor térmico, más que los eléctricos, debido a que el origen de dicha electricidad puede ser (y en bastantes casos es) altamente contaminante.
Como decía, puede parecer contradictorio, pero basta con repasar un poco el historial de comunicación y marketing de Tesla para darse cuenta de que el humo está muy, muy presente, en la imagen de la compañía. Desde lanzamientos que supuestamente se producirán en una fecha (con la posibilidad de reservarlos haciendo un pequeño pago) pero que resulta que se retrasan años, al tiempo que la compañía pone un sinfín de complicaciones a los usuarios que desean cancelar la reserva y recuperar su dinero, hasta funciones con nombres engañosos en lo referido a lo que verdaderamente proporcionan.
Este no es un tema nuevo, ya lo abordamos tanto al hablar de uno de los múltiples accidentes sufridos por un Tesla que tenía activado el modo Autopilot, como cuando la compañía decidió ampliar la fase beta de su sistema Full Self-Driving a más conductores. Ni el Autopilot es un piloto automático ni el sistema llamado Conducción Autónoma Completa ofrece en realidad una conducción autónoma completa. Por no hablar de que Elon Musk prometió, a principios de 2021, que Tesla alcanzaría el nivel 5 de conducción autónoma antes de finales de año, una afirmación que fue refutada por C.J. Moore, director de software de piloto automático de Tesla, en una reunión con reguladores del estado de California.
Ya hemos reflexionado sobre ello en anteriores ocasiones, por lo que no considero necesario extenderse en ello una vez más. Solo un apunte rápido: mentir no es una buena estrategia de ventas, puede funcionar al principio, pero tarde o temprano se volverá contra ti. Puede hacerlo por la vía de los clientes insatisfechos, por la de aquellos que podrían haberlo sido pero deciden no serlo, por la de los inversores (que han tenido un 2022 un tanto complicado, como muestra el gráfico superior) y también por parte de las autoridades y los reguladores, que pueden terminar por cansarse.
Tal es el caso, como podemos leer en Gizmodo, de los reguladores del estado de California, donde a partir del uno de enero de 2023 la marca ya no podrá comercializar su servicio con el nombre Full Self-Driving, ni utilizar cualquier otra nomenclatura que induzca al público a pensar que se trata de un vehículo totalmente autónomo cuando en realidad no lo es. Recordemos que una conducción totalmente autónoma solo la brinda el nivel 5, y que Tesla, pese a que Musk prometió que alcanzaría dicho nivel a finales del año pasado, todavía se encuentra en el nivel 2.
Resulta un tanto triste, eso sí, que sea necesaria la acción de los reguladores para acabar con estas malas prácticas, que en el mejor de los casos dejan a los usuarios con mal sabor de boca, y en el peor hacen que éstos confíen de más en dichos sistemas, con unas consecuencias que pueden ser letales, algo que no parece preocupar tanto como debería a la compañía.