Análisis Amazon Echo Studio (2022): el tope de gama de Amazon vuelve con ganas

Hace años que Amazon conquista millones de hogares con sus altavoces inteligentes Amazon Echo. Desde el más pequeño Echo Dot, pasando por el Echo “sin apellido”, hasta su tope de gama, el Echo Studio, la compañía ha sabido posicionar sus dispositivos como el “compañero ideal” para todo tipo de necesidades y perfiles de usuario, jugando para ello con dos cartas ganadoras: calidad y precios por debajo de lo que ofrecen sus competidores directos en las mismas franjas del mercado.

En este caso, el altavoz más avanzado de Amazon compite de tú a tú con en un precio de 200 euros, con el ya difunto Apple HomePod y con el Sonos One en el terreno de los altavoces inteligentes; y con una variada cantidad de altavoces “no smart” que se mueven en una horquilla situada entre los 150 y los 400 euros. Su primera generación, presentada en 2019 se posicionó rápidamente como una de las mejores alternativas que tenían los “audiófilos” que querían contar además con las características que podía ofrecerle el asistente inteligente de Amazon.

Su segunda generación llega ahora a nuestra redacción equipando todas las características que lo convirtieron en un altavoz sobresaliente en 2019 y con algunas novedades, siendo en este caso la más interesante su compatibilidad con la actualización de tecnología audio espacial de Dolby Atmos y ultra HD, lo que según el fabricante nos proporciona “un sonido más directo, con mayor amplitud, nitidez y presencia, para una percepción envolvente”.

Disponible por primera vez en blanco, merece la pena destacar su entrada combinada de 3,5 mm y minióptica Toslink que podemos conectar por ejemplo a nuestro smartphone, un reproductor de CD o incluso, a un giradiscos. Es algo que ya incluía en la generación anterior y, puestos a pedir, que ofreciera conectividad RCA como una opción más, nos parecería más que interesante para esos cada vez más usuarios que están abandonando las marcas de audio tradicionales para comenzar a poner su mirada por ejemplo, en las cada vez más competitivas empresas chinas. Pero tal vez más interesante aún, es lo que nos permite hacer este dispositivos cuando lo combinamos.

En el caso de que adquiramos un segundo Amazon Echo Studio, podemos emparejarlos entre sí y crear en nuestro salón un auténtico sistema de sonido estéreo de alta calidad, a un precio realmente ajustado. Si contamos además con un dispositivo Fire TV, podemos de forma similar configurar un sistema Home Cinema al que vamos a tener muy poco que reprochar. Pocas barras de sonido vamos a encontrar con esa relación calidad precio. Más bien, todo lo contrario.

En el terreno domótico, mantiene su compatibilidad con ZigBee como hub desde el que controlar desde el termostato a la cerradura inteligente o las cámaras de vigilancia de nuestro hogar. No obstante, hace unos días la compañía anunciaba en un comunicado que buena parte de su gama Amazon Echo (entre las que se incluye este Studio) se actualizaría para dar soporte a Matter, lo que aumentará su compatibilidad con todo tipo de dispositivos del conocido como Internet de las Cosas.

Hardware y más

La revisión del altavoz de Amazon mantiene en realidad la mayoría de las características con las que contaba el modelo original: si algo funciona, no lo toques demasiado. En este sentido, tanto las dimensiones (206 x 175 mm) como el peso (3,5 Kg) son los mismos. ¿Nos hubiese gustado que Amazon hubiese aumentado algo el tamaño y el peso para así reducir aún más las vibraciones y por qué no, el diámetro de algunos componentes? Por pedir que no quede.

Que la base de construcción sea la misma, justifica de hecho que tampoco hayan cambiado los componentes internos. Es decir, seguimos contando con tres altavoces de rango altavoces de rango medio de 51 mm (2”), 1 tweeter de 25 mm (1”) y 1 woofer de 133 mm (5,25”) con apertura de graves. Lo cierto es que teniendo en cuenta el tamaño de la caja no podemos pedir a Amazon mucho más en este sentido y en realidad, a ningún otro fabricante que se mueva en este rango de precios. ¿Un altavoz Amazon Echo Studio Pro por 500 euros en 2024? Lo apuntamos en nuestra carta a los Reyes Magos.

Sí que encontramos mejoras en cambio en el DAC, que ha crecido en capacidad para procesar audio sin pérdida. En este sentido, lo nuevo de Amazon es compatible con FLAC, MP3, AAC, Opus, Vorbis, Dolby Digital, Dolby Digital Plus, Dolby Atmos, Sony 360 Reality Audio/MPEG-H; y formatos de calidad CD (16 bits) y de alta resolución de hasta 24 bits. Esto quiere decir que soporta los formatos de más calidad que ya ofrecen plataformas como la propia Amazon Music como Apple Music. En cambio, en esta nueva revisión sí que nos hubiera gustado que la compañía de Jeff Bezos hubiese trabajado con socios como Qbuz o Tidal que apuestan por ofrecer a sus usuarios audio de máxima calidad. ¿Solución para algunos? El poder conectar a su puerto de entrada un servidor multimedia o un NAS de audio.

Interesante igualmente resulta que Echo Studio tiene soporte bluetooth tanto para recibir audio desde otros dispositivos (como puede ser nuestro ordenador) como para enviarlo a otros altavoces bluetooth por lo que las posibilidades para escuchar audio en este sentido se multiplican.

Calidad de audio y Alexa

Como cabría esperar teniendo en cuenta lo que ya conocíamos de este dispositivo, lo que encontramos en lo último de Amazon es un sonido de medios y agudos es detallado, dinámico y sin distorsión, muy en la línea de lo que podemos encontrar en altavoces más caros.

Con una potencia máxima de 330 W, no vamos a tener ningún problema a la hora de “llenar de sonido” espacios bastante amplios, siendo ideal para su uso en salas de hasta 40 metros cuadrados. Es cierto que con la potencia máxima, en determinados temas los graves más profundos tienden a presentar cierta distorsión, pero es una situación que en realidad no debería preocupar a la mayor parte del público potencial de un producto como este. En todo caso y si esto pudiera convertirse en un problema para determinadas personas, Amazon comercializa su Echo Sub, que puede emparejarse con uno o dos Amazon Echo Studio y así disfrutar de 100 W de potencia extra para acceder a esos graves más profundos con máxima calidad.

Desde la aplicación Alexa de nuestro teléfono, Amazon nos ofrece además la posibilidad de ajustar el audio del Echo Studio con un pequeño ecualizador en el que podremos “trabajar” con tonos graves, medios y agudos. Y aunque desde luego es interesante, resulta tal vez demasiado básico para el aficionado. En una futura actualización de la aplicación sería interesante el poder trabajar con distintos perfiles pre-configurados.

En cuanto a su compatibilidad con Dolby Atmos, hasta el momento depende bastante de la oferta que, en realidad, no es demasiada si tenemos en cuenta el enorme catálogo de canciones que tienen servicios como Amazon Music. Igualmente, es nuestra opinión es una característica la del audio espacial, que se disfruta a la hora de ver una película que cuando escuchamos música, creándose una sensación de cierta “irrealidad” en algunas ocasiones. No olvidemos que la grabación original será en el 90% de las ocasiones en stereo (cuando no en Mono para las más antiguas) y el audio espacial no deja de ser una capa de postprocesado sintético.

Si hablamos de su compatibilidad con Alexa, el micro tiene bastante más sensibilidad que otros altavoces inteligentes de la marca, por lo que incluso cuando la música está alta detecta sin problema la palabra mágica. Poco más que añadir en este terreno más allá de que en realidad, la mayoría de los usuarios que adquieran lo último de Amazon lo harán más por su faceta de reproductor musical que por su capacidad para mantener conversaciones prolongadas con su asistente o probar sus diferentes skills.

Conclusiones

Con la nueva generación de Echo Studio, Amazon demuestra que sigue teniendo uno de los mejores altavoces (inteligentes o no) en su rango de precios. Es cierto que aunque las principales novedades de esta revisión son sobre todo estéticas, sí que encontramos una mayor compatibilidad con formatos lossless y una actualización de las opciones de conectividad.

No son en todo caso suficientes para justificar un cambio en el caso de que ya se disponga de un Echo Studio de 2019, pero desde luego es una compra más que recomendada para aquellos que quieran disfrutar de su música sin complicaciones y con la máxima calidad.