Microsoft Store también se despide de Windows 8.1, con matices

Seguro que ya lo sabes, pero por si acaso te lo recuerdo, Windows 8.1 está a punto de culminar su ciclo de vida. Será el próximo 10 de enero de 2023 cuando el sistema operativo de Microsoft diga adiós para siempre, al menos en lo que a ediciones de consumo y soporte oficial se refiere.

Así, será en enero cuando Windows 8.1 reciban la última actualización de seguridad vía Windows Update y, a partir de ese momento, Microsoft se desentiende. Por supuesto, la compañía recomienda actualizar hacia versiones más recientes y con soporte, como Windows 10 o, mejor Windows 11 con renovación de PC incluida. Pero tampoco van a obligar a nadie, sobra añadir.

Windows 8.1 tiene una particularidad que se está teniendo en cuenta ahora: Microsoft Store, la tienda de aplicaciones de Windows que se estrenó con Windows 8 y en la que los usuarios puede descargar, pero también comprar aplicaciones.

De hecho, por su carácter centralizado y en control que Microsoft ejerce sobre ella, Microsoft Store es una vía recomendada desde la que obtener y mantener actualizadas las aplicaciones. Por conveniencia, léase comodidad, y por seguridad. Y lo que algunos usuarios de Windows 8 se estarán preguntando es ¿qué va a pasar con la tienda? ¿Podrá seguir usándose? ¿Y qué hay del software adquirido ahí?

Ya hay respuesta y es bastante lógica, vaya por delante: sí, Microsoft Store seguirá funcionando tras el fin de soporte de Windows 8.1, pero con matices importantes: todas las aplicaciones compradas y descargadas antes del fin del soporte seguirán instaladas y funcionando correctamente. Además, recibirán actualizaciones hasta el 30 de junio de 2023. Pero hasta ahí.

Es decir, pasado el 10 de enero ya no se podrán descargar nuevas aplicaciones de la Microsoft Store y pasado el 30 de junio ya no recibirán actualizaciones. Podrán recibirlas a través de otras vías, señala Microsoft, o lo que es lo mismo, más allá de Microsoft Store todo seguirá funcionando como siempre ha hecho en el entorno de Windows y dependerá del desarrollador decidir hasta cuándo mantiene su aplicación.

Por ejemplo, hay desarrolladores que se descuelgan de Windows 8.1 desde el día uno, es el caso de Google y su Chrome, mientras que hay otros que están debatiendo si extender su soporte por un tiempo, es el caso de Mozilla y su Firefox. De igual modo, las aplicaciones seguirán funcionando aunque no se actualicen, pero no es para nada recomendable esa situación.

Por otro lado, las compras realizadas en Microsoft Store seguirán disponibles en la tienda, pero en una versión del sistema que tenga soporte, por lo que quien hubiese comprado algo, no lo perderá, siempre que use la misma cuenta de usuario.