Windows 23 o cómo Microsoft podría mejorar su sistema operativo
Microsoft ha actualizado recientemente Windows 11 con su primera gran actualización y ya se atisba en el horizonte un Windows 12 como sucesor. Otros van más lejos y piensan en un Windows 23 como el sistema operativo «perfecto».
Como siempre que hablamos de estas pruebas de concepto hay que insistir que no tiene nada que ver un ejercicio de diseño con un desarrollo informático real. Transformar dibujos en «1 y 0», manteniendo a la vez la compatibilidad de hardware y software de un ecosistema tan gigantesco como Windows, es harto complicado.
Dicho lo anterior, son variados los diseñadores que proponen ideas a Microsoft. Seguramente, más de un empleado de Redmond ya las tiene en mente, pero la dificultad estriba en lo comentado: plasmarlo en un desarrollo real.
Windows 23: todo por la personalización
El concepto de AR 478 apuesta por la personalización como gran objetivo. Y es algo que los Windows del futuro necesitan como el comer porque ahora mismo o usas aplicaciones de terceros o poco hay que hacer con las herramientas que proporciona Microsoft.
El diseño propuesto tiene varios aspectos destacados, pero la barra de tareas, altamente personalizable, es sin duda la estrella del espectáculo, ya que le permite cambiar completamente su apariencia. No solo se puede elegir su colocación en el escritorio, sino que también puede dividirse en secciones separadas.
El menú de Inicio, otro caballo de batalla que sigue revisándose desde el fantástico de Windows 7, ha sido revisado y se puede colocar en los lados izquierdo o derecho o en el centro. El explorador de archivos se ha reinventado con un sistema de pestañas inteligentes.
La herramienta general de Configuración también se ha reemplazado y se ve realmente bien. También se ha actualizado el Centro de notificaciones al igual que la Configuración rápida, mientras que los nuevos Mini Widgets, a los que se puede acceder desde la barra de tareas, son un toque excelente y es de agradecer la capacidad de arrastrarlos por el escritorio.
También se ha añadido un modo oscuro y hasta nuevos temas como uno basado en el principal de Windows XP para el que añore viejos tiempos. Los temas son dinámicos como se espera de un sistema moderno.
El concepto trae de regreso a Cortana. El asistente ya ha mostrado su inutilidad en el escritorio y la misma Microsoft lo ha retirado en Windows 11, pero su implementación está tan conseguida, en medio de una interfaz de usuario de gran nivel, que tendremos que permitir la licencia a este creativo.
¿Te gusta este Windows 23? ¿Crees que por ahí deben ir los tiros del diseño de las próximas versiones de Windows? ¿Qué incluirías o quitarías tú para lograr la interfaz perfecta?