5.300 millones de smartphones se convertirán en desperdicio electrónico en 2022

Los smartphones y móviles modernos son dispositivos hechos para tener una esperanza de vida corta, lo que unido a su tremenda masificación va a derivar, según una estimación hecha por el Foro de Residuos de Equipos Eléctricos y Electrónicos (WEEE), en que unos 5.300 millones de smartphones y móviles modernos van a ser desechados solo en el año 2022.

El Foro de WEEE es una organización internacional sin ánimo de lucro que se centra en la recolección y tratamiento de los desechos eléctricos y electrónicos. La organización, como forma de conmemorar el día internacional del desperdicio electrónico, explica que, si se apilaran los dispositivos móviles que serán desechados en el año 2022 uno encima de otro con una profundidad promedio de 9 milímetros, como resultados se elevarían aproximadamente unos 50.000 kilómetros, lo que supondría 120 veces más que la altura a la que se encuentra la Estación Espacial Internacional y una octava parte del camino que nos llevaría a la Luna. Por otro lado, en estos momentos hay unos 16.000 millones de smartphones en posesión de personas.

La situación choca todavía más si tenemos en cuenta que los dispositivos tienen en su interior materiales valiosos como oro, cobre, plata, paladio y otros componentes que además se pueden reciclar. Sin embargo, se espera que la mayoría acabe abandonados en cajones, armarios, alacenas o garajes, y eso cuando no son arrojados a contenedores de basura para acabar en vertederos o incinerados. Otro dato interesante es que los teléfonos móviles ocupan el cuarto lugar entre los pequeños productos eléctricos y electrónicos que los consumidores acaparan con más frecuencia.

Además de la estimación en torno a la cantidad de móviles desperdiciados, el Foro WEEE ha publicado los resultados de unas encuestas realizadas en diversos países de la Unión Europea, que fueron Portugal, Países Bajos, Italia, Rumanía y Eslovenia, además de Reino Unido aparte. El resultado fue que cada hogar tiene una media de 74 productos electrónicos que abarcan tabletas, computadoras portátiles, herramientas eléctricas, secadores de cabello, tostadoras y otros electrodomésticos (excluyendo lámparas), de los cuales 13 se encuentran acumulados, con una media de 9 sin usar y otros 4 que están rotos.

Los cinco pequeños productos eléctricos y electrónicos más acumulados en los hogares de los países que participaron en las encuestas fueron, en el siguiente orden, pequeños productos electrónicos de consumo y accesorios (auriculares, controles remotos… ), pequeños equipos domésticos (relojes, planchas… ), equipos pequeños de tecnología de la información (discos duros externos, enrutadores, teclados, ratones… ), móviles y smartphones y pequeños equipos para la preparación de alimentos (tostadoras, procesamiento de alimentos, parrillas… ).

Las principales razones para acumular equipos eléctricos y electrónicos son la posibilidad de volverlo a usar en un futuro (46%), la posibilidad de venderlo o regalarlo (15%), el valor sentimental (13%), la posibilidad de que tenga un valor en el futuro (9%) y el no saber cómo deshacerse de él (9%).

Como vemos, no solo los móviles están siendo un problema a nivel de residuos electrónicos, sino también los cada vez más cacharros eléctricos y electrónicos que tenemos en nuestros hogares, los cuales, en muchas ocasiones, son creados siguiendo agresivas políticas de obsolescencia programada.